Brandon Cronenberg no ha venido, pero está en Sitges

Sitges (Barcelona), 12 oct (EFE).- Aunque el virus impida los grandes desplazamientos y que un director de cine como el canadiense Brandon Cronenberg pueda estar estos días en el Festival de Sitges, su segundo largometraje, “Possessor”, que no deja indiferente, sí se ha podido visionar este lunes en el auditorio.

En la burbuja que es el certamen, aunque todo el mundo vaya con rigurosa mascarilla, su nueva y sangrienta propuesta ha recibido los aplausos del público en varios momentos de su metraje.

Antes de iniciarse, a través de un vídeo, Cronenberg ha lamentado no poder estar en la localidad costera barcelonesa y ha recordado que hace unos años sí pudo pisar la alfombra roja con su primer largometraje, “Antiviral”, con el que obtuvo el premio al mejor director revelación.

En 2012, el hijo de David Cronenberg también fue protagonista porque en una comentada rueda de prensa rehuyó toda comparación con su progenitor y llegó a decir que, en realidad, no se llamaba Brandon Cronenberg, si no que tenía otro nombre y que se lo había cambiado en homenaje al director de “La mosca” e “Inseparables”, de quien dijo ser fan.

A pesar de todo ello, tras visionar “Possessor” se puede llegar a la conclusión de que no hay que comparar, pero, en todo caso, se nota que Brandon ha visto todos los filmes de su padre, con tintes futuristas, un gran protagonismo del cuerpo y de sucesos anómalos relacionados con la experimentación humana.

En su segundo filme, muestra lo que le ocurre a Tasya Vos, una mujer que trabaja en una organización secreta, que utiliza tecnología de implantes cerebrales para ocupar los cuerpos de otras personas con el fin de llevarlas a cometer asesinatos.

Con actores como Andrea Riseborough, Christopher Abbott y Jennifer Jason Leigh, en un discreto segundo plano, la película tanto alude a la teoría sobre el aburrimiento del filósofo Walter Benjamin como puede remitir al “Frankenstein”, de Mary Shelley, pero en versión siglo XXI.

La película se ofreció a principios de este año en el Festival de Sundance, cuando todavía el coronavirus no se había convertido en pandemia.

Otra cinta que se programó en el certamen norteamericano y que hoy también está en la parrilla del festival de Sitges es la australiana “Relic”, de la australojaponesa Natalie Erika James, con una casa encantada y una abuela, una madre y una hija bregando con las extrañas presencias que allí discurren.

La actriz Emily Mortimer interpreta a la hija de una mujer, Edna, en cuya piel se pone una inquietante Robyn Nevin, que un día desaparece de una casa en medio del campo, en la zona de Melbourne.

La hija y la nieta (Bella Heathcote) llegarán hasta el lugar para descubrir qué ha ocurrido con la abuela, que acabará apareciendo pero con un extraño comportamiento.

Durante la jornada, además, el veterano actor Manuel de Blas (Badajoz, 1941), con unas 160 películas en su haber y que en 1992 fue Premio Nacional de Teatro, será distinguido con el Nosferatu.

Irene Dalmases.