Paul Klee y su “Equilibrio Inestable” aterrizan de forma inédita en Brasil

De su dedicación familiar hasta los días más sombríos de su carrera, el pintor Paul Klee aterriza en Brasil con su “Equilibrio Inestable”, una muestra inédita que desvela las múltiples facetas de uno de los artistas más icónicos del siglo XX.

A través de un compilado de más de 120 obras de Klee (1879-1940), la exposición, que pasará por tres ciudades brasileñas hasta noviembre, ofrece una perspectiva intimista del hombre por detrás de uno de los precursores del arte abstracto en el mundo.

La muestra, que abre este miércoles sus puertas al público en Sao Paulo, presenta el “mundo como escenario” y muestra al espectador la estrecha relación de Klee con otras expresiones artísticas, como el teatro y la ópera.

Personajes como bailarinas, acróbatas, payasos y equilibristas ocupan un papel central en su obra, así como las constantes asociaciones entre la vida y el teatro, según explica a Efe la comisaria de la muestra, Fabienne Eggelhöfer.

Entre los primeros estudios de la naturaleza y los bocetos del cuerpo humano, Klee no tardó en alcanzar la autonomía artística y pronto se convirtió en uno de los mayores vanguardistas del siglo XX.

“No podemos definir su trabajo en un estilo o una corriente. Precisamente por ello es que su obra es tan interesante pero al mismo tiempo tan compleja. A la gente le gusta rotular las cosas y con Klee eso no es posible”, afirma Eggelhöfer.

El diálogo con las más variadas expresiones artísticas, como el surrealismo, el cubismo o el constructivismo, y sus experimentaciones en el mundo de las formas y los colores hicieron que Klee se consolidara como una de las figuras claves de la Escuela de la Bauhaus, que en 2019 celebra su centenario.

Para la comisaria, sus provocativos trabajos con trazos, líneas, formas geométricas y matices “no se limitan al pasado” y “perduran hasta el presente”.

Fue en el contexto de una Alemania devastada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) que Klee vivió uno de los periodos más sombríos de su carrera, cuando pasó a retratar, así como Pablo Picasso, Edvard Munch o Vasili Kandinski, las angustias del hombre moderno ante las nuevas configuraciones del mundo.

Mientras el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler ganaba terreno, entre 1932 y 1933, lo abstracto cobraba un nuevo significado en la obra de Klee. “Estoy dibujando la revolución nazi”, decía.

En el cuadro “Suprimido de la lista” (1933), quizás el más emblemático de los 250 dibujos que componen esta serie centrada en la convulsionada década de 1930 en Alemania, el pintor sintetiza las ambigüedades del periodo, marcado por la persecución política y que lo llevó al exilio en Suiza.

Para la directora del Centro Paul Klee de Berna (Suiza), Nina Zimmer, los dibujos producidos en esos años pueden ser leídos como “una alerta” para los “turbulentos” días actuales.

“El arte de calidad es fundamental para ayudarnos a comprender situaciones contemporáneas. Nosotros podemos usar la sensibilidad artística para entender qué está pasando a nuestro alrededor”, señala la directora.

En la misma línea, Eggelhöfer apunta que, al igual que en la época de Klee, “hoy en día muchos artistas, en varios países, son perseguidos y no pueden expresarse libremente”.

“Klee se expresaba de una manera muy atemporal. Si miramos sus dibujos hoy, es inevitable no hacer un paralelo con lo que está pasando en el mundo”, sostiene la comisaria.

Eggelhöfer subraya que fue en los últimos años de vida, entre 1935 y 1940, que el pintor alcanzó la madurez artística y logró consolidar “lo que estuvo buscando por décadas”.

En la sesión “trabajos tardíos”, la muestra revela precisamente la cara más polifacética de Klee, periodo en el que se consagra a través de su estilo reduccionista y lleno de expresividad.

Su última obra, un lienzo sin título de 1940, es una compilación de esos elementos construidos y perfeccionados a lo largo de las décadas y reúne, a través de pinceladas del expresionismo, del cubismo y del grafismo, una “riqueza singular” que “atesta su estilo verdaderamente único y peculiar”.

“Todos sentimos mucha curiosidad sobre qué Klee podría haber hecho si solo hubiera vivido un poquito más”, lamenta la comisaria.