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Nueva protesta de las kellys: “Te tienen trabajando hasta que no puedes más para que firmes una baja voluntaria”

Concentración de la Asociación de kellys en Plaza España

Gloria De las Heras

“Las kellys en plantilla porque el gobierno dice que todo va de maravilla” ha sido el lema de la concentración de las kellys en Plaza de España este martes en Madrid. Detrás de las altas cifras de turismo en España, se esconde la otra cara de este negocio: las camareras de piso llevan meses denunciando su precaria situación y piden reformas integrales en la organización de su sector. Mañana es el Día Mundial del Turismo y por ese motivo deciden concentrarse en plaza de España, al que califican de “triángulo de las bermudas” al estar rodeada por hoteles que externalizan la contratación de sus empleadas. “Habitaciones que cuestan desde 135 euros y que se limpian por entre 2 y 3 euros”, cuentan algunas de las participantes en la concentración.

Las consecuencias de la reforma laboral de 2012 son especialmente palpables en las condiciones de las camareras de piso. La precariedad de las trabajadoras tiene doble vertiente: la reforma hizo posible la creación de convenios propios por parte de las empresas multiservicios subcontratadas, con condiciones que pueden llegar a ahorrar hasta 500 euros en sueldos a la empresa; el cobro por habitaciones en lugar de por horas obliga a muchas trabajadoras en régimen de jornada parcial a trabajar más horas para alcanzar una cifra digna.

“Cuando nos quejamos por estar trabajando semanas durante jornadas extendidas, nos responden que nos quejamos de vicio”, explica Ángela Muñoz, vicepresidenta de la Asociación de Kellys de Madrid.

Ellas quieren reconocimiento de enfermedades profesionales, jubilación anticipada y prohibición de la externalización. Quieren un blindaje de los convenios de hostelería, sin dar opción a las empresas subcontratadas a organizar el suyo propio; inspecciones regulares y aleatorias y un control de la bolsa de trabajo por el mismo INEM. Quieren un cumplimiento fiel del capítulo III de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la Ley de Coordinación de Actividades Empresariales. Más conciliación de la vida familiar y laboral, incluyendo todo lo relativo a embarazos y maternidad.

La conciliación de vida laboral y familiar es “nula”: no se respetan las 12 horas ininterrumpidas de descanso, obligando a las limpiadoras a trabajar tarde y mañana seguidas.

“No hay calendario laboral, te avisan por Whatsapp la noche anterior si tienes que trabajar a la mañana siguiente. Te tienen trabajando hasta que no puedes más para que firmes una baja voluntaria”, añade.

Creen que un primer gran paso sería la calificación explícita de las cadenas hoteleras que efectúan contratos de externalización y las que no y una modificación del artículo 42 del Estatuto de Trabajadores que prohíba explícitamente la subcontratación de obras y servicios.

Según las trabajadoras, la externalización genera una desigualdad laboral “gravísima”, con reducciones en salario, condiciones, derechos y representación colectiva. La empresa multiservicios con un precio más competitivo para el hotel es contratada y es esta la que decide bajo qué condiciones trabajarán las empleadas, sin posibilidad de reclamar al hotel. Aumenta la carga de trabajo y con ello, los riesgos laborales y aumenta la infracotización a la Seguridad Social. Se cobra por habitación y no por horas, con una media de entre 1,5 y 2 euros por habitación.

Creen que no hay compensación económica que cubra los daños físicos y psicológicos fruto de la precariedad de su sector. Enfermedades y dolencias propias del sobresfuerzo continuo y malas posturas obligan a estas trabajadoras a pedir, al menos, el derecho a la prejubilación a los 55 años. En este ámbito, piden un informe de riesgos ergonómicos que evalúe las cargas máximas permitidas y una colaboración eficiente por parte de las administraciones, con inspecciones de trabajo que detecten irregularidades en las condiciones laborales.

La solución, dicen pasa por un replanteamiento de la propuesta de PSOE, que actualmente solo contempla igualdad en las tablas salariales, dejando de lado todo lo relativo a riesgos laborales, el derecho de libre asociación, el calendario laboral o la jubilación anticipada. Han recogido todos estos aspectos en la “Ley Kelly”, que piden que se apoye por parte de todos los partidos. A la concentración han asistido también CCOO, CSE, Juventud Combativa y varios grupos feministas.

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