La policía turca desmantela una fábrica de chalecos salvavidas falsos para refugiados
Las autoridades turcas han desmantelado la producción de chalecos salvavidas falsos en una fábrica en Izmir, Turquía, punto de salida de miles de refugiados y migrantes hacia Grecia. El anuncio de las autoridades de este 6 de enero, recogido por The Guardian y medios turcos como Hürriyet, apuntaba que la policía ha incautado 1.263 chalecos que no contenían los materiales necesarios para la flotabilidad de sus usuarios, en su mayoría, refugiados.
La operación policial se produjo un día después de que al menos 34 personas muriesen en su intento de llegar a Grecia desde Turquía, según informó la gendarmería turca a la agencia Reuters. Los cuerpos de los fallecidos, entre los que se encontraban tres niños, aparecieron en las costas turcas este martes. Varias imágenes mostraron a personas muertas que portaban chalecos salvavidas.
La crisis humanitaria de refugiados de los últimos años, la mayor desde la segunda guerra mundial, ha disparado el número de personas que buscan un lugar seguro fuera de sus fronteras. La migración de personas buscando refugio ha llegado, sobre todo, a los países limítrofes de países en conflicto, como Siria, pero también a Europa. En este 2015, 1.008.616 personas han llegado a Europa a través del Mediterráneo, según los datos de Acnur. Unas 850.000 lo han hecho desde Turquía a Grecia.
Ese flujo de refugiados ha supuesto que los negocios relacionados con el tránsito de los refugiados se hayan disparado y muchos locales hayan adaptado sus productos a este fenómeno. Izmir es un ejemplo claro de cómo han actuado y engañado los traficantes de personas a los demandantes de asilo buscando obtener el máximo beneficio.
En este último año, las informaciones de diferentes medios y periodistas, así como de varias organizaciones humanitarias, señalaban la venta de chalecos salvavidas falsificados (muchos intentaban imitar la marca 'Yamaha', la más demandada) y que en algunos casos, también eran defectusos y su uso podía ser incluso contraproducente porque los materiales pesaban en el agua.
En la operación de este miércoles, la policía encontró a dos menores sirios que trabajaban en la fábrica. Las críticas sobre la pasividad de la policía turca ante la visible actuación de los traficantes de personas han sido también una constante. A finales de 2015, la UE ofreció 3.000 millones de euros a Turquía para que frenara la llegada de refugiados a Europa.