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Un festival de música clásica para vencer clichés en el país de la samba

Un festival de música clásica para vencer clichés en el país de la samba

EFE

Sao Paulo —

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La música clásica aterriza en la región de Sao Paulo, en Brasil, con el festival de Campos do Jordao, que cumple 50 años con la misión de difundir la música erudita y derribar sus clichés elitistas en el país de la popular samba.

El certamen, el mayor del género de América Latina, incluye como novedad a diversos artistas de renombre de la música popular brasileña para llegar a más público en esta edición conmemorativa.

Carlinhos Brown, Toquinho o Mónica Salmaso actuarán acompañados de una orquesta sinfónica con la idea de atraer a más público y democratizar el festival.

Durante un mes, del 29 de junio al 28 de julio, más de 100 artistas se darán cita y ofrecerán al público conciertos y clases para jóvenes músicos en Campos do Jordao, una localidad serrana situada unos 170 kilómetros de distancia de Sao Paulo.

Por el cartel del festival, ya han pasado artistas de renombre como el violinista y director de orquesta Yehudi Menuhin; el también director de orquesta Eleazar de Carvalho; la soprano Dame Kiri Te Kanawa; o el emblemático trío de piano Trio Beaux Arts.

El festival se basa en dos pilares. Por un lado, las presentaciones y conciertos y, por otro, la formación, pues 200 alumnos de música harán una inmersión en el género y durante todo el festival convivirán y tomarán clases de algunos de los mejores artistas del panorama musical.

“Es una iniciativa de divulgación y valorización de la música clásica, de la formación del público y también un estímulo al turismo y a la promoción del desarrollo económico”, explicó a Efe Sérgio Sá Leitão, secretario de Cultura del estado de Sao Paulo y exministro de Cultura de Brasil.

El festival, que nació hace 50 años gracias a la demanda del público que quería escuchar música erudita, se fue consolidando hasta convertirse en el mayor de Latinoamérica y hoy es reflejo de la creciente tradición brasileña por el género.

“La música clásica brasileña vive hoy su mejor momento, es una tendencia creciente, hay más público, más reconocimiento, más salas de concierto de alto nivel y más músicos, el festival es la vitrina de este momento prometedor”, añadió el exministro.

Sin embargo, a pesar del aumento de la demanda del género, a la música clásica le sigue acompañando la idea de elitismo a la hora de acceder a ella, tanto en el plano económico -boletos caros-, como en la esfera de formación cultural.

Este año el festival rompe con esa imagen al incluir un gran número de artistas populares brasileños y ofrecer el 70 % de su programación gratuita, tanto en plazas como auditorios.

Antonio Ribeiro es el director de la orquesta jazz sinfónica, fundada en 1989 gracias a una iniciativa de la Secretaría de Cultura de Sao Paulo, cuyo repertorio consiste en arreglos sinfónicos de música popular.

Él defiende la música popular brasileña como un activo, un “patrimonio cultural que no puede ser abandonado”.

Por ese motivo, la orquesta crea arreglos de alto nivel y los presenta sobre el escenario con artistas que hablan de diversos ritmos.

“El formato de presentación de la orquesta sirve para que los jóvenes se puedan interesar por una didáctica erudita, en el festival hay mucho nivel y es una oportunidad cultural única”, subrayó Ribeiro.

Entre el público, se encuentran estudiantes, pero también muchos aficionados que buscan disfrutar al vivo de las mejores piezas musicales.

Por su parte, Marcelo Lopes, director ejecutivo de la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo (Osesp), destaca que el festival es una “buena puerta de entrada” para quien no está acostumbrado a ver una orquesta sinfónica, por lo que se muestran otras posibilidades sonoras.

“Es lógico que el entendimiento de la música clásica de una forma más profunda requiere una formación previa, pero, en la medida en la que hacemos estos conciertos abiertos el público, se va entendiendo su lenguaje”, declaró a Efe Lopes.

Para él, se trata de un momento “muy relevante” en el que gran parte de las clases de renta más baja pueden acceder a unos conciertos y una oferta musical que tradicionalmente tiene unos precios de entrada más elevados.

Sandra Carnota Mallón

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