Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Anna Castillo: “La cuarentena la pasé mal, pero ahora la recuerdo con cariño”

Anna Castillo: "La cuarentena la pasé mal, pero ahora la recuerdo con cariño"
Tudela (Navarra) —

0

Tudela (Navarra), 14 may (EFE).- Desde que ganó el Goya por “El olivo” (2016) Anna Castillo no ha parado de trabajar. La actriz catalana ha presentado en las jornadas 'Lo que viene' de Tudela “La vida era eso” de David Martín Santos, pero ha rodado cuatro cintas más en el último año, tras el parón del confinamiento de 2020.

De aquella época destaca que la vivió con mucha ansiedad: “La cuarentena la pasé mal, pero es curioso porque ahora la recuerdo con nostalgia y cariño”. Y cuenta que, junto a su pareja, grababan un vídeo diario para dejar constancia de aquellos momentos tan extraños.

En “La vida era eso”, que llegará a los cines a finales de agosto y dará que hablar en la próxima temporada de premios, Castillo es la cómplice de Petra Martínez. Son Verónica y María, dos mujeres de distintas generaciones y emigrantes que coinciden en la habitación de un hospital en Bélgica, un encuentro del que surge una amistad y un “intercambio de sabiduría”.

PREGUNTA.- ¿Qué le atrajo de este proyecto, una opera prima?

RESPUESTA.- En las operas primas lo decisivo es que un guion te emocione y a mi me pasó eso, en las primeras películas suele haber un cariño y sensibilidad especial y el hecho de que estuviera rodada en Bélgica y en el Cabo de Gata (Almería) me seducía mucho a nivel de fotografía, me parecía un contraste interesante.

P.- ¿Podría decirse que es una película de contrastes en esencia, por sus personajes opuestos?

R.- Es un cruce de caminos entre una mujer en un momento de su vida que no le supone una gran felicidad y otra con muchas ganas de vivir y este encuentro crea una especie de contagio que hace que empiece un viaje.

P.- También habla de la amistad entre personas de generaciones distantes.

R.- Y de intercambio de sabiduría. Vero, mi personaje, tiene una sabiduría muy libre y vital y eso hace que en María se despierte algo, mientras que María ofrece a Verónica el cuidado, María es desarraigada, es libre y fuerte y feliz pero está sola y encontrar a alguien que la cuida y a quien cuidar es un aprendizaje.

P.- El tema del cuidado y a quien atañe es un tema candente desde que la mujer se ha liberado de la exclusiva, ¿qué opina?

R.- Es que eso es mentira. La generación de mi abuela es la de María en la película, la mujer que está en casa al cuidado de los hijos y el marido, y a mi madre le cuentan la vaina de que para ser una mujer empoderada tienes que salir a trabajar, pero en realidad quien se acaba ocupando de las cosas de casa también es ella.

Yo tengo una resaca muy gorda de mis generaciones anteriores para deshacerme de esta carga mental que supone abarcar todas las responsabilidades, hay que hacer una deconstrucción y un trabajo y mi generación se está deconstruyendo, imagínate la de mi madre y mi abuela.

P.- Su personaje forma parte de la generación del 15-M, los indignados, ¿cómo ve la situación de los jóvenes a su alrededor hoy?

R.- No creo que sea la persona más indicada para hablar de esto, yo vivo una realidad un poco especial, tengo compañeros que luchan mucho y otros tienen la suerte de trabajar como yo, pero veo un poco esta sensación de que te vendieron la moto y luego no te han dado nada, en todos los trabajos, hay un desasosiego y una falta de esperanza, comprarte una casa es algo que queda muy lejos ahora o vivir en el centro de alquiler.

P.- Ha contado que durante el confinamiento grabó un vídeo diario, ¿de qué se trataba?

R.- Mi chica y yo en casa, nos grabamos con una cámara pequeña, de los 90, tenemos muchas imágenes pero no están editadas, espero hacerlo algún día... Es curioso, yo la cuarentena la pasé mal, con ansiedad y ahora la recuerdo con cierta nostalgia y cariño...

Era un vídeo diario, a veces hablamos, otras nos grabamos jugando a las cartas, echando la siesta, cocinando, haciendo deporte... lo que hacía el mundo entero, otras veces si te tomabas un vino estabas más divertida... por tener un recuerdo de ese momento, es curioso vivir algo así.

P.- Sin embargo después del parón ha encadenado rodajes, con Jaime Rosales (“Girasoles silvestres”), con Cesc Gay (“Historias para no contar”), con Marcel Barrena y Dani Rovira la película sobre el Open Arms (“Mediterráneo”) y una comedia de Paco Caballero (“Donde caben dos”).

R.- Ahora paro, sobre todo para poder estrenarlas. Esto es así, tienes épocas en que siembras mucho, otras más tranquilas.

P.- Viendo su currículum se diría que tiene querencia por el cine social.

R.- Sí, es el tipo de cine que me gusta hacer, hablar de realidades que no son las mías, darles voz, pero no se puede vivir solo del cine social, hay que convivir con todo.

P.- ¿Cómo supo que quería ser actriz? ¿Cuáles eran sus referentes?

R.- Desde pequeña lo que más me divertía era inventarme ser otra gente. Yo le decía a mi madre que quería ser alcohólica de mayor o prostituta y mi madre me dijo 'igual quieres ser actriz'. Lo que veía en las películas me fascinaba, me ponía como una moto, ir al cine ha sido siempre mi fuente de sueños.

En cuanto a actrices, yo he crecido con las comedias románticas de los 90, mis referentes base eran Nicole Kidman, Sandra Bullock y Julia Roberts.

Magdalena Tsanis

Etiquetas
stats