Tipos de cafetera, molienda y grano: formas de preparar un buen café en casa
Buen café, buen agua y la presión perfecta. Estos son los tres ingredientes que vas a necesitar para preparar la mejor versión de esta bebida en casa. El café es el rey de las terrazas en España —con permiso de la cerveza—, pero no tienes por qué salir fuera para disfrutarlo con todo su sabor. Con práctica, es posible hacer un café de gran calidad sin salir de casa.
En primer lugar, tienes que elegir qué técnica quieres usar para hacer tu café. Las hay que automatizan el proceso para que tengas tu café en cuestión de minutos. También existen métodos que necesitan de más tiempo y de una participación más activa por tu parte, pero que te permitirán controlar más el resultado.
Tipos de cafeteras
Más allá de las modernas cafeteras de cápsulas o las tradicionales espresso manuales, existen múltiples tipos de este pequeño electrodoméstico que ayudarán a elevar tu proceso de elaboración de café:
- Aeropress: un aparato relativamente joven, creado en el año 2005. Este dispositivo es portátil y aprovecha la presión del aire para extraer el café. El resultado es un suave y limpio con poco amargor. En comparación con otras cafeteras de especialidad, esta es bastante económica, pero requiere de cierta técnica y de filtros.
- Chemex: compacta, bonita y barata. La Chemex una jarra de vidrio en forma de reloj de arena con un cuello estrecho y un filtro de papel especial. Se coloca el filtro de papel en el cuello de la jarra y se añade café molido en el filtro. Luego, se vierte agua caliente sobre el café de forma lenta y constante, asegurándose de mojar todo el café molido y dejarlo remojar durante un tiempo determinado. El resultado es un café con un sabor y una textura suaves y limpios, gracias a la eliminación de los aceites y sedimentos que pueden afectar el sabor del café. Te permite controlar todo el proceso, pero ten en cuenta que por su diseño es frágil, así que trátala con cuidado.
- V60: otra cafetera que querrás comprar solo por su bonito diseño. Consiste en un cono cerámico, que recuerda a una taza de café, con una abertura en la base y estrías en las paredes internas, lo que permite que el agua fluya a través del café de manera uniforme. Funciona de forma similar a la Chemex, aunque los filtros de la Chemex son más gruesos, diseñados para retener más sedimentos y aceites. Por esto, el café de la V60 tiene más cuerpo y densidad.
- Prensa francesa: la más común de las cafeteras portátiles. También conocida como cafetera de émbolo, es un método de preparación de café que utiliza una taza de vidrio o acero inoxidable y un émbolo con un filtro de metal. El proceso es bastante simple: se coloca el café molido en el fondo de la taza, se agrega agua caliente, se deja reposar durante unos minutos y luego se empuja el émbolo hacia abajo para separar el café molido del líquido. El resultado es un café robusto y complejo, ya que el café permanece en el agua por más tiempo. El problema es que deja sedimentos, por lo que si no quieres tener una sensación arenosa en el fondo de tu taza, es posible que este producto no sea para ti.
- Sifón: es un método de preparación de café que utiliza un dispositivo de dos cámaras que se conectan mediante un tubo estrecho y un filtro de tela. El proceso implica colocar agua en la cámara inferior y café molido en la cámara superior. Luego, se calienta la cámara inferior, lo que hace que el agua suba a la cámara superior, donde se mezcla con el café molido. Después de un tiempo de infusión, se retira el calor y la presión negativa creada en la cámara inferior extrae el café infundido y filtrado hacia la cámara inferior. Como puedes observar, el proceso es bastante complejo, pero tiene como recompensa una taza de café suave y de cuerpo completo.
- Máquinas de espresso semiautomáticas: te permite preparar un espresso de gran calidad dándote cierta libertad en el proceso. Esto es un arma de doble filo, ya que aunque te permiten cierta libertad en el proceso, requieren que tengas conocimientos específicos en su manejo. Si todo sale bien, el resultado será un espresso de alta calidad con una crema rica y espesa. Ten en cuenta que suelen ser aparatos muy costosos, y que ocupan bastante espacio en tu cocina.
- Máquinas de espresso superautomáticas: el proceso de molienda, la presión, la dosificación, prensado, extracción y espumado de la leche, todo con solo presionar un par de botones. Este tipo de cafeteras tienen automatizado todo el proceso de elaboración del café. Por esto son ideales para aquellos que quieran disfrutar de un buen café sin tener que aprender como hacerlo, lo que las hace no aptas para aquellos que quieran controlar el proceso de elaboración. Por desgracia, solo está disponibles para el bolsillo de unos pocos, ya que son más caras que sus alternativas automáticas o semiautomáticas.
Tipos de café
Una vez elegido el método con el que vamos a hacer nuestro café, es importante que selecciones el grano adecuado y que lo trates con cautela:
- Arábica: el rey del mundo del café por su alta disponibilidad y su sabor suave, con notas de frutos secos.
- Robusta: ofrece una experiencia de sabor intensa y vigorizante, marcada por un perfil gustativo más amargo, una textura cremosa y una notable ausencia de acidez. Aunque algunos pueden encontrar este perfil como desafiante al paladar, puede ser perfecto para elaborar espressos cargados de matices.
- Moka: se distingue por su perfil de sabor inconfundiblemente rico y suave, donde las notas de chocolate predominan, acompañadas de una acidez baja.
- Java: la isla de Java, en particular, se ha convertido en sinónimo de café de alta calidad. Es intenso, robusto, con unas características notas picantes.
Qué molinillo elegir
Si tu cafetera no lo hace por ti, tendrás que moler el café en un molinillo.
- Manual: requieren de más tiempo y esfuerzo que los automáticos, pero son mucho más silenciosos y económicos que las alternativas más automáticas. No calientan el grano, por lo que no ponen en riesgo la integridad del café molido. El molinillo manual es la pareja ideal de tu cafetera de émbolo.
- Eléctrico de cuchillas: tienen una cuchilla de doble punta que gira a gran velocidad y tritura todo lo que entra en contacto con ella. Te permiten una molienda sin esfuerzo, pero el grano lo cortan de forma poco homogénea y por lo general no podrás controlar la molienda. Además, calientan el grano, lo que puede comprometer el sabor del café. Si no puedes hacer esfuerzos a la hora de moler tu grano, existen otras alternativas automáticas mejores que esta.
- De muelas: tienen dos piezas que giran en direcciones opuestas, moliendo los granos en trozos uniformes en tamaño y forma. A diferencia de los de cuchillas, ofrecen varios niveles de molienda. Son más caros, pero por su durabilidad son una buena inversión.
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