El truco para conservar los aguacates al comprarlos y una vez cortados: cómo elegirlos, guardarlos y aprovecharlos al máximo
El aguacate se ha convertido en un imprescindible de la cocina moderna. Rico en grasas saludables, versátil y delicioso, es el protagonista de platos tan populares como la tostada matutina con aguacate, el guacamole o incluso ensaladas y batidos. Sin embargo, también es cierto que en ocasiones se estropea con facilidad. ¿Quién no ha comprado un aguacate aparentemente perfecto que, al día siguiente, ya estaba pasado? ¿O lo ha abierto antes de tiempo y ha descubierto una pulpa dura e insípida?
Conservar el aguacate correctamente, tanto entero como una vez cortado, es clave para aprovechar este alimento sin desperdiciarlo. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para elegir bien los aguacates en el supermercado, conservarlos según su punto de maduración y evitar que se oxiden una vez abiertos.
Cómo elegir el aguacate perfecto en el supermercado
El primer paso para conservar bien un aguacate es saber escogerlo. En la frutería o el supermercado, el aguacate puede presentarse en distintos grados de maduración, y es importante identificar cuál te conviene según cuándo pienses consumirlo.
Al elegir aguacates, es fundamental evaluar su firmeza, siempre que el lugar donde los compres permita manipularlos. Por eso, si tienes oportunidad, presiona suavemente cada aguacate, especialmente en la zona donde estaba el tallo, también llamada pedúnculo. Si esta zona cede ligeramente al tacto, indica que el aguacate está maduro y listo para consumir. Eso sí, hay que hacerlo con cuidado para no dañar la fruta, especialmente si no vas a comprarla.
Por otro lado, el color es otro indicador importante, aunque depende de la variedad del aguacate. Por ejemplo, los aguacates Hass, que son los más comunes en España, tienen una piel verde cuando están firmes y poco maduros, y se oscurecen cuando están en su punto óptimo para comer. Otras variedades pueden cambiar a tonos marrones en lugar de oscurecerse tanto.
También es conveniente fijarse en la piel para detectar posibles imperfecciones. Las manchas oscuras pueden indicar que el fruto está demasiado maduro o estropeado. Además, una piel uniforme y sin magulladuras suele ser señal de un aguacate en buen estado. En general, si el color o la textura se ven irregulares, lo más probable es que el aguacate esté pasado.
Un consejo menos conocido, pero importante, es no quitar el pequeño tallo del pedúnculo para comprobar la madurez. Aunque es una práctica común, retirarlo puede permitir la entrada de oxígeno, luz y microorganismos que aceleran el deterioro del fruto. Además, esto puede interferir con la maduración natural del aguacate, afectando su textura, sabor y color. Por eso, es mejor dejar esa parte intacta hasta el momento de cortar la fruta.
¿Frigorífico o frutero? Cómo conservarlos
Una vez en casa, el lugar donde guardes los aguacates dependerá de su punto de maduración. Si están verdes y duros, lo mejor es conservarlos a temperatura ambiente, alejados de la luz directa del sol y del calor. Para acelerar su maduración, puedes colocarlos dentro de una bolsa de papel.
En cambio, si los aguacates están blandos al tacto, es recomendable meterlos en el frigorífico, puesto que las bajas temperaturas ralentizan su deterioro y detiene la maduración, permitiendo que se mantengan en buen estado durante unos tres a cinco días. Además, lo ideal es guardarlos enteros y con piel para proteger la pulpa de la oxidación.
Cómo cortar el aguacate para que dure más tiempo
El modo en que cortamos un aguacate también puede influir en su conservación si no vamos a consumirlo todo de una vez. Así es cómo te recomendamos que lo hagas:
- Corta siempre en dirección longitudinal, rodeando el hueso. Separa las dos mitades y retira el hueso si vas a consumir solo una parte.
- Conserva el hueso en la mitad que no vayas a consumir. El hueso actúa como una barrera natural contra la oxidación, retrasando el proceso en la zona donde está en contacto.
- Evita pelar completamente el aguacate si no vas a usarlo entero. La piel también ayuda a proteger la pulpa.
No obstante, a veces, incluso con cuidados, el aguacate cortado adquiere un tono marrón en la superficie, pero no hay que tirarlo. Basta con raspar o cortar la fina capa oxidada con una cuchara, ya que el interior sigue siendo perfectamente comestible.
Cómo conservar el aguacate una vez cortado
Con estos consejos, no solo evitarás desperdiciar comida, sino que siempre tendrás a mano un aguacate en su punto justo para acompañar tus platos. Uno de los mayores desafíos es evitar que el aguacate cortado se oxide y se vuelva marrón. Afortunadamente, hay varios trucos para minimizar este efecto:
- Usa jugo de limón o lima: el ácido cítrico actúa como antioxidante natural. Basta con rociar un poco de jugo sobre la superficie expuesta del aguacate o restregar la mitad de un limón directamente sobre la fruta. Es uno de los métodos más efectivos y no altera demasiado el sabor si se usa con moderación.
- Guárdalo con el hueso y bien cubierto: deja el hueso en la mitad del aguacate que no vas a comer y cúbrela firmemente con film transparente, asegurándote de que el plástico toque directamente la pulpa.
- Aceite de oliva como barrera: una alternativa también muy eficaz es untar ligeramente la pulpa expuesta con aceite de oliva. Esto crea una capa protectora que minimiza el contacto con el oxígeno.
- Método del agua: este truco que ha ganado popularidad consiste en colocar el aguacate en un recipiente con agua y meterlo en el frigorífico. No obstante, se recomienda usar este método solo si se va a consumir el aguacate en uno o dos días, ya que el exceso de humedad podría afectar su textura o favorecer la proliferación de bacterias si no se manipula correctamente.
¿Se pueden congelar los aguacates?
Sí, es posible congelar los aguacates maduros, aunque con algunas consideraciones importantes. Si tienes varios aguacates que no vas a consumir a tiempo, congelarlos puede ser una buena opción para evitar el desperdicio. Aunque una vez descongelado el aguacate no tendrá la misma consistencia que uno fresco, sigue siendo perfecto para preparar guacamole, batidos o para untar en tostadas.
Lo ideal es pelarlos, retirarles el hueso y triturarlos junto con unas gotas de limón o lima antes de guardarlos en un recipiente o bolsa hermética. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no es muy recomendable congelarlos enteros, ya que su textura puede deteriorarse considerablemente.
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