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El corredor de hidrógeno verde entre España y Francia costará unos 2.500 millones

Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa

Antonio M. Vélez

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El corredor de hidrógeno verde entre España y Francia tendrá un coste aproximado de 2.500 millones de euros, según las primeras estimaciones “preliminares” que ha hecho públicas este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras una reunión en Alicante previa a la cumbre Euromediterránea con los líderes de Francia y Portugal y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. 

Sánchez ha señalado que “el primer gran corredor del hidrógeno de la UE” estará plenamente operativo en 2030 y podrá transportar el 10% del consumo de hidrógeno de la UE para ese año, unos 2 millones de toneladas.

La declaración como proyecto de interés común (PIC) por parte de la UE permitirá subvencionar hasta el 50% del proyecto con fondos europeos. El tubo tendrá “dos trazados fundamentales”: desde Celorico da Beira (Portugal) hasta Zamora, y el más importante, una tubería submarina desde Barcelona hasta Marsella (Francia).

Sánchez ha destacado que se trata una infraestructura “vital para Europa” que “dará mayor seguridad y mayor autonomía estratégica” y es una “excelente noticia” para los tres países.

La presidenta de la Comisión Europea ha destacado por su parte que “el proyecto H2 Med va justo en la dirección correcta” y va a permitir “construir una columna vertebral europea para transportar hidrógeno” a la UE. Y ha acogido “muy positivamente” la solicitud para que sea declarado proyecto de interés común. 

“La península ibérica se va a convertir en uno de los principales hubs energéticos de la UE” y en una “puerta energética fundamental para todo el mundo”, ha destacado Von der Leyen. “Este corredor se puede unir con toda la región del mediterráneo”, tras el acuerdo que ya se ha alcanzado con Egipto y el que se negocia con Marruecos. “No es más que el principio”, ha dicho la alemana.

El primer ministro portugués, António Costa, ha defendido que este es “un paso más” tras el acuerdo político entre los tres países anunciado en octubre, “añadiendo una fuente más de energía que se produce en la Península Ibérica y es para el conjunto de Europa” con ese corredor “dedicado exclusivamente al hidrógeno verde”.

“Con esto se cambia toralmente la tendencia” y “ya no vamos a ser meros importadores y reexportadores de energía”, y se va a “reforzar” a la Península “como productores y exportadores de energía al resto de Europa” y “sin depender de terceros”, ha señalado el líder portugués.

Por su presidente, el presidente francés, Emmanuelle Macron, ha destacado que el proyecto es “totalmente coherente” con el objetivo europeo de reducir las emisiones fósiles y electrificar Europa, industrializar el continente y alcanzar la soberanía estratégica produciendo “en la medida de lo posible” toda su energía diversificando las fuentes. Y se ha mostrado convencido de que “otros países” van a querer acceder al hidrógeno que transporte la futura tubería.

Para el tramo submarino del proyecto, desde el Puerto de Barcelona hasta Marsella, y bautizado como BarMar, se han planteado tres posibles rutas, y la más “óptima” es un trazado con una longitud máxima de 455 kilómetros, con una profundidad máxima de 2.557 metros por el lecho del Mediterráneo. No es la alternativa más corta, pero sí la más viable desde el punto de vista técnico.

Su coste, que deben confirmar futuros estudios, serán los citados 2.500 millones y su plazo de ejecución estimado será de 56 meses, incluyendo 26 meses para obtener los permisos. Está previsto que empiece a construirse en 2025 y se llevará a cabo mediante un acuerdo conjunto de la española Enagás y las francesas Teréga y GRTgaz, dueñas de la red de gasoductos francesa.

Por su parte, el tramo entre Celorico (Portugal) y Zamora tendrá un coste de otros 350 millones de euros y estará ejecutado en unos cuatro años, incluyendo unos 26 meses para lograr las autorizaciones pertinentes.

El proyecto va a implicar a los gestores de la red gasista de España, Portugal y Francia. Los tres países van a presentar el proyecto a la UE el próximo jueves para poder entrar en la convocatoria de los proyectos de interés común que está vigente.

Para poder optar a esos fondos, y con la intención de que la UE financie hasta el 50%, el hidroducto finalmente servirá para transportar únicamente hidrógeno y no gas, como se anunció inicialmente, ya que Bruselas exige ese requisito para financiar nuevos proyectos de interconexión. El Gobierno ya ha asumido que el proyecto no estará en marcha hasta 2030, por lo que no servirá para hacer frente a la actual crisis energética.

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