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Fabra reniega de las manifestaciones de la 'guerra del agua' financiadas por el PP

Alberto Fabra durante la sesión de control

Toni Cuquerella

VALENCIA —

El acuerdo del trasvase Tajo-Segura marca ahora la “paz del agua”, paz a la que se ha llegado “reunidos con los que teníamos que reunirnos y hablando con quien teníamos que hablar”. De esta forma se expresaba durante la sesión de control el President Alberto Fabra quien, renegando de manifestaciones apoyadas por el PP con paella gigante bajo el lema 'Agua para todos' junto a agricultores: “así trabaja el PP, huyendo de plataformas, de manifestaciones y pancartas, y con trabajo de despacho”, ha manifestado el 'president'.

“Hemos sabido conseguir lo que queríamos”, afirmaba así que “para otros, este acuerdo puede que no colme sus expectativas, pero para los agricultores colma sus necesidades, porque desde el primer día hemos ido de la mano de los agricultores, para defender sus intereses, que son los intereses de la Comunitat Valenciana y lo seguiremos haciendo para conseguir las oportunidades y los derechos que precisan todos los ciudadanos”, ha recalcado.

Pero esta “paz” fue antes “guerra”, y el PP uno de los animadores más activos de la batalla. El momento culminante fue la manifestación del 2 de marzo de 2003 cuando según sus organizadores se contó hasta con 600.000 asistentes en Valencia para reivindicar el trasvase del Ebro incluído dento del Plan Hidrológico Nacional. De esta manifestación no “huyó” el PP, es más, llegó a financiarla con 1,7 millones de euros a través de diferentes instituciones y organismos que tenía bajo su control.

La manifestación fue especialmente recordada por ofrecerse 120.000 raciones gratuitas de paella, pero también por el enorme apoyo institucional que obtuvo desde el PP: 540.910 euros del Consell; 623.920 euros de les Corts; 200.000 euros de la Diputación de Valencia; y la financiación de los autobuses necesarios de las diputaciones de Alicante y Castellón para asegurar los asistentes. Además Canal 9 emitió espacios gratuitos con publicidad de la convocatoria durante los semanas.

Pero las plataformas de las que ahora “huye” el PP antes eran apoyados de cerca. Organizó la manifestación la conservaora Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) y en el comité organizador había representantes de las organizaciones empresariales valencianas y murciana, el secretario de la Real Acequia del Júcar y la responsable de la Federación de Amas de Casa, todo personas cercanas al PP. Este montaje fue repudiado por uno de los socios potenciales, la Unió de Llauradors, que rechazó sumarse a la concentración por la politización del acto y porque carecía de contenido reivindicativo. Con todos ellos el PP no “huyó” de la pancarta, sino que se puso físicamente y metafóricamente detrás sosteniendo el recordado “agua para todos”.

Esta 'guerra del agua' no sirvió para que se ejecutase el trasvase del Ebro (el gobierno socialista derogó al año siguiente el PHN), pero colaboró a encumbrar a Francisco Camps que tres meses más tarde ganó sus primeras elecciones autonómcas.

Acuerdo “histórico”

Diez años más tarde, tras la subida al poder de la popular María Dolores de Cospedal al Gobierno de Castilla-la Mancha que apartó al PSOE en esta comunidad, y sin tripartito catalán contra el que exigir el agua, las cada vez más débiles reivindicaciones del agua se acabaron secando; y con el PP de vuelta en el Gobierno Central ha acabando olvidando el PHN (y con éste el trasvase del Ebro).

Tras unas breves reivindicaciones con sordina en actos como el 9 d'Octubre o el vilipendiado Pacto Civil de la Comunitat Valenciana, el PP ha querio matar el asunto con un acuerdo “histórico”, según lo ha calificado el propio Fabra. Se ha acordado así que la reserva mínima del río para permitir trasvases sea de 400 hectómetros cúbicos (mayor que los 240 hectómetros estipulados hasta ahora), mientras que la media a trasvasar oscilará entre los 350 y los 600 hectómetros.

Un acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo central y la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia, Madrid y Extremadura, un pacto que asegura el President generará más de 100.000 empleos directos e indirectos, según aseguraba Fabra este jueves.

Así, como afirmaba el portavoz del PP Jorge Bellver, se pasa “de la guerra del agua a la paz del agua” porque los populares han recuperado “el consenso que los socialistas rompieron hace nueve años por el decretazo”. Aquella batalla de de hace 10 años parece ser que no existió.

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