¿En qué debo fijarme al contratar un seguro de viajes?

Qué mirar al contratar un seguro de viajes

Marta Chavarrías

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Este mes de agosto muchas personas empezarán las vacaciones y viajarán al extranjero. Las previsiones que hacía el pasado mes de junio el Observatorio Nacional de Turismo Emisor (ObservaTUR) indicaban que siete de cada diez viajeros nacionales tenían previsto viajar en verano (un 69%); el detalle de los destinos en el extranjero muestra que las rutas culturales por Europa (un 8%) y la visita a las capitales más reconocidas de este continente son las dos alternativas que más interés despiertan.

A la hora de irnos de vacaciones priorizamos lo que nos llevaremos en la maleta y qué visitaremos, pero no todos somos conscientes de la importancia de tener un seguro de viaje. Y es que un percance puede tenerlo cualquiera, aunque pensemos que no es así. Que esto ocurra a cientos de kilómetros de nuestra casa puede acabar convirtiendo unos días de relax o aventuras en una auténtica pesadilla. 

El seguro nos permite viajar con tranquilidad porque, en caso de necesidad, es la compañía la que proporciona asistencia y protección, haciéndose cargo (hasta el límite que establece la póliza), de posibles incidencias.

En unos casos, disponer de un seguro de viajes es obligatorio para viajar (Cuba, Brasil, Ecuador, Rusia y Bielorrusia, Irán) y, en otros casos, solo es recomendable para cubrir posibles incidencias que podamos tener, bien sean de índole médica, mecánica, problemas con el equipaje o retrasos en los aviones.

Qué tener en cuenta a la hora de contratar un seguro de viaje

Las opciones y las coberturas que nos puede ofrecer un seguro son numerosas. Por tanto, antes de decidirnos por uno, lo mejor es valorar el tipo de viaje que vamos a hacer y, para ello, deberemos tener en cuenta distintos aspectos, según el Colegio de Médicos de Bizcaia (CMB), porque el capital que vayamos a asegurar dependerá, en gran medida, de: 

  • Cuánto durará el viaje: lo primero que debemos tener en cuenta es el día de partida y el de vuelta, ya que algunos seguros varían el precio en función de los días que dure el viaje, incluso algunos tienen un límite de días. Si vamos a viajar durante muchos días tendremos que revisar si el seguro tiene límite de tiempo fuera de casa y si no sabemos cuándo volveremos, lo mejor es elegir un seguro que se pueda ampliar.
  • Dónde vamos a viajar: no es lo mismo ir a Nueva York que al Sudeste Asiático. En general, las compañías no suelen ofertar por países sino que establecen las tarifas según tres o cuatro distinciones geográficas: España, Europa (junto con países ribereños), resto del mundo excepto Estados Unidos, Japón y Canadá. Como ya hemos comentado, hay destinos para los que es obligatorio disponer de un seguro de viaje, con coberturas específicas de atención médica o repatriación, como es el caso de Ecuador, Rusia, Armenia, Irán, Moldavia, Argelia o Kazajistán, entre otros. Si viajamos a un país que no está cubierto con la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE, que deberemos solicitar si viajamos a un país europeo), como Estados Unidos (con sanidad privada), es importante contratar un seguro con una buena cobertura especial médica en el extranjero. Debemos tener en cuenta que en algunos países es obligatoria la vacunación, por tanto, tendremos que informarnos sobre las enfermedades de ese país y sobre a qué nos exponemos para poder incluirlas en la póliza. Si vamos a ir a distintos destinos, lo más recomendable es tomar como referencia el más lejano.
  • Límite de días para la contratación del seguro: en determinadas circunstancias deberemos tener el cuenta el día de la reserva porque hay seguros de anulación, por ejemplo, que solo sirven si se han contratado en los siguientes siete días a la primera reserva realizada. 
  • Si viajamos solos o en grupo: si viajamos en familia o con amigos podemos ponernos de acuerdo para elegir la aseguradora ya que puede salir más barata que contratar varias pólizas. Esto incluiría, por ejemplo, que si algún integrante tuviera que ser repatriado, el resto también podrían ir con él. 
  • Los gastos que cubre el seguro: la mayoría de seguros cuentan con coberturas generales que, aunque varían en función de la modalidad escogida, pueden incluir asistencia médica 24 horas en el extranjero, gastos médicos por hospitalización, repatriación al país de origen en caso de enfermedad o fallecimiento, pérdida de maletas, retrasos y cancelaciones de vuelos y póliza de responsabilidad civil por posibles incidentes, gastos por anulación o retraso del viaje, robo y daños en el equipaje, búsqueda de equipajes extraviados o demora en la entrega del equipaje facturado, entre otras. Normalmente, los seguros cubren cantidades por tramos; cuanto más pagamos por la póliza, mayor cobertura tienen. Debemos asegurarnos que en las condiciones generales se incluya el mayor número de motivos posible, como la cancelación del viaje, ya que si esta es injustificada, el seguro no la cubrirá. Por ello, deberemos asegurarnos de que el seguro tiene la opción de cancelación o anulación.
  • Tipo de viaje: si vamos a practicar deporte o a hacer turismo aventurero, si viajaremos varias semanas o meses por cualquier parte del mundo. No es lo mismo un viaje estándar o un viaje en crucero que uno en el que tenemos planificado realizar actividades deportivas. El mejor seguro nos tiene que cubrir estas circunstancias excepcionales.
  • Leer la letra pequeña para no tener que adelantar dinero: muchos seguros ofrecen precios muy bajos mientras la letra pequeña nos dice que es un producto “con franquicia”. Esto significa que nos obliga a nosotros a pagar una parte de los gastos médicos en caso de que necesitemos asistencia. Un seguro sin franquicia, en cambio, nos asegura que no tendremos que pagar nada: cuando necesitemos usar la cobertura, llamamos y nos ofrecen los servicios.

Según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el seguro del coche puede incorporar la asistencia en viaje y, en algunos casos, también cubre la asistencia médica para el conductor y los familiares. También algunas tarjetas de crédito llevan un seguro de asistencia en viaje, aunque la mayoría de las veces la cobertura solo es válida si el pago del vuelo, por ejemplo, se ha realizado con la tarjeta en cuestión. Una vez contratado el mejor seguro para nuestras necesidades, solo nos quedará disfrutar del viaje.

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