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De la 'manovra' al 'biscotto': el apaño de Bruselas y Roma para sacar adelante los presupuestos italianos ante “el avance de nacionalistas y populistas”

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Dice la leyenda que hubo un tiempo en el que en Italia, a los caballos propios o ajenos, se los dopaba para rendir más o menos con una galleta aliñada con algún ingrediente prohibido. El biscotto, como así se llama a las galletas en italiano, es el término con el que se describe en Italia a los amaños deportivos. 

Y lo de los presupuestos italianos –manovra, como dicen allí– y Bruselas desprende un cierto olor a biscotto. Pero lo tuvo casi desde el principio.

El corresponsal de Il Corriere della Sera en Bruselas, Ivo Caizzi, preguntó al comienzo del pulso entre Bruselas y Roma si la beligerancia comunitaria tenía que ver con que las familias políticas del gobierno italiano –la extrema derecha de la Lega y el populista M5S– no eran las que dominaban la Comisión –populares y socialdemócratas–, a lo que el comisario económico, Pierre Moscovici, respondió ofendido: “Habla de populistas, pero la deuda pública es el enemigo de la economía, de la economía del pueblo”.

Pero resulta que la deuda pública italiana, que está en el 131% pasará al 130% a finales del próximo año, según las cuentas pactadas entre Roma y Bruselas. Y el déficit, que el anterior Gobierno italiano del Partido Democrático había situado en el 0,8% para el próximo año, al final se queda en el 2,04% en lugar del 2,4%.

El recorte es significativo, de 10.000 millones, y los sindicatos anuncian movilizaciones para enero, pero aun así está lejos de lo que pedía Bruselas.

“Vamos a ser claros, la solución no es ideal, pero evita abrir un procedimiento por déficit excesivo en este momento y corrige la situación de grave incumplimiento del Pacto de Crecimiento y Estabilidad”, aseguró el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, durante una rueda de prensa, “Pero déjenme enfatizar que la composición de las medidas anunciadas y el presupuesto en general aún generan preocupación”.

Si no cumple y genera preocupación, ¿por qué se sella el acuerdo que aparca el proceso que podría suponer sanciones de entre el 0,2 % y el 0,5 % del PIB de Italia (entre 3.450 y 8.625 millones de euros)?

“No somos una maquinaria de burócratas insensibles”

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, dio las claves: “Algunos habrían deseado una crisis, señalarnos como tecnócratas, pero queríamos demostrar que podíamos aportar respuestas. Demostramos que nuestras reglas son compatibles con los cambios políticos que no tenemos por qué comentar ni valorar ni juzgar. Estamos muy cercanos al pueblo italiano, no somos distantes ni una maquinaria de burócratas insensibles que niegan la democracia e imponen la austeridad”.

“Hemos tenido en cuenta la posible percepción de cómo se habría recibido en Italia y en cualquier país una actitud diferente por nuestra parte. No ignoramos la atmósfera de la UE ni vivimos en una burbuja. Ahí está el aumento de los partidos nacionalistas, el sentimiento contra la excesiva austeridad o la acusación de ser demasiados burocráticos. Nuestra decisión, estratégica, fue motivada por esto, no vivimos sin tener ni idea de lo que está pasando. Pensamos que ante el procedimiento de déficit excesivo era mejor no llegar ahí. Sólo puedo decir que si hubiéramos actuado de otra manera, los antieuropeístas estarían hoy más contentos”.

El comisario europeo para los Presupuestos, el alemán Günther Oettinger, no se ha mostrado en una entrevista en Focus tan sensible con la reacción de los movimientos antiestablishment y de extrema derecha a una hipotética sanción al Gobierno italiano de Lega y M5S: “Pese a los buenos niveles de crecimiento de los últimos seis años Francia e Italia tienen el mismo nivel de deuda de 2013 con el 95% y el 130% del PIB. Eso quiere decir que no aprovecharon los intereses bajos para reducir verdaderamente la deuda”.

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