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Malasia advierte de que rechazará y enviará los barcos con migrantes “al lugar del que proceden”

Migrantes bangladesíes y rohingya, un grupo étnico musulmán de Birmania, son trasladados en camiones a una base naval, antes de ser transferidos al muelle de Kuala Kedah en la embarcación de la Armada "KD Mahawangsa", desde Langkawi (Malasia). EFE

Europa Press

Malasia ha dejado claro este jueves que devolverá las embarcaciones cargadas con migrantes y refugiados de vuelta al mar, una política que ha sido criticada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en un momento en el que miles de personas han sido abandonadas por las mafias en aguas del sureste asiático.

Acnur ha indicado que varios miles de personas han sido abandonados en el mar por los traficantes después de la ola de represión por parte de Tailandia contra el tráfico de personas y ha advertido de que la situación podría degenerar en una “crisis humanitaria masiva”.

La represión ha disuadido a los traficantes de tocar tierra en Tailandia, el destino preferido para las redes de tráfico de personas en la región, y ha hecho que aumente el número de personas que arriban a Indonesia y Malasia.

“Les estamos enviando la señal correcta, les enviamos al lugar del que proceden”, ha afirmado el viceministro del Interior malasio, Wan Junaidi Tuanku Jaafar. “Su país no está en guerra. Si no hay nada mal en el barco, deberían navegar de vuelta a su país”, ha añadido.

Muchos de los llegados son rohingya, una minoría musulmana apátrida procedente de Bangladesh y Birmania y descrita por la ONU como una de las minorías más perseguidas del mundo. Según Acnur, unos 25.000 bangladeshíes y rohingya se subieron a bordo de barcos de mafias en los tres primeros meses de este año, el doble con respecto a 2014. La agencia de la ONU ha reclamado una operación coordinada de búsqueda y rescate.

“La primera prioridad es salvar vidas”, señaló en un comunicado este miércoles Volker Turk, el alto comisionado adjunto para protección de ACNUR. “Es clave que los estados compartan la responsabilidad de desembarcar a estas personas de forma inmediata”, añadió.

Human Rights Wath (HRW) y Amnistía Internacional (AI) han criticado la “política sin corazón” de Tailandia, Malasia e Indonesia de rechazar los barcos de personas que migran por de sus aguas.

“Los malasios no quieren que lleguen inmigrantes”

En opinión de Malasia, ACNUR debería encontrar otro país para los inmigrantes. “No veo por qué se nos presiona”, ha aseverado Wan. “Estamos haciendo lo que creemos que debemos hacer. Tenemos que considerar lo que nuestra gente quiere vernos hacer. No quieren ver que los inmigrantes llegan a nuestro país”, ha añadido.

Las autoridades malasias no han podido confirmar la información de algunos medios de que al menos dos embarcaciones con cientos de inmigrantes han sido enviadas de vuelta al mar. “No tenemos información”, ha sostenido al respecto Abdul Aziz Yusoff, comandante de la fuerza de operaciones de la Marina.

Tailandia no acoge a los ocupantes de un barco

Tailandia ha encontrado un barco a la deriva frente a su costa occidental con 300 personas a bordo pero se ha negado a darle permiso para que atraque en tierra, según ha informado este jueves un alto cargo policial tailandés.

“Les hemos denegado la entrada en el país pero les hemos dado comida y agua para cumplir con nuestras obligaciones en materia de Derechos Humanos”, ha explicado el general Puthichart Ekachant, de la Policía regional, a Reuters. El barco ha sido encontrado a unos 17 kilómetros de la costa de la isla sureña de Koh Lipe, ha indicado.

Las personas a bordo del barco no querían ir a Tailandia sino que querían ir a Malasia o Indonesia, ha explicado por su parte el contraalmirante de la Marina Real tailandesa, Somchai Na Bangchang. “No hemos repelido el barco o les hemos expulsado”, ha subrayado Somchai.

Un equipo de la BBC ha podido ver el barco y hablar con los ocupantes que viajan a bordo. Según han indicado estos, son rohingyas y entre ellos hay numerosas mujeres y niños. Los afectados han contado que la tripulación les abandonó e inhabilitó el motor. Hasta el momento diez personas han fallecido y sus cuerpos han tenido que ser arrojados por la borda. “La gente nos está rogando que les demos agua y alimentos”, ha explicado el periodista de la BBC Jonathan Head.

El reportero asegura haber visto a “gente que se está bebiendo su propia orina de botellas”. “Les hemos lanzado botellas de agua y todo lo que tenemos a bordo”, ha añadido.

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