Diez capillas para peregrinar en la primera Bienal de Arquitectura del Vaticano

El Vaticano participa este año por primera vez en la Bienal de Arquitectura de Venecia con diez capillas, diseñadas por arquitectos como el británico Norman Foster, los españoles Eva Prats y Ricardo Flores, la brasileña Carla Juacaba o el chileno Smiljan Radic.

El Vaticano desveló hoy la lista de arquitectos que han participado en este proyecto y que la completan Andrew Berman (Estados Unidos); Javier Corvalán (Paraguay); Eduardo Souto de Moura (Portugal); Teronobu Fujimori (Japón); Sean Godsell (Australia) y Francesco Cellini (Italia).

La Santa Sede presentó en una rueda de prensa los detalles de la propuesta con la que participará por primera vez en este escaparate internacional de arquitectura, que se celebrará en la ciudad de los canales del 26 de mayo al 25 de noviembre.

Asistieron al acto el presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y comisario del pabellón, el cardenal Gianfranco Ravasi; el presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta, y el responsable del pabellón, el experto en arquitectura Francesco Dal Co.

Tras su paso por las Bienales de Arte de 2013 y 2015, el Vaticano se suma ahora también a la XVI Bienal de Arquitectura que esta edición llevará por tema los espacios públicos abiertos.

En esta línea, el Vaticano desplegará su pabellón en un lugar privilegiado, el bosque de la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, situada justo al otro lado de la Plaza de San Marco, cruzando el Gran Canal.

Un escenario natural y único en el que estarán distribuidas las diez capillas que “en el cristianismo son verdaderos templos”, apuntó el cardenal Ravasi.

Las capillas son “teóricamente desmontables” por lo que una vez concluya la Bienal podrán ser trasladadas a otros lugares, explicó a Efe el responsable del pabellón, Francesco Dal Co.

Las diez capillas están inspiradas en distintos materiales, como la cerámica, la madera o el acero, y todas ellas giran en torno a la idea de la peregrinación, de la búsqueda incesante de la humanidad hacia lo sagrado.

Una peregrinación, señaló el cardenal Ravasi, que es religiosa y al mismo tiempo secular, protagonizada por todos aquellos que quieren hallar “la belleza, el silencio y la voz interior”.

“Simboliza un poco la metáfora de la vida, el laberinto que debemos atravesar hasta que encontremos un día una capilla que nos acoja y nos permita conocer otras y orientarnos”, expresó por su parte Dal Co.

La idea del proyecto parte de la conocida como “capilla en el bosque” que el arquitecto sueco Erik Gunnar Asplund creó en 1920 en el cementerio de Estocolmo.

Para rendirle homenaje, en el inicio del recorrido habrá un espacio dedicado a Asplund, diseñado por la firma de arquitectos MAP Studio de Francesco Magnani y Traudy Pelzel y en el que serán expuestos los diseños y el proyecto original.

La decisión del Vaticano de participar por primera vez en esta Bienal de Arquitectura de Venecia surge del deseo de favorecer de nuevo el encuentro “entre el arte y la fe, dos mundos que en el pasado estuvieron unidos” y que se volvieron extraños a partir del siglo pasado, reveló el cardenal Ravasi.

El presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta, explicó a Efe que el tema de este año es el de los espacios libres porque la arquitectura no es solo el arte de construir edificios, sino que “cuando actúa, también crea espacios externos, da estructuras” al espacio exterior en el que vive la humanidad.

“Hay 64 pabellones y cada uno seguirá su camino. La idea es que cada uno fomente una reflexión, queremos que el público esté presente, participe activamente y perciba que es importante preguntarse y pensar antes de actuar. La arquitectura es el pensamiento aplicado al espacio en el que vivimos”, aseveró.

El pabellón del Vaticano se inaugurará el 25 de mayo, con la asistencia, entre otros, del cardenal Ravasi, y permanecerá abierto al público desde el día siguiente y hasta el 25 de noviembre.