Una tienda de calzado, una empresa de grúas y cientos de voluntarios se alían para fabricar 2.000 mascarillas en Soria

En momentos complicados las buenas ideas aparecen como fogonazos. Como en muchos sitios de España, ante las noticias que alertaban de la escasez de material de protección para el personal sanitario, el dueño de una de las zapaterías más antiguas de Soria, Óscar Alcubillas, lo vio claro: tenía que ponerse a fabricar mascarillas para proteger a los sanitarios del hospital y para sus vecinos.

A pesar de no disponer de telas y de que en su taller solo tiene un par de máquinas de coser, la idea ya había eclosionado en su cabeza. “Óscar es un militante de causas perdidas”, resume entre risas José Ángel Velasco, amigo de este zapatero soriano y dueño de una empresa de grúas.

“Como soy un poco ñapas, me dedico, además que a la asistencia en carretera, a la compraventa de stocks. Óscar sabía que suelo guardar objetos raros, así que me preguntó si tenía telas”, cuenta Velasco por teléfono. Y vaya si tenía.

En su almacén, José Ángel guardaba medio trailer repleto de bodies de niños a estrenar y de rollos de tela de algodón intactos. Era el stock de una fábrica textil que cerró hace unos meses y que José Ángel había comprado. “Le di la llave y le dije que cogiera lo que necesitase”. Tenían la idea y las telas. Tan solo necesitaban los patrones y las máquinas de coser.

Haciendo cuentas, Oscar se percató de que con sus dos máquinas no irían muy lejos. “Con las mías podemos coser tela o cuero, pero estamos limitados y queremos hacer muchas, muchas más”. Calcula que pueden llegar a confeccionar unas 2.000 en esta primera tanda.

Lograron los patrones estándar que se utilizan en varios países. Hicieron una publicación en Facebook y la noticia ha recorrido ya toda la provincia. “Nos han contactado cientos de personas, particulares y empresarios, para ofrecernos sus máquinas de coser y su trabajo desinteresado”, explica Óscar. Les han contactado desde una mercería de barrio hasta una fábrica textil, tanto de Soria y como de varios pueblos de la provincia.  

“De momento tenemos para tirar una temporada”, dice Óscar mientras explica por teléfono que están estudiando los gramajes de tela. Para las tareas de costura y corte plantean “que nadie se mueva de casa”. “Nos hemos dado cuenta de que casi todo el mundo tiene una máquina de coser en su casa. ¡Nos han escrito hasta señoras que tienen una a pedales!, señala con entusiasmo.

Las mascarillas, aunque siguen el patrón de las quirúrgicas, serán reutilizables y no tendrán uso sanitario. Están pensadas para personal municipal, policías, conductores de ambulancias, trabajadores de  supermercados y de servicios de limpieza. Aunque Óscar asegura que están también en contacto con las administraciones publicas para, si es necesario, ponerse a confeccionar mascarillas de tipo médico si les proporcionan los materiales.

“Queremos concienciar para que la gente se ponga la mascarilla cuando vaya a hacer la compra o en el trabajo”. Una medida más para reducir los contagios. “Lo que hacemos no es para se protejan ellos del virus sino para no contagiar”, resume.