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El Gobierno da el paso definitivo para que las grandes empresas paguen en impuestos al menos el 15% del beneficio

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Daniel Yebra

4 de junio de 2024 13:09 h

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El Gobierno de coalición ha dado el paso definitivo para garantizar que las grandes empresas paguen, al menos, el 15% de sus beneficios en el impuesto de Sociedades. En diciembre, el Ejecutivo ya dio el pistoletazo de salida a esta medida.

Por fin, y tras una primera advertencia de la Comisión Europea, este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de ley para la transposición de la directiva comunitaria que crea un sistema para garantizar que las empresas más grandes multinacionales paguen un mínimo por sus beneficios, evitando el impacto de los paraísos fiscales o los territorios de baja tributación para reducir su factura fiscal.

El Ministerio de Hacienda ha explicado que este nuevo esquema sigue las instrucciones marcadas por la OCDE dentro del acuerdo global alcanzado hace dos años para implementar un mínimo del 15% en la tributación de los beneficios [conocido como “Pilar 2 del programa BEPS de la OCDE”].

El Ejecutivo ya implementó en 2022 una norma por la cual se garantizaba que en España las grandes empresas pagaran al menos ese 15% sobre su base imponible —no su beneficio, o más concretamente “el resultado contable ajustado” que se utilizará ahora—. De hecho, el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar contemplaba dar nuevos pasos para hacer real esta obligación.

“El texto va a iniciar su trámite parlamentario. Es un día para felicitarnos entre los que creemos en la justicia fiscal”, ha incidido la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien ha asegurado que la transposición debería estar finalizada en este 2024, primer año sobre el que se aplicará el tipo mínimo del 15%. De nuevo, tomando como referencia “el resultado contable ajustado” y no la base imponible.

El objetivo es armonizar el impuesto de Sociedades con la directiva europea y con el resto de países firmantes del esquema de la OCDE. Afectará a todas aquellas compañías con una facturación de 750 millones de euros en alguno de los dos ejercicios anteriores. La referencia es la información “país por país” que recoge la Agencia Tributaria desde 2015.

“Solo afectará a grandes empresas”, ha recalcado la también ministra de Hacienda. “Se trata de avanzar hacia un orden fiscal internacional más justo, a ser posible armonizado, basado en la idea que siempre ha defendido este Gobierno de quien más gana más debe contribuir a la sociedad”, ha sentenciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha estimado que “la recaudación adicional podría alcanzar 5.000 millones de euros”. Según ha recordado, “en España el tipo nominal del impuesto de sociedades es del 25%”, pero “el tipo efectivo medio en 2023 fue del 12%”. En el caso de las empresas que facturan más de 1.000 millones, “el tipo efectivo no llega al 5%”, ha señalado el ministro de Sumar.

Por su parte, los técnicos del Ministerio de Hacienda organizados en el sindicato Gestha consideran una previsión recaudatoria de 3.578 millones, con las exclusiones basadas en las sustancias económicas (activos y personal).

Creación de un tributo complementario

“Esta directiva es de una gran complejidad técnica”, ha explicado María Jesús Montero. Exactamente, el sistema para cumplir con ese tipo mínimo del impuesto de Sociedades contempla la creación de un tributo complementario para las grandes compañías.

En realidad, son tres figuras complementarias. La primera de ellas afecta a las empresas españolas radicadas en España y que no alcancen la tributación mínima. Es en este caso en el que entra en juego el “impuesto complementario nacional”. Si la empresa estuviera ya por encima de esa barrera, no pagaría este nuevo impuesto.

La segunda de las figuras es el “impuesto complementario primario”. Se aplica cuando la matriz de un grupo multinacional se sitúe en España y obtenga rentas de filiales situadas en el extranjero que aplican un tipo impositivo inferior al 15%. Cuando esto suceda, se activará el impuesto complementario.

Por último, el “impuesto complementario secundario” actúa como un sistema de “cierre” y se activa cuando algunas de las empresas del grupo multinacional hayan obtenido rentas en el exterior que no hayan sido gravadas al 15%. La diferencia entre el impuesto primario y el secundario es que este último no recae sobre la matriz, sino sobre filiales del grupo ubicadas en España.

Sobre la armonización internacional del tipo mínimo, María Jesús Montero ha aclarado que el resto de socios de la UE están actualmente “adaptando su marco normativo”. Según ha avanzado la vicepresidenta, “hay que esperar a que cada país intente hacer la recaudación de su 15% y que no caiga en manos de otros Estados”. Además, de momento, “en el periodo transitorio”, se va compatibilizar la tributación sobre las bases imponibles con la tributación sobre el resultado contable, dependiendo de la empresa, y aplicando “el más rentable”, sin que se produzca doble imposición.

Desde Oxfam Intermón celebran la medida, que “hemos estado peleando mucho, tanto en la OCDE, como en la UE”, pero se mantienen alerta. “Seguimos pensando que ese 15% de tipo efectivo es bajo: es el resultado de unas negociaciones para que se sumasen al carro Irlanda y Singapur”, explica Íñigo Macías, coordinador de investigaciones de la Organización. “Tendría que ser del 25% para no hacerle el juego a estas 'guaridas' fiscales”, añade.

“También nos preocupan las exenciones que se introducen al poder reducir el resultado contable ajustado en función de las inversiones en plantilla y en capital que hagan las empresas en cada país”, observa este experto de Oxfam. Son “las exclusiones basadas en las sustancias económicas” que indica el sindicato Gestha, que opina que “el tipo del 15% deja margen de maniobra para que en un futuro se aborde el aumento de la tributación al 20%”.

Los 'agujeros' del impuesto de Sociedades

En los últimos años, aunque las empresas en España han registrado más beneficios, la base sobre la que pagan impuestos se ha reducido —en 2023, la recaudación del impuesto de Sociedades creció un 40% menos que los beneficios de las empresas—. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Por qué las empresas pagan ahora menos impuestos? Porque se han ido aprobando decenas de reformas tributarias que han contribuido a erosionar las bases imponibles y a reducir la factura fiscal, como se explicó en esta información. Los más beneficiados por los 'agujeros' del impuesto de Sociedades son los grandes grupos empresariales y las multinacionales.

Estos 'agujeros' fiscales (sobre todo por las compensaciones a las que las compañías tienen derecho por sus años en pérdidas) provocan que el peso del impuesto de Sociedades sobre la recaudación total de la Agencia Tributaria se haya estacando por debajo del 13%, tras derrumbarse desde el 22,3% de 2007.

“Tendremos presupuestos”

Preguntada por los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025, tras prorrogar los de 2023 este año por la imposibilidad de alcanzar acuerdos por el accidentado calendario electoral de los últimos meses, María Jesús Montero ha asegurado que “habrá presupuestos independientemente del resultados de las elecciones europeas” de este 9 de junio.

Sobre el despliegue del Plan de Recuperación y los hitos que exige cumplir la Comisión Europea, la vicepresidenta ha comentado que “estamos trabajando con la Comisión Europea para dar por cumplido el hito de la reforma fiscal”, y valorando si “incorporar algún elemento que a ellos [el Ejecutivo comunitario] les parezca que puede tener algún interés”.

Por ejemplo, la responsable del Ministerio de Hacienda ha abordado que “los efectos de la propia crisis de Ucrania aún no han pasado”, y ha dejado abierta la posibilidad de prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos, vigente hasta junio según el último decreto anti crisis.

El Gobierno de coalición también tiene pendiente convertir en impuestos permanentes los gravámenes temporales a la banca y a las energéticas. Mientras, ya ha creado el impuesto a las grandes fortunas y el impuesto a los envases de plástico no reutilizables.

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