El presidente de Abanca deja temporalmente el cargo para hacer frente a la crisis de Banesco en Venezuela
El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, deja “temporalmente” la presidencia no ejecutiva de Abanca, la entidad financiera surgida de la fusión de las cajas gallegas. La compañía informó el jueves por la noche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que el directivo se ausenta para hacer frente a la crisis que viven sus empresas en Venezuela.
La decisión se da a conocer poco después de la causa abierta por el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, contra Banesco, que al igual que Abanca también es propiedad de Escotet. El fiscal ordenó la detención de once directivos de la compañía, primera entidad financiera del país, por su presunta implicación en un mercado cambiario paralelo. Entre los detenidos se encuentra el presidente ejecutivo de la entidad, Oscar Doval. Según el Ministerio Público, “la alta gerencia” de la entidad propiedad de Escotet “está incursa en diversas irregularidades que atentan contra la moneda venezolana”. Se trata de una operación llamada Manos de papel.
Tras estas detenciones, el Gobierno venezolano ha anunciado la intervención de la entidad financiera durante 90 días. La viceministra de finanzas, Yomana Koteich, se hace cargo de la gestión de la empresa. “Esta medida de intervención mantendrá la actividad de la entidad financiera y se lleva a cabo precisamente para garantizar que la institución conserve su actividad bancaria y continúe brindando sus servicios a los usuarios del sistema con absoluta normalidad”, explicó el Ejecutivo venezolano en un comunicado.
El vicepresidente sectorial para el Área Económica, Wilmar Castro Soteldo, señaló que esta medida de protección tendrá una aplicación por un plazo de 90 días, “durante los cuales se espera reconducir la administración del banco saneándolo y despojándolo de toda aquella actividad ilícita o favorecedora de la comisión de ilícitos financieros”. El dirigente ha señalado en un comunicado que los “ahorristas” han sido “utilizados y perjudicados”.
Tras la petición de la Fiscalía, el presidente de Banesco, Oscar Doval, así como otros ejecutivos del banco han declarado ante la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). “Estamos tranquilos porque todas nuestras actuaciones siempre están ajustadas a derecho y legalidad”, ha indicado Banesco en las redes sociales.
Según ha defendido el fiscal general de Venezuela, el 90% de las cuentas asociadas “a tales actividades desestabilizadoras contra el área socio económica” pertenecen a dicha entidad bancaria, señalando que “se presume que la alta gerencia de Banesco está incursa en diversas irregularidades que atentan contra la moneda venezolana”.
“No se trata de una cuestión económica, es cuestión de amor por el país y arraigo y agradecimiento a esta tierra. Estén seguros de que daré la batalla hasta el final”, ha señalado Escotet a través de varios mensajes publicados en la red social Twitter. “Banesco ha sido intervenido injustamente y por motivaciones políticas: es el primer banco de Venezuela, el más rentable, solvente y con mayor cuota de mercado. No hay razones financieras para la intervención”, ha añadido el directivo.
En un vídeo publicado en la red social, el directivo defiende que el objetivo de esta operación es el de “distraer a la opinión pública de los problemas que vive el país”. Escotet asegura que se siente “tranquilo” porque “se acabará imponiendo el estado de derecho”. “Daré la batalla hasta el final”.
Un enfrentamiento que viene de lejos
El Gobierno venezolano y Banesco mantienen un enfrentamiento que viene de lejos a causa de una oferta de compra para hacerse con las acciones que el Estado de Venezuela ostenta en el que es el principal banco privado del país.
Escotet ofreció al Gobierno de Venezuela comprar el 2,34% de las acciones que posee de Banesco por 387 millones de bolívares o 3.225 dólares (2.700 euros), una cifra que fue muy criticada desde el Ejecutivo venezolano al considerar que entonces el resto de las acciones, el 97,66%, valdrían 3,4 millones de dólares (2,8 millones de euros).
A través del vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, advirtió entonces de que el Ejecutivo estaría dispuesto a nacionalizar Banesco y solicitó que se investigara a la entidad sobre una supuesta implicación en el contrabando de billetes desde la frontera con Colombia. Igualmente, el Gobierno venezolano tampoco compartía la ampliación de capital que quería llevar a cabo sobre el banco al considerar que estaba destinada a “quitarle las acciones al Estado”.
En 2012, Banco Etcheverría, con sede en la provincia española de A Coruña, aprobó una ampliación de capital a la vez que acordó con el máximo accionista del banco venezolano Banesco, Juan Carlos Escotet, adquirir el 44,5% que Novagalicia (NCG) tiene en la entidad gallega, alianza que permitiría al inversor entrar en el mercado español.
Un año más tarde, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) adjudicaba el 88,33% del capital de NCG a Escotet. Completada esta compra, lanzó un nuevo banco bajo el nombre de Abanca. En el primer consejo de administración fueron nombrados el presidente, Javier Etcheverría; el vicepresidente, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas.
La “creación del nuevo banco”, según apuntó entonces Banesco, fue “impulsada y coordinada” por Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco Grupo Internacional.
Escotet fundó en 1986 funda Casa de Bolsa, que daría origen en 1991 a Banesco Banco Universal. A partir de 1992 dirigió la expansión internacional de la entidad, con la fundación de Banesco Internacional Panamá y Banesco Internacional Corp. (Puerto Rico).
Actualmente es presidente de la Junta Directiva de Banesco Banco Universal y de Banesco Holding, además de director principal en Banesco Seguros Panamá, Banesco S.A. (Panamá), Banesco Banco Múltiple (República Dominicana) y Banesco USA (Miami). También ejerce como asesor de Advisory Council de VISA Internacional para América Latina y el Caribe y fue consejero de Banco Etcheverría (España) desde diciembre de 2012 hasta su absorción por NCG Banco.
En junio de 2014 fue nombrado vicepresidente del Consejo de Administración de NCG Banco, S.A. (actualmente Abanca Corporación Bancaria), mientras que desde junio de 2017 hasta la actualidad es presidente del Consejo de Administración de Abanca Corporación Bancaria. Escotet tiene la mayor fortuna de Venezuela, valorada en unos 4.300 millones de dólares (unos 3.600 millones de euros), según figura en la revista Forbes.
Aunque Abanca y Banesco comparten propietario, la entidad gallega aclara que se trata de holdings empresariales distintos, por lo que la intervención del grupo Banesco no supone indirectamente la intervención de Abanca, que prosigue con su normal funcionamiento, más allá del cambio del presidente del grupo. Tal y como estipulan los estatutos de la entidad, será el presidente de la comisión de nombramientos, el consejero independiente Eduardo Eraña Guerra, quien ostentará el cargo mientras dure la ausencia de Escotet..