Las ventajas de usar un USB-C, el conector para tu teléfono que gana terreno y ya ha vencido a Apple

El conector USB-C.

Martín Frías

14

Por unos pocos euros puedes ir a una de esas tiendas de accesorios y comprar un cable de carga universal. Por un lado del cable está el veterano conector USB de tipo A. En el otro lado encontrarás una especie de pulpo hecho de cables con distintos conectores. Al menos hay tres: USB-C, Micro USB, y Lightning, el conector que tienen los dispositivos Apple desde hace más de una década. Pero dentro de poco, este pulpo de cables va a perder la mayoría de sus patas.

El conector USB-A se introdujo en 1996 y ha sido todo un éxito. Es ese que aún hoy tienen la mayoría de los ordenadores, memorias y discos duros portátiles, baterías de recambio, cargadores de pared e incluso regletas de enchufes múltiples que ofrecen ahora estas salidas de USB. 

El conector USB-A también es uno de los pocos objetos que tienen una dimensión extra en el espacio, según un conocido chiste, ya que a menudo es necesario darle una vuelta extra hasta que se consigue introducir. Quizá por este conocido inconveniente, en 2014 la organización responsable del estándar USB introdujo el conector USB-C, un conector reversible que acabaría para siempre con el chiste de las vueltas del USB.

Si en 2017 apenas había dispositivos con conector USB-C, en solo cinco años se encuentra en un 96% de los ordenadores portátiles y en el 60% de los teléfonos móviles, según el informe de Omdia, con lo que es probable que sustituya completamente al conector anterior micro USB en los siguientes dos años. 

Los teléfonos móviles en el mundo pertenecen a dos familias: el 72% son terminales Android de distintos fabricantes y el 28% son iPhones de Apple. El conector USB-C es el estándar en los terminales Android, mientras que los dispositivos de Apple tienen su propio conector llamado Lightning, que también es reversible. En países como EE UU, sin embargo, los iPhones son mayoría con un 57% del mercado. En España los teléfonos Android forman una abrumadora mayoría con el 77% frente a un 23% de iPhone, aunque lejos de las cifras de 2016 cuando el 90% de los terminales en España eran Android.

Con estas cifras es fácil entender que el conector USB-C está ganando la batalla en todo el mundo, y eso es importante, porque permite mitigar el daño de los desperdicios electrónicos. Según el Parlamento Europeo, los cargadores no utilizados y desechados suman unas 11.000 toneladas de residuos electrónicos al año en Europa. 

El pasado 7 de junio de 2022 el Parlamento y el Consejo de la UE acordaron que para otoño de 2024 el conector USB Tipo-C se convertirá en el puerto de carga común para todos los teléfonos móviles, tabletas y cámaras de la UE. Esto quiere decir que para que un dispositivo se venda en la Unión Europea, necesariamente deberá contar con este conector. Los eurodiputados esperan reducir así la necesidad de distintos cargadores para diferentes dispositivos y reducir los residuos electrónicos. Según sus cálculos, el cambio al USB-C ayudará a los consumidores a ahorrar hasta 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores. 

Eso significa que Apple va a tener que claudicar.

Cómo Europa va a acabar con el conector Lightning de Apple 

Cuando se introdujo en 2012 con el iPhone 5, el conector Lightning de Apple representó un gran avance. Permitía cargar el dispositivo, la transferencia de datos y también audio, con lo que la marca de la manzana eliminó la entrada tradicional de auriculares (algo que no gustó a mucha gente). Además era reversible, terminando así también con el dar vueltas hasta conectarlo correctamente. 

Sin embargo, con la introducción del USB-C se consiguió un conector muy superior al Lightning en prestaciones y capacidad:

  • Universalidad: el USB-C es un estándar universal, lo que significa que se utiliza en muchos tipos diferentes de dispositivos de varias marcas, mientras que el estándar de los cables Lightning son propiedad de Apple.
  • Transferencia de datos a alta velocidad: USB-C, especialmente cuando se utiliza con el estándar USB 3.1, proporciona velocidades de transferencia de datos más rápidas en comparación con Lightning. 
  • Suministro de energía: USB-C puede suministrar más potencia (hasta 100W), lo que permite una carga más rápida de los dispositivos y la capacidad de alimentar dispositivos más grandes como ordenadores portátiles.
  • Salida de vídeo/audio: USB-C admite de forma nativa el envío de señales de vídeo y audio, lo que permite su uso para conectar monitores externos, por ejemplo.

El CEO de Apple Tim Cook protestó airadamente contra la decisión de la Unión Europea argumentando que “produciría más desperdicios”. Algo que parece absurdo si se tiene en cuenta que la propia Apple es una gran defensora del puerto USB-C. Desde 2018 utiliza este tipo de puerto en todos sus modelos de iPad. Y desde 2015, todos los Macbook de la compañía utilizan Thunderbolt 3 (y posteriores), que comparte el mismo tipo de puerto USB-C. De hecho, hay modelos que solo tienen este tipo de puerto.

Sin embargo, es más probable que detrás de las protestas hubiera otras motivaciones. Apple tiene un programa de certificación de todos sus accesorios y en sus conectores hay un chip que reconoce si el cable está certificado o no, y restringe sus funciones en otro caso. Por ejemplo, un cable no certificado no podrá hacer una carga rápida del teléfono. Apple además cobra una licencia de los fabricantes de accesorios. Cada vez que compras un cable certificado, una parte va a Apple. 

Adoptar un estándar universal como USB-C terminaría con todo esto, al menos en teoría. Apple tiene hasta finales de 2024 para adherirse a la ley y los analistas esperan un puerto USB-C ya en los modelos iPhone 15 a finales de este año. Sin embargo, un rumor el pasado marzo indicaba que Apple podría seguir limitando las funcionalidades de los cables que no estén certificados, algo que iría en contra de la regulación Europea prevista. 

En respuesta, el comisario europeo Thierry Breton envió a Apple una carta en la que advierte a la compañía de que limitar la funcionalidad de los cables USB-C no estaría permitido e impediría la venta de iPhones en la UE cuando la ley entre en vigor, según el diario alemán Die Zeit

¿Habrá un cable universal para todos los dispositivos o tendremos nuevas versiones del cable pulpo en el futuro? La respuesta, en unos meses.

Etiquetas
stats