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El viaje de los artistas españoles para llenarse de los colores y ritmos de China

El viaje de los artistas españoles para llenarse de los colores y ritmos de China

EFE

Shanghái (China) —

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China se ha convertido en una fuente de inspiración y en un punto de inflexión para cada vez más artistas españoles que llegan al país asiático para realizar residencias y quedan atrapados por su magnetismo y su ritmo frenético.

La explosión económica que el país está viviendo está llegando también al mundo del arte y por eso ciudades como Shanghái se están convirtiendo en escalas indispensables para quienes quieren impregnarse de la cultura local y, sobre todo, luchar para que su arte sea global.

“Este es un buen momento y un lugar perfecto para estar como artista”, cuenta a Efe Elías Peña Salvador (Alcorcón, 1992), quien se encuentra realizando una residencia de seis meses en el Swatch Art Peace Hotel, uno de los centros de arte para creadores más cotizados del país.

Un amplio estudio en pleno centro de la bulliciosa Shanghái, a pocos metros del turístico paseo del Bund y de las impresionantes vistas de los rascacielos, y seis meses para perderse entre sus colores y sus curiosas escenas cotidianas.

“Es una ciudad que requiere de mucha energía pero que también te da mucha energía. A nivel artístico está siendo un chute muy grande para mí en cuanto a colores, a lo pintorescas que pueden ser las escenas que encuentro, es una ciudad que tiene muchos pequeños rincones y motivaciones para poder pintar y crear”, cuenta el artista.

Sobre las paredes de su estudio, ubicado en un lujoso edificio que fue un hotel de la casa de relojes suiza, cuelgan varios de los cuadros que ha realizado en los cuatro meses que lleva en la urbe que muestran escenas cotidianas como el tráfico, los hombres jugando a damas en la calle o los banquetes familiares.

Todo en este país es “vibrante, en movimiento, fascinante y desconocido, donde cada día hay algo que te sorprende”. Lleva unos doce cuadros en cuatro meses y generalmente en España “habría hecho la mitad”, reconoce.

Y es que cuando uno tiene la oportunidad de dedicarse seis meses en exclusiva a la creación, sin las distracciones propias del entorno, produce y crece a un ritmo exponencial, cuenta a Efe Miguel Moreno (Madrid, 1978).

“Aquí no solamente estás concentrado en tu trabajo sino que tienes la influencia de 17 artistas más de todo el mundo y es una estimulación permanente que te hace avanzar. El tiempo aquí cunde el triple, un día aquí son tres en España, cambia todo muy rápido y en seis meses eres otra persona”, apunta.

Él acabó la residencia en el Swatch Art Peace Hotel hace unos meses y ha regresado al país para realizar una segunda residencia en China, un país del que ha quedado profundamente enamorado, cuenta.

Ha tenido que traer de vuelta algunas de las obras que produjo para participar ahora en la exposición “Aprender a perderse”, una muestra inaugurada esta semana en la Biblioteca Miguel de Cervantes de Shanghái que cuenta con la participación de tres artistas españoles que han realizado residencias en el mencionado centro artístico: Moreno, Edén Barrena y Santiago Alemán.

En su obra hecha en China, Moreno trata el tema de los trabajadores chinos inmigrantes, personas que “son inmigrantes ilegales dentro de su propio país, gracias al pasaporte interno, y que no tienen muchos derechos por no haber nacido en esta ciudad”.

Con su obra, realizada con cartón reciclado que los propios inmigrantes vendían, buscaba realizar un viaje en el que deconstruyera “mis prejuicios sobre China porque todos estamos llenos de prejuicios sobre todo, pero sobre China creo que más, especialmente en España”, dice.

El mismo viaje quiso hacer Peña Salvador, que es el de tantos otros que vienen a China: “artistas europeos, latinos... partimos de una cierta idea de China que no es del todo cierta y cuando venimos aquí y pasamos un tiempo se nos cambia el chip y te enamoras”, asegura.

Además, realizando este tipo de residencias se logra otro aspecto importante en la escena artística actual, ser conocido en el mundo, ya que ser artista en países como España no es hoy del todo sencillo.

“En estos días el artista está forzado a un constante movimiento, a ser un nómada de país en país y de residencia en residencia para ir labrándose una carrera, es lo que tienes que hacer”, apunta el joven madrileño.

Por Paula Escalada Medrano

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