Nueve migrantes son devueltos en caliente a Marruecos tras rodear el espigón del Tarajal
Una treintena de personas ha intentado entrar a Ceuta a la carrera y bordeando a nado el espigón del Tarajal, que separa la ciudad autónoma de Marruecos, durante la mañana de este lunes. De los migrantes que se han lanzado al mar, nueve han logrado llegar al espigón fronterizo y han sido devueltos al país vecino, según ha confirmado fuentes oficiales.
Estas personas habían recibido la asistencia sanitaria de Cruz Roja que, tras llegar a la zona, les ha entregado mantas y ha comprobado que se encontraban en buen estado de salud, según ha adelantado El Faro de Ceuta. Inmediatamente, han sido entregados a las autoridades marroquíes, según han explicado testigos presenciales al medio local, que ha difundido un vídeo donde se aprecia a los migrantes con mantas de la organización humanitaria, pero en el lado marroquí.
Tras conocerse los hechos, ONG como Caminando Fronteras han denunciado a través de las redes sociales que se ha producido una nueva “devolución en caliente” de estos nueve migrantes.
El resto de personas, según confirman fuentes de la delegación del Gobierno en Ceuta, “no han llegado a entrar porque han sido dispersadas por las fuerzas marroquíes”. Efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se han desplegado en el lado español del paso fronterizo. El intento de entrada irregular, según han explicado las mismas fuentes, ha sido impedido “principalmente” por los agentes de Marruecos.
El pasado 3 de noviembre, 80 migrantes trataron de acceder por el mismo método, lanzándose muchos de ellos al agua y 13 lograron entrar a nado a través del espigón del Tarajal, escenario de la muerte de 14 personas en febrero de 2014 mientras trataban de entrar a nado a la ciudad autónoma, un intento disuadido por la Guardia Civil con pelotas de goma y botes de humo.
Las devoluciones inmediatas de migrantes son ilegales porque se producen sin ningún procedimiento de expulsión previo que, según la legislación internacional, debe garantizar la asistencia letrada, de intérprete, la posibilidad de recurso y el acceso al asilo. Estas personas son expulsadas por las autoridades sin antes intercambiar palabra con las autoridades, sin ningún documento oficial que lo acredite, sin ser identificadas ni conocer el país del que proceden.
A pesar de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que condenó el pasado octubre a España por una de la devolución autómática de dos jóvenes de origen costamarfileño y maliense realizada 2014, el Gobierno no ha ordenado el cese de la figura del “rechazo en frontera”, la forma con la que denominan oficialmente las expulsiones inmediatas desde su intento de regulación en 2015.
