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ENTREVISTA Directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España

Carmen Molina: “La pandemia ha visibilizado muchísimo la pobreza, la gente se ha quedado sorprendida con lo que ha visto”

Carmen Molina, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España.

Laura Olías

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Muchos vieron las llamadas 'colas del hambre' durante la pandemia y no identificaban esa imagen con su país. En sus barrios, en grandes ciudades de una de las mayores economías europeas, se formaban largas filas de ciudadanos que necesitaban ayuda para comer. El parón económico por el coronavirus sacó a la luz, puso rostro, a las miles de personas que viven en riesgo de pobreza o gran precariedad en España. Las estadísticas oficiales ya lo indicaban y lo denunciaban organismos como Unicef, pero en muchos casos estas situaciones de vulnerabilidad permanecían ocultas. “La gente se ha quedado muy sorprendida con lo que ha visto”, sostiene Carmen Molina, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España.

En Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) advierten del momento clave que enfrenta España en la lucha contra la pobreza infantil. La pandemia ha venido a agravar la situación de elevada pobreza infantil, con uno de los datos más elevados de la UE. En los próximos años, Europa desplegará una enorme cantidad de fondos para la salida de la crisis de la COVID, que pueden contribuir a mejorar el Estado del Bienestar, pero además tiene un programa específico contra la pobreza infantil –la Garantía Infantil Europea– en el que España tiene mucho que ganar. Si sabe aprovecharlo. “Esto es una grandísima oportunidad, pero hay que ejecutarla para que sea real. Que el dinero no se quede sin gastar como ha ocurrido en el pasado”, reclama Molina en esta entrevista.

Esta semana se celebra en Oporto el Porto Social Summit, que organiza la presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea y que tratará el Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales. ¿Qué se pretende con esta cumbre? 

Europa se está dando cuenta –ya desde hace unos años y con la COVID más– de que el pilar social, las políticas sociales, son fundamentales. Igual que en un momento dado se invirtió mucho en unos fondos de cohesión estructurales que sirvieron para hacer carreteras e infraestructuras brutales, que ayudaron muchísimo al desarrollo económico y turístico de muchos países europeos, entre otros sectores, ahora Europa se ha dado cuenta de que hay que impulsar las políticas sociales. Que hay que hacer esa misma apuesta a nivel social porque es la única forma de que Europa y las nuevas generaciones de ciudadanos tengan un futuro. 

Con la COVID y con la desaceleración económica que ha habido a causa de la pandemia, se incrementa muchísimo el riesgo de pobreza en general y la infantil. Esta cumbre europea en Oporto viene a reforzar la necesidad de apostar por estas políticas, ahora más que nunca. De que muchos de los fondos que va a haber para la reconstrucción vayan dirigidos a fortalecer todas estas políticas sociales.

La pandemia nos mostró la situación límite de muchas personas en España, que ante el parón de la economía tuvieron que pedir ayuda para comer. Las llamadas colas del hambre. ¿La pandemia ha servido para visibilizar la pobreza, que muchas veces se ha relativizado en un país rico como España?

La pobreza se ha visibilizado muchísimo socialmente. La gente se ha quedado muy sorprendida con lo que ha visto. Muchas empresas se acercaron a Unicef porque querían ayudar, nos preguntaban qué podían hacer. Nos decían 'vemos a tantas familias pasándolo mal, esto no puede ser'. Se han dado cuenta de algo que, sin embargo, traíamos de atrás. En menor medida, obviamente, porque la pandemia lo ha acuciado muchísimo, pero esa realidad estaba ahí. 

Esto nos tendrá que ayudar, que la gente diga 'oye, ¿qué va a pasar si no hacemos algo? ¿Qué va a pasar con todas estas familias?'. Este grupo de población no se puede quedar atrás, no puedes dejar que la brecha entre los que tienen y los que no se haga cada día más y más grande. Es de lo peor que le puede pasar a un país. Hay que tener cohesión social para que el país funcione, está ya más que visto y analizado. Cuando pierdes la cohesión social, empiezan multitud de problemas, problemas sociales esos sí que más difíciles de resolver. 

De cara a reducir la pobreza infantil, en específico, la UE lanzó la Garantía Infantil Europea en la que está involucrada Unicef. ¿En qué consiste? 

La Garantía Infantil Europea es una propuesta de la Comisión Europea, que lleva ya varios años trabajando, para que al menos el 5% de los fondos sociales europeos se destinen a la lucha contra la pobreza infantil. Esto se dirige a todos los países con datos de pobreza por encima de la media, pero sobre todo aquellos que tienen peores indicadores, como es el caso de España, que tenemos uno de cada tres niños en riesgo de pobreza y exclusión social. 

¿Qué quiere decir? Comparando con el resto de menores en España, que uno de cada tres niños vive con carencias, por ejemplo, de bienestar energético en casa, hacinamiento en el hogar, falta de apoyo extraescolar, no acceso a una nutrición adecuada porque en la familia no hay fondos para poder comprar fruta, verdura o alimentos frescos, al ocio o vacaciones, etc. Hay que acabar con esto para que la igualdad exista realmente. La verdadera igualdad pasa por dar oportunidades a todos los niños, que permita que se desarrollen en plenitud. 

¿Qué papel realiza Unicef en este programa? 

