La comisión independiente que investiga a Oxfam concluye que sus mecanismos de denuncia de abusos son ineficaces
La comisión independiente creada por Oxfam en febrero de 2018 para evaluar a la organización después de que saliera a la luz que altos cargos de la rama británica de la ONG pagaron por sexo a jóvenes haitianas en Haití tras el devastador terremoto de 2010 ha publicado este miércoles su informe final. Entre sus resultados, concluyen que Oxfam “ha dado prioridad a los objetivos de sus programas por encima de la puesta en práctica de sus valores fundamentales y del principio de 'no ocasionar daños' a las comunidades, las organizaciones socias y su equipo”.
Asimismo, la denominada 'Comisión Independiente sobre Conductas Sexuales Ilícitas, Rendición de Cuentas y Cambio Cultural' considera que la ONG cuenta con mecanismos de denuncia “ineficaces y fallos en los procesos de protección y salvaguardia”. El informe se publica un día después de que el organismo del Gobierno británico encargado de fiscalizar a las ONG difundiera los resultados de su investigación, que concluye que Oxfam Reino Unido no investigó de forma adecuada los casos de explotación sexual en Haití.
La comisión independiente ha identificado problemas en los entornos de trabajo que van “más allá” de las conductas sexuales ilícitas por parte de algunos miembros. “Aunque una gran parte del personal de la confederación encuestado ha afirmado trabajar en un entorno positivo, esto no es así en todos los casos”, recalcan. “Los entornos y procesos de Oxfam para prevenir y responder al acoso y al hostigamiento laboral en toda la confederación resultan deficientes. El bienestar del equipo requiere atención inmediata”, sostiene el grupo de investigación, formado por nueve expertos procedentes de distintos sectores como la sociedad civil, el Gobierno, organizaciones internacionales y el sector privado.
En el periodo comprendido entre 2011 y 2018 se registraron casi 500 quejas sobre abusos dentro de la ONG. Según la comisión, “la amplia mayoría fueron denuncias de distintos tipos de conductas ilícitas e impropias dentro de Oxfam, no explotaciones o abusos sexuales infringidos contra personas participantes en los programas”.
Los investigadores señalan que la explotación y los abusos en las relaciones dentro de Oxfam son un síntoma de diversos abusos de poder y confianza. “Estos se manifiestan en distinto grado en forma de elitismo, racismo, comportamientos coloniales, sexismo y patriarcado. Todo ello ha dado lugar a la aparición de entornos de trabajo tóxicos en los que se pone en peligro la protección y la salvaguardia, y en los que las políticas y procedimientos no pueden implementarse de manera robusta y, por lo tanto, los sistemas de rendición de cuentas se tambalean”, esgrimen.
La comisión, sin embargo, insiste en que el acoso, la explotación y los abusos sexuales “se producen en todo el sector” humanitario y considera este problema un “síntoma de los abusos de poder que existen en todas las esferas, públicas y privadas”. En dos de los tres países de África y Asia que han sido visitados por el equipo de investigación las acusaciones de abusos sexuales “eran generalizadas”. La principal forma de explotación sexual era el “sexo coercitivo y transaccional”.
Dicha explotación, dicen, “incluía tanto el intercambio de la ayuda a la que se tenía derecho gratuitamente como de oportunidades de empleo a cambio de favores sexuales”. Sin embargo, la investigación ha constatado que en las comunidades visitadas “existe una importante carencia de mecanismos de protección y salvaguardia eficaces y accesibles”.
Oxfam: “Aceptamos los hallazgos del informe”
Así culmina algo más de un año de investigación, en la que han participado trabajadores actuales y antiguos de la organización así como miembros de las comunidades con las que trabajan. En febrero de 2018, Oxfam encargó a la comisión la tarea de revisar la cultura organizativa, los sistemas de rendición de cuentas y los mecanismos de protección de toda la confederación. En este sentido, concluyen que la compleja estructura de Oxfam “requiere de una clara urgencia y disciplina” para poder aplicar políticas exhaustivas de protección, pero subrayan la “enorme fuerza de voluntad, energía y compromiso para cambiar” de la ONG.
“Este es exactamente el tipo de informe que solicitamos tras el caso de conductas sexuales ilícitas ocurrido en Haití en 2011 que se publicó el año pasado”, ha respondido la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima. “Creamos la Comisión Independiente para que nos dijera verdades incómodas sobre nuestra organización y nos indicara claramente dónde y de qué forma podemos mejorar. Desde Oxfam aceptamos las conclusiones del informe y agradecemos las recomendaciones”.
