Tercer día consecutivo de protestas rifeñas para exigir a Marruecos la liberación de sus líderes

Miles de manifestantes de la ciudad rifeña de Alhucemas, en el norte de Marruecos, volvieron este miércoles a tomar las calles por tercer día consecutivo para reivindicar demandas sociales y exigir la liberación de sus líderes.

La protesta se celebró en el barrio popular de Sidi Abid debido a que la céntrica plaza Mohamed VI, donde “Al Hirak al Shaabi” (movimiento popular) convoca habitualmente sus manifestaciones, se encontraba completamente tomada por la policía marroquí.

“El pueblo quiere liberar al detenido”, “Majzen (en alusión al sistema político) escucha, ya no das miedo” y “¡qué escándalo! Habéis reprimido el pacifismo”, fueron una parte de las consignas repetidas en esa protesta.

La protesta, en la que participaron rifeños de diferentes edades y sexos, fue dirigida por la activista Nawal Benaisa, la nueva dirigente de Al Hirak que sustituyó al líder carismático Nasser Zafzafi, detenido el pasado lunes cerca de Alhucemas al lado de otros activistas.

En declaraciones a Efe, Benaisa, 36 años y ama de casa, aseguró que los manifestantes están a favor de continuar la protesta hasta el final. “Yo no hago nada, las decisiones se toman de forma colectiva, tras escuchar a las orientaciones de la calle. La calle está a favor de continuar manifestándose hasta que se responda a todas las reivindicaciones”, dijo Ziani a Efe.

Subrayó que la demanda prioritaria actualmente es la liberación de “todos los detenidos”, y advirtió que los habitantes de la ciudad empiezan a pedir que haya una desobediencia civil, aunque ella personalmente, apunta, no está de acuerdo con que se aplique esa medida actualmente.

Ziani, madre de cuatro hijos, dejo de estudiar en la secundaria porque, según explicó, en Alhucemas no hay una universidad, que es una de las demandas importantes de las protestas. La mujer relata haber luchado en Al Hirak (el movimiento) desde los primeros días, aunque su papel no fue muy visible porque se dedicaba a labores humanitarias del movimiento, como la ayuda a las personas que padecen de cáncer.

Los sucesos en el Rif han removido el mundo político en Rabat: distintos grupos parlamentarios (entre ellos los islamistas y el del Istiqlal) han reclamado infructuosamente la comparecencia del ministro del Interior Abdeluafi Laftit en la Cámara de Representantes.