La Garantía Infantil Europea, antes de decir dónde se van a destinar estos fondos, el 5% de los fondos sociales, pide un análisis de situación para examinar cómo están las políticas de infancia ahora mismo, qué grupos vulnerables hay, qué problemas existen, etc. La Comisión ha pedido a Unicef, como experta en infancia, que haga en el caso de España este piloto de análisis de situación. 

¿En qué punto está ese análisis de la pobreza en España?

Lo estamos haciendo ahora, están trabajando los expertos. Estará listo para el mes de junio o julio. 

¿Hay alguna conclusión o idea que pueda adelantar de este análisis? 

Creo que es mejor esperar a que terminen los expertos el estudio. A nivel global, estamos mirando en este momento los indicadores, se está recogiendo muchísima información, según lo que recomienda Naciones Unidas y la UE. Hay algunos en los que España no tiene tanta información. Por ejemplo, medir cuestiones como el ocio y el tiempo libre, que son muy importantes en la vida de los niños. 

En segundo lugar, hay una parte más centrada en la coordinación de Administraciones. España es un país muy descentralizado, en el que hay políticas que dependen no ya de la comunidad autónoma, sino de la administración local. La descentralización es buena para algunas cuestiones, pero puede no serlo tanto para otras si no hay coordinación. Lo que vemos es que en España tenemos un reto muy grande para mejorar la coordinación de los niveles de administración del Estado en políticas sociales. 

Por último, hay una tercera parte del estudio que será más propositivo, de más conclusiones, con propuestas para España.

¿Cuál es el siguiente paso tras este estudio? 

Con ese análisis de situación, el Gobierno debe definir un plan de acción para los próximos años, con las Comunidades Autónomas y en cohesión con otros actores. Aterrizar este diagnóstico y decir qué acciones concretas va a implementar. 

Esto se presenta a Europa para su aprobación y de ahí saldrán los fondos que se decida destinar a España de la Garantía Infantil Europea. Los fondos no son libres, no te los dan “gratis” y punto. Están sometidos muchas veces a ciertas reformas y adaptaciones que España tiene que hacer. 

¿Cuánto dinero se prevé que reciba España en este programa contra la pobreza infantil? 

Aún no se sabe, pero es mucho dinero, porque España es de los países europeos con mayor pobreza infantil. En esto España tiene otro reto: mejorar mucho la absorción de los fondos europeos. No lo sabemos hacer muy bien, de los fondos sociales europeos del periodo anterior tenemos fondos sin gastar todavía, por ejemplo. 

Es fundamental una buena planificación, saber bien qué se quiere hacer, y luego ejecutarlo para que efectivamente esos fondos se empleen. Esto es una grandísima oportunidad, pero hay que ejecutarla para que sea real. Que el dinero no se quede sin gastar. Tenemos que hacer un buen análisis y una buena reflexión de cuáles son nuestras debilidades y cómo hacerlo mejor. Aprovechar esta oportunidad que es única.

Aplaudimos el ingreso mínimo vital, pero es insuficiente. Una prestación por hijo a cargo, que tienen todos los países de nuestro entorno, sería complementaria, necesaria y muy pertinente para combatir la pobreza infantil

Además del cambio que señala en Europa de darse cuenta de la necesidad de un impulso a las políticas sociales, ¿en España han observado un cambio en este sentido en los últimos años? 

Hemos visto ese compromiso en la creación del Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil. Nos pareció fundamental y está trabajando con nosotros también en el proyecto de Garantía Infantil. Y, por supuesto, también con la pandemia que como decía antes se han visto las costuras del sistema, aplaudimos la creación del ingreso mínimo vital (IMV). 

Pero de todas formas el IMV nos parece que es insuficiente, debería haber otras medidas. Tenemos bastante análisis en este tema y nos parecería que una prestación por hijo a cargo sería complementaria, necesaria y muy pertinente porque hay muchas familias que no llegan a estar en la situación de recibir el ingreso mínimo vital, pero tienen un salario tan bajito que viven bastante pobreza y escasez. Casi todos los países más avanzados de nuestro entorno la tienen y esperamos que sea una realidad para España. 

Vemos también otras medidas importantes, el Ministerio de Salud ha dicho que dentro de la Estrategia Nacional de Salud quiere hacer un capítulo específico donde haya expertos, psicólogos y psiquiatras para jóvenes y niños, que es fundamental y que lo llevamos pidiendo también mucho tiempo… Sí empezamos a ver que efectivamente en España este tema está empezando a calar, pero es muy pronto para decir si tenemos resultados y cuál es el impacto. 

Dado que parece que va a haber muchos más fondos que nunca, ahora lo necesario es concretar y afianzar esa voluntad política en medidas, ¿no?

Europa nos está pidiendo muchas cosas, una economía más verde y digitalizada, pero una de ellas también es el pilar social europeo. Hay que aprovechar este tirón para impulsar estas medidas. 

Además, España debe mejorar en la efectividad de sus políticas para que reduzcan efectivamente la pobreza. En otros países cuando se toman las políticas contra la pobreza estas tienen más efecto y en España lo que se ha hecho ha tenido un impacto limitado. Hay que invertir más, pero también desarrollar esta parte social como una ciencia. Que se analice qué funciona, dónde se falla, dónde están los cuellos de botella, por qué unas Comunidades Autónomas tienen buenos resultados y otras tan malos… Es una cuestión de inversión, pero es fundamental ver qué funciona y qué no y aplicarlo al desarrollo de políticas públicas.

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