El Banco de España advierte del posible “aumento significativo” de créditos de dudoso cobro cuando se levanten las moratorias

Diego Larrouy

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El Banco de España ha publicado este miércoles los resultados de su encuesta trimestral sobre concesión de crédito por parte de las entidades financieras correspondiente al segundo trimestre del año, en plena primera ola de la pandemia de la COVID-19. El supervisor destaca que gracias a los créditos ICO y a los estímulos del BCE el sector está capeando los problemas procedentes de la crisis económica provocada por el coronavirus. Sin embargo, advierte que, mientras crecen los créditos a las empresas, cae la concesión a los hogares y apunta a un posible incremento de los créditos de dudoso cobro.

En concreto, el Banco de España ve una evolución dispar entre el crédito a los hogares y el que reciben las empresas no financieras. Así, apunta que en el segundo caso se ha producido la mayor expansión de crédito desde el año 2002, gracias al impacto que han tenido las líneas de avales aprobadas por el Gobierno a través del ICO. Este programa ha permitido mantener contenido el coste de financiación de estas entidades y que los bancos no hayan endurecido las condiciones para su concesión.

Sin embargo, en el caso de los hogares, el Banco de España ha percibido en el segundo trimestre de este año el mayor endurecimiento de las condiciones para la concesión de créditos desde la crisis de 2008. Es decir, los bancos se muestran más reacios a prestar dinero a las familias, según apunta el Banco de España, debido al “aumento de riesgos percibidos” por los prestamistas. Se prevé que este endurecimiento, aunque en menor medida, se haya seguido produciendo durante el verano.

Durante el segundo trimestre, con el confinamiento y el estado de alarma, el Banco de España ha percibido un descenso en la demanda de crédito entre los hogares, tanto para la compra de vivienda como para el consumo. Se habría producido así “un desplome sin precedentes”, apunta el supervisor. Sin embargo, en el otro lado se sitúan las empresas que ante las necesidades de mayor liquidez e impulsadas por los avales públicos han disparado la demanda de crédito a las entidades financieras. El crédito a hogares cayó un 0,8% hasta junio, pese a que hasta febrero crecía, y las operaciones entre el sector bancario y las empresas crecieron un 4,8%, frente al deterioro que llevaba en la primera parte del año.

El Banco de España incide en que la “respuesta vigorosa” de la política económica está conteniendo el deterioro de los riesgos de estos créditos que se conceden. Sin embargo, reconoce que “por primera vez desde el final de la crisis financiera, se ha producido un incremento trimestral del volumen de crédito dudoso de marzo a junio de 2020”. Pese a este crecimiento, el aumento del volumen de concesión de créditos impulsado por las empresas hace que el crecimiento de los créditos dudosos no se traduzca en un aumento de su peso en los balances del sector financiero.

El supervisor advierte que se está produciendo un aumento de los créditos dudosos en actividades crediticias diferentes a las hipotecas. En concreto, señala que ha repuntado un 23% los créditos de dudoso cobro en la financiación al consumo, una de las ramas donde más han apostado los bancos en los últimos ejercicios al calor del crecimiento del consumo.

“A pesar de la contención de la ratio de dudosos [el peso que tienen sobre el total de los créditos] en el primer semestre de 2020, podrían producirse aumentos más significativos en los próximos meses”, señala el Banco de España. “La terminación de los programas de apoyo podría hacer, si no se introducen nuevas medidas mitigantes, que se produjera una concentración de los impagos en el momento en el que venzan las moratorias en el caso de los hogares, y cuando finalice el plazo de carencia de los avales en el caso de los empresarios individuales y de las sociedades no financieras”, añade.

Entre las empresas, el Banco de España ha apreciado un aumento de los créditos dudosos entre los sectores más afectados por la pandemia de la COVID-19. En concreto, señala que la hostelería, la restauración y el ocio han visto aumentar este volumen de préstamos que pueden derivar en impagos pese a que en el primer trimestre del año habían comenzado con descensos.

El Banco de España analiza en su informe que se han producido en España 1,38 millones de peticiones de moratorias de préstamos debido a la crisis del coronavirus. Estas se desglosan como: 221.000 moratorias hipotecarias, 375.000 de moratorias no hipotecarias y casi 595.000 de moratorias sectoriales. El grado de aceptación de estas moratorias supera el 82% en las tres categorías. El crédito suspendido por estos aplazamientos equivale a unos 45.000 millones de euros, según la estimación del supervisor financiero.