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La gira del productor del éxito religioso ‘Sound of freedom’ con la extrema derecha española de Vox

Eduardo Verástegui, productor de 'Sound of freedom' y miembro de la extrema derecha populista

Javier Zurro

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La película viene con la frase promocional bien clara: “La película de la que todo el mundo habla”. Es una de las pocas veces que un eslogan no miente, porque la verdad es que desde su estreno en EEUU todo el mundo habla de Sound of freedom. El filme de Alejandro Monteverde se convirtió en un fenómeno sorpresa en la taquilla de EEUU, donde ha superado los 184 millones de dólares (su presupuesto es de 14,5 millones). Lo hizo con un boca a boca que convirtió este thriller basado en hechos reales –la investigación de una trama de tráfico y explotación infantil– en un éxito con una recaudación superior a la de presuntos taquillazos como la última entrega de Indiana Jones.

Sound of freedom estuvo a punto de no ver la luz. Como contaba Alberto Corona en su reportaje de elDiario.es, fue su productor Eduardo Verástegui quien llevó la película al estudio especializado en películas religiosas Angel. Fueron ellos los que decidieron estrenar el filme y los que se han llevado los laureles (y el dinero). En Angel son especialistas en películas sobre la fe y no dudaron en estrenar este filme que ha sido promovido por Donald Trump, que realizó una proyección particular en su campo de golf, animó a la gente a verla y posó con el equipo del filme, entre ellos su protagonista, Jim Caviezel –actor ultraconservador protagonista de La pasión de Cristo–; y el propio Verástegui, que ha sido un elemento clave en el éxito del filme.

Un éxito que ha sido provocado, sobre todo, por los sectores más ultraconservadores. De hecho, en EEUU la película ha sido reapropiada por QAnon. El grupo reivindica desde hace años que hay una conspiración mundial de poderosos demócratas que raptan niños para explotarlos sexualmente y otras muchas barrabasadas. Aunque el director del filme se ha intentado desmarcar de QAnon y de estos sectores, es imposible huir de ellos cuando el verdadero promotor de la película, Eduardo Verástegui, es una de las figuras más prominentes de la ultraderecha actual. 

En España la película también ha sido reivindicada por la extrema derecha. Verástegui ya había dado señas de cercanía con los sectores más reaccionarios españoles, de hecho en 2009 fue premiado por Hazte Oír por su compromiso en contra del aborto, pero en su gira promocional ha aprovechado para reunirse y posar con todos los líderes de Vox. Un repaso a sus publicaciones en redes sociales de los últimos días deja claro el paseíllo del productor junto a toda la plana mayor del partido. “Reunido con mi amigo Santiago Abascal. Hablando de continuar juntos la lucha por la libertad y por la vida en nuestros países. ¡Juntos somos más fuertes!”, dice en una de sus publicaciones. 

No es la única junto al líder de Vox, sino que aprovechó para celebrar junto a él el día de la Hispanidad. También ha posado con Ignacio Garriga y la película ha sido recomendada por Jorge Buxadé. En su timeline se puede ver igualmente cómo retuitea los ataques de Rocío Monasterio contra el comunismo y contra la petición de las futbolistas de la selección femenina por tener el mismo sueldo que sus compañeros masculinos. 

En su gira promocional también pasó por la Nave del Misterio, es decir, por Cuarto Milenio, el programa de Iker Jiménez donde, pese a las intentonas del director del filme de desvincularlo de QAnon dio alas a la teoría de la conspiración. “Es una industria que genera ciento cincuenta mil millones de dólares al año. Hay mucha gente involucrada en esto, tanto del sector político como religioso, empresarial y medios de comunicación”, dijo en el programa de Cuatro. En otra entrevista en El Debate fue más lejos: “Seguramente hay mucha gente dentro de Hollywood que está involucrada en este crimen que no quieren que algo como esto salga a la luz por miedo. Y al mismo tiempo, mientras no quieren que salgan, siguen avanzando con su agenda de querer legalizar la pedofilia, sexualizar a los niños del contenido que produce Disney”.

“Casi todo lleva a una agenda tremenda de cómo sexualizar a los niños mientras Sound of Freedom busca rescatar a los niños. Ellos buscan sexualizar a los niños, buscan normalizar lo que no es normal para que después pase a ser una ley. Muchos países han tratado de legalizar la pedofilia. Entonces viene esta película y les pega a todos y les tumba su castillito de arena y se enojan. Y por eso también la persecución, porque tienen cómo hacerla, tienen el dinero, tienen los medios, tienen el poder. Pero estamos listos para dar guerra”, continuó alentando esa máxima de la extrema derecha actual de que quieren impedir a toda costa que hablen, obviando que lo decía en un programa de máxima audiencia y que su película es un éxito mundial en todos los países.

En la entrevista lanzó varios de sus dogmas. Verástegui está en contra del colectivo LGTB, del aborto y hasta de la agenda 2030. Incluso ha llegado a vincular directamente en un tuit la homosexualidad con la pedofilia y el tema de la trata de menores que aborda en Sound of freedom. Verástegui no es solo un productor con ganas de foco, sino que también tiene aspiraciones políticas y se ha registrado como candidato independiente a la presidencia de México en las próximas elecciones. Para promocionar sus ideas ha grabado un vídeo en el que se le muestra disparando una metralleta asegurando que eso es lo que van a hacer con la agenda 2030 cuando él llegue al poder. Son constantes sus ataques al feminismo, la izquierda y comparte la agenda de temas y dialéctica de cualquier líder populista de extrema derecha. Su último amigo es Javier Milei, candidato a la presidencia argentina al que ha apoyado públicamente y con el que ha posado. Él quiere ser el Milei mexicano.

Altruismo polémico

La llegada a España de Sound of freedom se ha saldado con un total de 950.000 euros en los 310 cines donde se ha proyectado. Casi un millón, una cifra más que sólida para una película independiente que ha sido distribuida por A Contracorriente, que ya ha llevado otros éxitos de corte religioso como la serie The Chosen, que aquí se proyectó en cines antes de su llegada a plataforma.

La campaña de promoción ha seguido el mismo patrón que la de EEUU, y por tanto también se ha optado por la polémica práctica del pay it forward. Dicha acción, vestida de altruismo, consiste en la compra de entradas por parte de ‘benefactores’ que pagan tickets para que aquellos que no tengan recursos para ir al cine puedan acudir a ver el filme. Esto dio lugar en EEUU a imágenes de salas que presentaban el cartel de todo vendido pero que estaban, realmente, prácticamente vacías, lo que hizo cuestionar a muchos si el éxito de Sound of freedom no estaba inflado por dicho altruismo.

Si bien en España se ha instaurado el pay it forward, la forma de canjear las entradas no es tan sencilla para el usuario medio y no ha tenido tanta repercusión. En redes sociales, la distribuidora ha compartido el enlace que lleva directamente a la página de Angel Studios, donde puedes elegir uno de los 150 cines (la mitad del total) que ofrecen esta práctica. Una vez elijas el cine y la sesión, debes registrarte o poner tu número de teléfono para que llegue un código de WhatsApp. Una vez llegue el código por el servicio de la mensajería, debes introducirlo, tras lo que te pedirá que prometas que vas a usar la entrada. Al aceptar llega un código al WhatsApp que es el que tendrás que canjear ya desde la web del cine elegido, en un proceso algo farragoso pero que ha funcionado en EEUU.

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