Con flores, misa y demanda de justicia conmemoran a difuntos en Nicaragua

Miles de nicaragüenses acudieron este sábado con flores y coronas a los diferentes cementerios del país para conmemorar el Día de los Muertos, un festejo en el que los familiares de las víctimas que han dejado las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega desde hace más de 18 meses clamaron por justicia.

Desde tempranas horas familias completas comenzaron a llegar a los camposantos para depositar flores sobre las tumbas, en coloridos ramilletes, coronas u otros recuerdos.

En algunos casos los nicaragüenses se hicieron acompañar de músicos a los camposantos, donde además de la comida, degustaron del buñuelo y de la sopa borracha, dulces empalagosos que consumieron al pie de las tumbas de sus seres queridos.

En algunos camposantos de los 153 municipios nicaragüenses se ofició misa por los muertos.

Los sacerdotes asistieron a los cementerios y a petición de los fieles católicos se acercaron a las tumbas para rezar por algunos difuntos.

El cardenal nicaragüense y arzobispo de la capital, Leopoldo Brenes, ofició una misa en el cementerio general en Managua en la que destacó que el Día de los Difuntos es de oración, reflexión y peregrinación.

La alcaldesa de Managua, la sandinista Reyna Rueda, participó en esa eucaristía y no precisó si el presidente Daniel Ortega participaría o no en alguna actividad en ocasión del Día de los Muertos.

En los cementerios también se agolparon puestos ambulantes de flores, entre artificiales y naturales, así como quienes ofrecían sus servicios de limpieza de lápidas y panteones.

Asimismo, hubo puestos médicos y vigilancia policial, constató Efe durante un recorrido.

Pese a la presencia policial, la tumba de uno de los jóvenes asesinados en el marco de las protestas contra Ortega fue profanada, según denunciaron sus familiares, que achacaron el acto de vandalismo a simpatizantes sandinistas.

La familia de Josué Mojica, asesinado el 8 de julio del año pasado en el departamento de Carazo (suroeste) cuando tenía 18 años de edad, divulgó fotografías y videos de los daños causados en el exterior de la tumba en donde descansan sus restos, mientras sus familiares, en medio de dolor y llanto, expresaron a los periodistas su impotencia e indignación.

“¿Qué ganan con dañar una tumba? Ya lo mataron, ya que lo dejen en paz”, dijo una de las tías del joven.

En tanto, un grupo de opositores a Ortega participaron en una misa en la Catedral de Managua donde demandaron justicia por las víctimas que han dejado las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018.

A esa misa acudieron los integrantes de la denominada Asociación Madres de Abril -compuesta por los familiares de las víctimas que han dejado las manifestaciones antigubernamentales-, excarcelados políticos, y miembros de las opositoras Unidad Nacional Azul y Blanco, y Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.

Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 651 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.

Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), adscrito a la CIDH, el mayor responsable de la violencia es el Gobierno de Ortega, a quien responsabilizan de cometer incluso crímenes “de lesa humanidad” en medio de la crisis.