Escrivá planea endurecer los requisitos de acogida de los migrantes que llegan en patera

Gabriela Sánchez

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El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones planea endurecer los criterios para acoger a los migrantes que llegan a las costas españolas. En caso de pico migratorio, el ministro José Luis Escrivá prevé “priorizar” a las personas que, en base a nuevos requisitos, sean considerados “realmente vulnerables”, según confirma la Secretaría de Estado de Migraciones. Sus planes pretenden dejar sin plaza de acogida humanitaria a los hombres solteros sanos de países con los que España tenga un acuerdo de repatriación vigente. 

La primera instrucción con la que Escrivá buscaba restringir la acogida de los recién llegados se aprobó el pasado lunes, pero sus consecuencias empujaron al Ministerio a recular en menos de 24 horas. El primer día de su aplicación, nueve personas se quedaron en la calle. Al día siguiente, iban a resultar afectados 39 marroquíes, según confirman desde el Ayuntamiento de Granada, que empezó a prepararse para buscarles un alojamiento de emergencia, hasta que Migraciones se echó para atrás.

“Puestas en práctica estas modificaciones, se ha observado que su implementación puede generar distorsiones y efectos negativos indeseados en el proceso de acceso a plazas de Acogida de Atención Humanitaria, por lo que resulta aconsejable suspender su puesta en práctica”, reconoce el escrito al que ha accedido este medio. La Secretaría de Estado de Migraciones, sin embargo, asegura que se trata de una paralización temporal de la instrucción y el Ministerio mantiene la intención de aplicar los nuevos requisitos, dado que la “suspensión responde únicamente” a que se necesita más “tiempo” para “consensuar protocolos internos antes de empezar a aplicarlo”. 

Dos objetivos

La instrucción en suspenso, a la que ha accedido elDiario.es, tiene dos objetivos. Por un lado, el Ministerio excluye de la acogida a los hombres solteros sanos de aquellos países con los que el Gobierno tiene un acuerdo de repatriación, aunque este no se esté aplicando debido a las reticencias o restricciones de sus países de origen, como ocurre actualmente en el caso de marroquíes, argelinos o senegaleses. 

“Serán beneficiarios de los recursos de acogida humanitaria aquellas personas migrantes en situación de vulnerabilidad, los solicitantes de asilo y los nacionales de países con los que no exista acuerdo de repatriación en vigor”, establece la orden paralizada, enviada el lunes 20 de septiembre a las entidades y centros que forman parte del sistema de atención humanitaria estatal. Según el escrito, el Ministerio entiende por personas en situación de vulnerabilidad “a las mujeres solas, mujeres con hijos, personas enfermas, personas con discapacidad, y otras vulnerabilidades detectadas en el cribaje realizado” tras su desembarco. Las plazas estatales también podrán recibir “a los nacionales de países con los que no exista acuerdo de repatriación”, a las que el Gobierno no puede devolver a sus países de origen.

Inclusión también busca “priorizar” la atención de migrantes “especialmente vulnerables” en caso de no haber plazas suficientes. Así, Migraciones pretende establecer un orden por el cual serán acogidas en primer lugar “las mujeres solas, mujeres con hijos, personas enfermas, personas con discapacidad y otras vulnerabilidades detectadas” tras el desembarco. En segundo lugar, la red de atención recibirá a solicitantes de asilo y, por último, a las “personas nacionales de países con los que no exista un acuerdo de repatriación”. 

El Ministerio deja claro que “solo se derivará a plazas de acogida a personas que estén incluidas en alguna de las categorías indicadas” y siguiendo el “orden de prioridad”. 

“A la vista de la situación de saturación de la red de plazas del Programa de Atención Humanitaria debido al incremento de más del 200% las llegadas por costas en el 2021”, explica la instrucción, la Secretaría de Estado “procede establecer criterios para priorizar el acceso a las plazas de acogida”. No obstante, las entradas irregulares marítimas y terrestres a España han aumentado un 53% hasta mediados de septiembre -no un 200%-, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los últimos datos de Interior. Tampoco la red de acogida está saturada: en estos momentos hay un 30% de plazas libres.

Efectos de un día de instrucción

El pasado lunes, el colectivo Emergencia Frontera Sur recibió un aviso del Ayuntamiento de Motril: nueve hombres marroquíes llegados en patera al puerto de la localidad andaluza se habían quedado en la calle, en vez de ser alojados de forma temporal por el sistema de acogida estatal, gestionado por el Ministerio de Inclusión, como suele ser habitual. Les advirtieron de que la historia se repetiría al día siguiente, cuando se esperaba la salida de 39 migrantes magrebíes del Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Motril. Tampoco tenían un lugar donde quedarse.

Las nueve primeras personas fueron asistidas por Emergencia Frontera Sur. El Ayuntamiento de Granada empezó a prepararse para atender a las otras 39 personas, confirman fuentes del Consistorio. Informa Álvaro López. “Luego no sé por qué circunstancias, no sé qué pasaría, pero de repente se los llevó Cruz Roja”, dice Antonia Franco, portavoz de Emergencia Frontera Sur en Motril. Aunque la activista no lo sabía, la razón se encontraba en la instrucción aprobada el pasado 20 de septiembre por Inclusión y su posterior suspensión.

Varias organizaciones que forman parte del sistema de atención humanitaria estatal han mostrado a elDiario.es su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno vuelva a activar la instrucción y, en la práctica, excluya de la red de acogida a personas de determinadas nacionalidades. El director de Andalucía Acoge, José Miguel Morales, advierte de los efectos de la activación de la instrucción. “Nos puede llevar a la situación que hubo durante los años 2017, 2018 y anteriores, que en la práctica generó que cientos de hombres se quedasen vagando por las calles, pidiendo dinero para continuar su viaje”, ha advertido. La situación, además de dejar sin techo a los migrantes afectados, puede generar “alarmas sociales en determinadas ciudades”, alerta. Sería, según Morales, “un paso atrás”.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado celebra la suspensión de la instrucción, pero solicita al Ministerio que no continúe con sus planes de endurecer los requisitos: “El sistema de protección de atención humanitaria, no puede discriminar en función de nacionalidades sino de vulnerabilidad de las personas que se acogen a este recursos”, explica Estrella Galán, secretaria general de la ONG.

Desde la Secretaría de Estado de Migraciones insisten en que la exclusión no se realiza en base a la nacionalidad, dado que los planes de Escrivá pueden afectar especialmente a ciudadanos magrebíes. “Puede haber magrebíes solteros vulnerables. No es un tema de nacionalidad, sino de asegurar que el sistema estatal, que debe asegurar atención humanitaria a quien la precisa, llegue a quien la precisa”, indican.