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ENTREVISTA | David Serrada (PSOE)

“Vimos a porteadoras tiradas por el suelo, unas sobre otras, en tres pisos”

David Serrada en su visita a Melilla.

Gabriela Sánchez

David Serrada, portavoz del PSOE de la Comisión de Interior del Congreso, ha viajado esta semana a Melilla con el objetivo de “conocer de primera mano la situación de la ciudad autónoma” para, dice, presentar con conocimiento de causa una batería de iniciativas parlamentarias, tras el fallecimiento de dos porteadoras en Ceuta.

Su primera visita a Melilla se produce tras un mes teñido de tragedia en la frontera sur. A la reciente muerte de las mujeres marroquíes en el paso ceutí, se suma el fallecimiento de dos menores tutelados por el Gobierno melillense. Serrada vuelve con preguntas y, asegura, “mucha indignación”.

Comenta que regresa alarmado especialmente por las aglomeraciones formadas en el paso fronterizo, por el que cada mañana acceden miles de porteadoras. Esta semana dos mujeres han muerto en Ceuta. ¿Qué se ha encontrado en el paso melillense?

La situación que me encontré era tremenda. A la entrada, en el lado marroquí había unas 2.000 o 3.000 personas amontonadas y sin ningún tipo de control del lado de las autoridades marroquíes.Tenían que pasar por un torno, en una puerta de metro y medio, en la que solo estaban tres policías nacionales.

Vimos porteadoras tiradas por el suelo, unas sobre otras, en tres pisos. La gente literalmente se tiraba por el torno para entrar. Había personas medio asfixiadas. La Policía intentaba sacar a la gente, la empujaba para que pasase.

La muerte de dos porteadoras en Ceuta es una tragedia. Y como no se pongan soluciones, puede volver a pasar. También en Melilla.

Y, ¿en el lado español?

La salida de España de las porteadoras y porteadores también es una barbaridad. Los agentes de la Policía mostraban su incapacidad e impotencia. Al no haber suficientes efectivos no podían gestionar el contrabando, no pueden controlar que hay en los fardos que llevan a Marruecos…

Te da una sensación de no saber en qué país vives al ver que en España se tolera que haya un comercio atípico, sobre el que las autoridades desconocen qué productos se llevan a Marruecos. Un comercio por el que miles de personas se juegan la vida... Para la Policía, con los medios que tiene, es imposible hacerse cargo del control de esa mercancía y de la seguridad de quienes la transportan.

Las mujeres porteadoras y varias ONG han denunciado violencia por parte de la policía española y marroquí. ¿Fue testigo de ello?

En el lado marroquí, sí. Al entrar por el paso, se forma un embudo y se genera mucha tensión. Miles de personas están en un agujero de metro y medio y se generaban algunas peleas. Entonces, la policía marroquí daba golpes con sus defensas, que son como gomas de mangueras, contra porteadoras y porteadores. Corrían detrás de ellos.

En el lado español, no he visto violencia policial, sino una voluntad y unas ganas de que la situación no se complicase mucho más. La labor de la policía y la guardia civil es de agradecer, a pesar de la carencia de medios. En el puesto fronterizo, tienen una enorme carencia de recursos: he visto armarios sin puertas, sillas sin asientos… Esas son las dependencias de un puesto fronterizo de España.

¿Qué medidas propone para dignificar el trabajo de las porteadoras?

Establecer acuerdos con el reino de Marruecos para que trate de buscar otras actividades económicas alternativas a ese porteo. Ni España ni Marruecos pueden seguir mirando para otro lado ni beneficiarse de esa situación.

¿Apuesta entonces por prohibir el porteo?

No hablo de prohibirlo, sino de regularlo. Estamos hablando de una ficción legal importante. Personas que entran por el acuerdo de buena vecindad con Marruecos, entran como turistas pero salen cargados de mercancía.

Hay que regular una situación que es irregular. Saber qué es lo que se pasa, que tengan derechos laborales… Pero, para hacerlo, hay que acordarlo con Marruecos.

En el último mes dos menores han muerto en Melilla. ¿Cuál es la situación de los niños y adolescentes migrantes que viven solos en la ciudad?

Justo al lado de la sede de PSOE, había un MENA durmiendo dentro de un contenedor de papeles de reciclaje. Y, así, otros tantos. La cifra de menas se estima en unos 5.000 menores esperando entrar. En las calles de Melilla hay menores que son explotados sexualmente, que esnifan pegamento, cuando deberían estar tutelados.

El Gobierno de Melilla está incumpliendo los acuerdos internacionales y tanto el Ejecutivo marroquí como el español miran para otro lado.

¿Qué propone para que los menores no acompañados dejen de vivir en estas condiciones?

Simplemente, el Gobierno de Melilla y de España tiene que aplicar la legislación: no puede haber menores solos que no estén bajo tutela en nuestro país, y esto está pasando.

Es una cuestión de voluntad política. Eso es un problema serio que afecta a nuestro país. Estamos hablando de la vulneración de derechos de los menores y una gran falta de dotación económica.

Otra de las vulneraciones de derechos fundamentales de los migrantes que llegan a Melilla se dan con las devolunciones en caliente en Ceuta y Melilla que, según el Tribunal de Estrasburgo, son ilegales.

Uno de los puntos del recurso de inconstitucional que interpuso el PSOE a la Ley de Seguridad Ciudadana hacía referencia a la legalización de las devoluciones en caliente. Pero, además, Interior tiene que dar órdenes claras y precisas sobre los agentes de la Guardia Civil. Estamos hablando de que, por turno, hay tres guardias vigilando el perímetro.

Les tienen que decir qué es lo que tienen que hacer ante un salto la valla porque, ahora mismo, no saben lo que tienen que hacer. No podemos criminalizar a los agentes que están en la valla porque quien es el responsable de sus actuaciones es quien da las órdenes desde un despacho.

Muchas de las vulneraciones de derechos humanos que tienen lugar en Melilla, como las devoluciones en caliente o las condiciones de los menores migrantes y las porteadoras se producen desde hace muchísimos años. También ocurrían durante las legislaturas del PSOE. ¿Por qué cuando se está en el Gobierno nunca se llegan a solucionar desde un enfoque de derechos?

Mi opinión es que lo que se vive en la frontera de Melilla es un equilibrio complejo. Influyen unas variables que llevan mucho tiempo. Atajar el problema solo con una variable sería romper un equilibrio. Si lo hacemos con el comercio atípico, por ejemplo, hay otras cuestiones como la seguridad, que se verían afectadas. Si solo solo teniendo en cuenta la seguridad, nos olvidaríamos de otras.

Es complejo, hay que atajarla de una manera integral y eso requiere tiempo, mucho diálogo. Requiere ir a todas las partes, pero el sistema de protección y garantías de las personas tiene que prevalecer. Si nos olvidamos de eso, hay muchas personas que se quedarán al margen.

¿Sus conclusiones tras su visita de Melilla se van a traducir en iniciativas parlamentarias?

La semana que viene vamos a registrar una batería de preguntas respecto a los menores extranjeros no acompañados. Además del grado de atención y protección de los menores, es importante saber el número de MENAS que cada año intentan acceder al puerto de Melilla para llegar a la Península. El problema hay que cuantificarlo.

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