El Ballet Nacional cierra en Alicante su homenaje a Antonio “el Bailarín”

El Ballet Nacional de España cierra este fin de semana en Alicante un espectáculo-homenaje a Antonio Ruiz Soler, más conocido como Antonio 'el Bailarín', con un repertorio que abarca varias de las coreografías más emblemáticas de este artista “de riesgo que hizo evolucionar la danza española”.

Así lo ha expuesto, en una conversación telefónica con Efe, el actual director del Ballet Nacional de España, Antonio Najarro, quien ideó este espectáculo, “Homenaje a Antonio Ruiz Soler”, en 2016 para conmemorar el veinte aniversario del fallecimiento del bailarín, bailador, coreógrafo y director andaluz.

Tras visitar Pozuelo de Alarcón (Madrid), San Sebastián y Valladolid, llega al Teatro Principal de Alicante, donde mañana y este domingo concluirá su periplo.

Antonio 'el Bailarín' (Sevilla, 1922- Madrid, 1996) era “un artista de enorme carisma y de riesgo que hizo evolucionar muchísimo la danza española” y “abarcaba todos” los estilos de esta disciplina (danza estilizada, escuela bolera, flamenco y folclore), ha resaltado Najarro.

“Nunca ha habido (hasta la fecha) un espectáculo completo en el que se homenajeara a Antonio Ruiz Soler”, que fue director artístico del Ballet Nacional, ha afirmado.

Najarro ha señalado que decidió crear este programa en reconocimiento de la figura y contribución de este artista al considerar “injusto que no se le hubiera rendido un homenaje en condiciones a través de una gran compañía, como es el Ballet Nacional de España, que tiene gran parte” de su obra de repertorio.

Este tributo a uno de los considerados mejores maestros de la danza española ha supuesto una ardua labor documental, pues se han recuperado telones, decorados, trajes y escenografías originales del repertorio que conforma este homenaje, como los diseñados por Picasso para “El sombrero de tres picos”, que también es una de las piezas que se ponen en escena.

El espectáculo lo abre “Eritaña”, una coreografía de escuela bolera. Le seguirán “Taranto”, una pieza que Najarro ha querido rescatar del ballet La taberna del toro (una coreografía flamenca); “Zapateado de Sarasate”, acompañado por violín y piano, y, cerrando la primera parte, “Fantasía galaica”, una recreación de Antonio el 'Bailarín' inspirada en el folclore gallego.

La segunda parte lo integra el emblemático “El sombrero de tres picos”, con música de Manuel de Falla y coreografía del propio Antonio Ruiz Soler.

Para la representación de esta obra se han reproducido los figurines y decorados diseñados por Picasso en 1919 para la versión original de Leonide Massine con los Ballets Rusos de Diaghilev y cuyos telones se han realizado de nuevo para este homenaje (réplicas exactas de los originales).