El Gobierno descarta la rebaja de impuestos a las nucleares que piden las eléctricas y Vox

El Gobierno descarta la rebaja de impuestos a las centrales nucleares que llevan tiempo pidiendo las eléctricas. Un guante que ha recogido Vox y que el Ejecutivo descarta.

“No está prevista ninguna actuación en el sentido referido en la pregunta formulada”, responde el Gobierno a la formación ultraderechista, que en febrero preguntó si va “a mejorar el marco impositivo de las centrales nucleares con el fin de asegurar la viabilidad de las plantas”, teniendo en cuenta su papel como tecnología de respaldo.

Seis diputados de Vox recogían en su pregunta escrita buena parte de los argumentos del sector eléctrico. Exponían que “el parque nuclear español atraviesa una grave crisis de liquidez debido a la presión fiscal, lo que ha llevado en 2020 a que todas las plantas funcionen por primera vez con un flujo de capa operativo”.

“La suma de impuestos y tasas (nacionales, autonómicos y locales) que gravan la generación eléctrica ha supuesto un 61% de la facturación por la producción de electricidad. Algunos de estos impuestos son ideológicos (porque no gravan otras fuentes de energía) y otros meramente recaudatorios”, según Vox, única formación que actualmente plantea abrir nuevas plantas de energía nuclear en España. Hace un año planteó que las que ya funcionan lo hagan hasta 80 años.

En octubre, el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, arremetió contra la “alucinante” presión fiscal que soportan las plantas y pidió medidas para que esta fuente sea “viable” a largo plazo y poder cumplir el papel que le asigna el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Es “insostenible” pasar “diez años perdiendo dinero todos los días” y “pagamos el 120% de impuestos sobre lo que facturamos”, afirmó el presidente del lobby nuclear, que en febrero señaló que un precio fijo por su producción, como el que negocia Francia, el país más nuclearizado de Europa, “podría ser un camino”.

En 2020, la nuclear volvió a ser la primera fuente de generación en España por décimo año consecutivo. Pese al empuje de las renovables, aportó el 22,18% de la electricidad consumida. Pero sufrió la depresión que vivió el precio medio del mercado mayorista, que con la pandemia cayó un 28%, hasta un mínimo histórico anual de unos 34 euros.

Mientras, la presión fiscal que grava la producción nuclear se incrementó al entrar en vigor un nuevo impuesto en Catalunya y extenderse a todas las centrales de la tasa que financia el servicio de respuesta prestado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Junto a ello, y según lo acordado en marzo de 2019 con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para financiar el apagón nuclear escalonado pactado con las eléctricas, la tarifa fija unitaria que pagan las centrales para financiar la gestión de los residuos radiactivos y el desmantelamiento se incrementó en un 19,2%, pasando de 6,69 euros/MWh a 7,98 euros/MWh, después de que el Tribunal de Cuentas advirtiera de la falta de fondos para ese fin.

Tras el desplome de un 2020 excepcional por la pandemia, el pool se ha recuperado rápidamente en 2021. El precio medio en lo que va de año alcanza ya los 51 euros/MWh, frente a los 29 euros del mismo periodo de 2020. Se ha visto impulsado por la especulación con el CO2 en el mercado europeo de derechos de emisión y la elevada cotización del gas natural. La primera quincena de mayo de 2021 ha sido la más cara de la historia.

Pérdidas millonarias

Con todo, el sector asegura que no le salen las cuentas. Mientras Iberdrola Generación Nuclear, que agrupa los intereses nucleares del grupo energético, prácticamente quintuplicó en 2020 sus pérdidas, hasta 240 millones de euros, la semana pasada el consejero delegado de Endesa, José Bogas, pidió al Gobierno “actuar” en “todo lo que es eliminación de tasas o como está ocurriendo en Francia, que está buscando caminos que puedan garantizar el funcionamiento de las centrales nucleares”.

En un acto organizado por elDiario.es, Bogas lamentó que la nuclear soporta “muchos impuestos”, unos 15 euros MWh en su estructura de costes, lo que hace que “sean caras” y que para tener una rentabilidad “adecuada”, del 5,5%, como otros negocios regulados, necesiten precios del mercado mayorista de al menos 55 euros MWh.

Con las perspectivas actuales, “vamos a cubrir todo el gasto corriente y con suerte vamos a rentabilizar” la operación de una fuente que, insistió, “no está amortizada”, según Bogas, que planteó la “posibilidad de extender la vida” de “alguno” de los reactores existentes más allá del calendario pactado con el Gobierno si para 2035 no hay suficiente potencia para respaldar a las renovables. Ese calendario no está escrito en piedra porque, según el Gobierno, “no tiene carácter jurídico”.