“Quiero pedir perdón humildemente a todas y todos los miembros del equipo y de las comunidades a quienes Oxfam, su personal, sus líderes o su cultura haya dañado. Estamos actuando de forma diligente para cambiar nuestra cultura de trabajo y continuaremos haciéndolo para implementar todas las recomendaciones de la Comisión Independiente”, ha agregado.
La organización subraya que planea poner en marcha nuevas medidas como destinar 550.000 euros adicionales a la creación de un “fondo global de integridad” para “contribuir a fortalecer la labor de protección y salvaguardia de organizaciones de la sociedad civil locales”, así como “mejorar” sus recursos de protección y crear dos nuevos puestos directivos internacionales, un responsable de Ética y otro responsable de Cultura.
La investigación del Gobierno británico
La investigación de la comisión se publica un día después del informe elaborado por la Charity Comission, el organismo que ejerce de regulador de las ONG y organizaciones benéficas británica, sobre Oxfam Reino Unido. Tras 18 meses de investigación, el órgano del Gobierno británico considera que la ONG no investigó de forma adecuada las denuncias sobre explotación sexual por parte de algunos de sus directivos y cooperantes en Haití y defiende que existía una cultura “de tolerar el mal comportamiento” en la rama inglesa de Oxfam.
“Ninguna organización benéfica es más importante que las personas a las que sirve o la misión que persigue”, ha criticado el organismo, que considera que la rendición de cuentas sobre lo ocurrido en Haití “se caracterizó, a veces, por el deseo de proteger la reputación de la organización y las relaciones con los socios”.
Según la Charity Comission, la organización desoyó las advertencias expresadas por su propio personal de que se estaban llevando a cabo prácticas que no cumplían con los estándares de la ONG. Tampoco “cumplió las promesas hechas sobre protección”, agrega. El informe investiga la gestión de los casos producidos en Haití así como su historial más reciente sobre protección de personas, incluidos sus beneficiarios, voluntarios y personal, frente a posibles daños.
En este sentido, el organismo cree que los informes de Oxfam a la propia Comisión sobre lo ocurrido en Haití “no fueron tan completos y francos sobre la naturaleza y la gravedad de los incidentes y problemas como deberían haber sido”. En concreto, la comisión considera que Oxfam Reino Unido no hizo un seguimiento adecuado sobre si las víctimas de estos abusos en Haití eran menores de edad y que no se tomó “con la suficiente seriedad” el riesgo que podían sufrir.
Según informa The Guardian, se refieren a dos correos electrónicos, fechados en julio y agosto de 2011 y en los que se decía que era de una niña de 13 años y otra de 12 denunciaban abusos físicos y sexuales. Según el informe, Oxfam sospechaba en ese momento -pero no lo probó entonces- que las acusaciones “no eran serias”. El organismo considera que la organización “debería haberse esforzado más por hacer un seguimiento de las acusaciones”. El año pasado, Oxfam y la comisión remitieron los correos electrónicos a la Agencia Nacional contra el Delito, de acuerdo con el diario británico.
La presidenta ejecutiva de la Charity Comission, Helen Stephenson ha defendido que lo que pasó en Haití “no sucedió de manera aislada”. “Durante un período que duró años, la cultura interna de Oxfam toleró el mal comportamiento y, en ocasiones, perdió de vista los valores que representa”, ha asegurado.
Oxfam ha aceptado los resultados del informe y ha asegurado que lo que sucedió en Haití fue “vergonzoso”. La presidenta de la ONG en el Reino Unido, Caroline Thomson, ha afirmado que los casos de Haití “fueron un terrible abuso de poder y una afrenta a los valores que Oxfam representa”. “Ahora sabemos que la investigación y los informes de lo que sucedió en Haití en 2011 tuvieron fallos; se debería haber hecho más para establecer si los menores estaban involucrados”, ha aseverado.
En febrero del año pasado, The Times reveló que un grupo de altos cargos de la rama británica de la ONG Oxfam pagaron a jóvenes haitianas por sexo durante una misión humanitaria tras el terremoto de Haití de 2010. Un informe confidencial de la organización internacional de 20111 señalaba que “no se podía descartar que [las mujeres] fuesen menores”. Oxfam argumentó que estas acusaciones “carecen de pruebas”.
Según publicó The Times, la organización británica permitió que tres de sus altos cargos dimitieran sin ningún tipo de acción disciplinaria y despidió a otros cuatro, todos ellos acusados de conducta obscena. El escándalo colocó al sector humanitario bajo la lupa y destapó decenas de denuncias de abusos en otras ONG británicas. Oxfam, por su parte, perdió miles de socios tras la publicación y millones de fondos públicos del Gobierno británico.
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