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El dilema de las empresas públicas: ¿deben presentar ERTE si están cerradas o reducen de manera extrema su trabajo?

Museo de las Ciencias de Valencia.

Sergi Pitarch

Valencia —

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L'Oceanogràfic y el Museu de les Ciències solo están separados por 100 metros de distancia y forman parte del mismo complejo arquitectónico. Los dos edificios fueron cerrados el mismo día por el decreto del estado de alarma. Pero pese a su cercanía y compartir incluso paquetes turísticos, los dos emblemas turísticos afrontan la crisis sanitaria y económica de menera diferente. 

L'Oceanogràfic, gestionado en concesión por la empresa Avanqua, presentó un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) por fuerza mayor la pasada semana que afecta a más de 200 empleados. Cacsa, la empresa pública que gestiona el Museu de les Ciències, tiene a todos sus empleados en casa pero percibiendo sus nóminas como antes de que se cerraran por decreto sus instalaciones.

La EMT no es una empresa afectada directamente por el decreto de estado de alarma, pero ha visto caer sus ingresos de manera exponencial y los pasajeros de sus autobuses en un 90%. Sus gestores ya negocian con los representantes de los trabajadores la aplicación de un ERTE, que son suspensiones de empleo temporal o cambios organizativos con afectaciones al salario, pero no despidos. En cambio, Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) ha tenido un descenso similar de viajeros y, de momento, no ha optado por esta opción.

“No descartamos que se pueda poner en marcha un ERTE, pero desde nuestro punto de vista no sería muy realista porque la gente que está en casa está en 'reserva' por si hay problemas, incidencias o bajas”, explica Antonio Soler, miembro del comité de empresa por UGT en Ferrocarrils de la Generalirat (FGV). Como no sabemos la incidencia entendemos que no sería muy aconsejable. En oficinas están de teletrabajo y en talleres con la mitad de personal de presencia y la otra mitad está en su casa por su hubiera incedentes“, apuntan desde el sindicato. FGV ha visto reducido el número de pasajeros entre un 85 y un 94 % durante el estado de alarma.

Esta contradicción de actuacciones en empresas con los mismos fines y del mismo sector abren un debate que ya se está generando tanto en la empresa privada como en las administraciones. ¿Deben las empresas públicas afectadas por el decreto de alarma o que sufran un gran impacto económico presentar un ERTE? 

Fuentes del Consell consultadas por este periódico son partidarias de las dos opciones. Una parte del Gobierno valenciano plantea que la administración debería “ser ejemplar” en este momento de “sufrimiento” y aplicar medidas que ya se están asumiento en el sector privado. Otros mantienen que se debe aguantar para no generar más “damnificados” y porque al finar será el “erario” quien deba asumir el parón. O la Generalitat o la Seguridad Social.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, a preguntas de los periodistas, mantuvo este martes que los ERTE en empresas públicas en este momento “no están previstos”, pero advirtió de que más adelante “no es descartable”. Llegado el caso, añadió, solicitarán “las compensaciones necesarias como cualquier otra empresa”.plantear despidos temporales porque no se sabe cómo afectará el coronavirus.

Francisco Caballero, de la federación de Servicios Públicos de UGT, afirma que el ERTE “por fuerza mayor” en aquellas actividades prohibidas sí que cabría, tanto para los entes como las empresas públicas en caso de que la mayoría de sus ingresos sean por una actividad. “Un ERTE de suspensión temporal con servicios mínimos y siempre y cuando fuera personal de relación laboral porque cotizan al desempleo”, añade. En nuestro caso contactamos con la dirección general de Empleo para que se pusiera en contacto con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y dictar protocolos para las corporaciones locales.

En el sector privado tampoco hay quorum y las empresas están optando por opciones diferentes, aunque las directamente afectadas por el decreto de alarma lo hacen por los ERTE. Stadler, la empresa que fabricación de locomotoras desde su planta de Massamagrell, ha optado por cerrar la planta por seguridad laboral, pero mantendrá el sueldo íntegro a sus empleados. Hoteleras como la alicantina Servimedia han enviado a todo su personal a un ERTE ante el cierre de todos sus hoteles. 

Incluso algunas, con resultados positivos durante años y repartos de beneficios recurrentes, se han abrazado al Estado. Es el caso de Promociones y Ediciones Culturales (Pecsa), la empresa editora del periódico Mediterráneo, que ya ha anunciado que presentará un ERTE aunque todavía se desconocen los pormenores. La autoridad laboral deberá evaluar este expediente con la complejidad que supone que entre su accionariado se encuentra el propio presidente de la Generalitat.

En la Comunitat Valenciana, a fecha de 24 de marzo había presentados 19.221 ERTE que afectan a 120.066 trabajadores.

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