La inflación de los alimentos se modera al 2,5% en agosto, un mínimo desde octubre de 2021
Los precios en los supermercados, en los colmados, en las fruterías, en las carnicerías o en las pescaderías dieron un alivio al 'bolsillo' de las familias en agosto. La inflación de los alimentos se moderó al 2,5% el mes pasado, un mínimo desde hace casi tres años. Exactamente, desde octubre de 2021, según ha confirmado el INE (Instituto Nacional de Estadística) este jueves.
Por su parte, el IPC (Índice de Precios de Consumo) general se redujo cinco décimas desde el 2,8% de julio al 2,3% de agosto, la tasa interanual más baja desde junio de 2023. El INE explica que esta moderación del IPC se debe al abaratamiento de los carburantes, que subieron en agosto de 2023 y, en menor medida, al menor encarecimiento de los alimentos, entre los que algunos incluso bajaron sus precios en agosto, como las legumbres y las hortalizas, la leche o las harinas.
El IPC de los alimentos descendió 6 décimas en su tasa interanual. Es decir, los alimentos se encarecieron un 2,5% en agosto respecto al mismo mes del año pasado. En julio, esta subida fue del 3,1%. En junio, del 4,2%. “Esta reducción está permitiendo acercar la inflación de los alimentos al índice general, gracias a las medidas de apoyo adoptadas [principalmente la bajada del IVA]”, defienden desde el Ministerio de Economía.
El aceite de oliva, que ha subido y subido a tasas disparadas (incluso por encima del 70%) desde hace meses, en agosto se encareció un 25,1%, el menor avance interanual desde mayo de 2023. En tasa mensual, comparando los precios de julio con los de junio, el aceite se abarató un 1,7%. Es el cuarto mes consecutivo de caídas del 'oro' líquido.
La inflación subyacente, que excluye de su cálculo precisamente la energía y los alimentos, también siguió bajando hasta el 2,7%, una décima menos que en julio. La tasa interanual para este cálculo subyacente —considerado más estable, menos volátil— es la más moderada desde enero de 2022.
“La reducción continuada de la inflación sigue reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios”, inciden desde el Gobierno. “Estos factores, junto con la positiva evolución del mercado laboral, están permitiendo mejorar la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares”, concluyen.
En términos mensuales (julio sobre junio), el IPC general no varió en agosto. En julio, se contrajo cinco décimas, después de seis meses consecutivos de alzas.
A finales del mes pasado, el Gobierno de coalición consiguió la convalidación en el Congreso de los Diputados del último decreto anticrisis, aprobado en el Consejo de Ministros del 25 de junio, con medidas para aliviar el daño de la inflación. Entre ellas, la rebaja del IVA del aceite de oliva al 0%, la subida de los sueldos a los funcionarios en 2024 o la extensión del bono social eléctrico.
Este último paquete prorroga algunas medidas vigentes desde finales de 2023, pero elimina otras, “atendiendo a la moderación de la inflación” y para cumplir con las reglas fiscales de la Unión Europeo (UE), que se han activado en este 2024 —según explica el Ejecutivo—, tras permanecer suspendidas desde 2020 para permitir una respuesta social al doble shock de la pandemia y de la invasión rusa de Ucrania.
“Hemos tomado medidas por 120.000 millones desde 2020. Un impulso fiscal sin precedentes para proteger rentas, salvar puestos de trabajos y transformar la economía”, señaló la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. “En la anterior crisis financiera se aplicaron medidas de austeridad caducadas”, incidió la también ministra de Hacienda.
Medidas anticrisis
Uno de los grandes problemas que aborda el último decreto anticrisis aprobado en Consejo de Ministros a finales de junio es la inflación de los alimentos. La principal medida del Gobierno de coalición para aliviar este daño a las familias, sobre todo a las más vulnerables, fue el recorte del IVA a los alimentos básicos desde principios de 2023. Esta bajada del impuesto caducaba a finales de este mes, pero el Ejecutivo decidió prorrogarla en el Consejo de Ministros del 25 de junio, con un esfuerzo extraordinario —pactado con Junts— para controlar el precio del aceite, totalmente desorbitado en esta crisis de inflación.
El aceite, que ya pasó del 10% al 5% de IVA desde el decreto anticrisis que se empezó a desplegar en enero de 2023, forma parte ahora del grupo de productos de primera necesidad —el pan, las harinas, la leche, los quesos, los huevos, las frutas y verduras— que tienen un tipo del 0% desde el año pasado (en lugar del 4% que se aplicaba hasta entonces) hasta el 30 de septiembre. A partir de octubre pasarán al 2% de IVA, hasta final de año.
El coste total de todas las medidas tomadas desde 2021 para aliviar el daño de la inflación es de alrededor de 50.000 millones, siendo las medidas más caras las relacionadas con la electricidad (que superan los 20.000 millones entre todas: recorte del IVA de la factura, del impuesto especial, subvenciones al sector...) y las deducciones en el IRPF (impuesto de la renta).
Precisamente, en junio se prorrogaron otras medidas del decreto anticrisis que decaída entonces, como la rebaja del IRPF para las familias con menos ingresos, exactamente para las que cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pero que beneficiará a las rentas hasta 22.000 euros brutos anuales. “La suma de las medidas fiscales, entre IVA e IRPF, suponen para las familias un ahorro de 3.000 millones de euros al año”, apuntó la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.
“También extendemos el escudo social para los colectivos más vulnerables, que también se benefician de las medias anteriores”, añadió Montero. Este escudo social incluye la prohibición de cortes de suministro de agua y energía a consumidores vulnerables, hasta final de año. Además, el nuevo decreto anticrisis hace indefinida la tarifa de último recurso (la TUR) de gas para las comunidades de propietarios.
Mientras, el IVA del recibo de la luz de los contratos domésticos regresa al valor reducido del 10% si el repunte en el precio del mercado mayorista de la electricidad se por encima del listón de los 45 euros por megavatio hora (MWh), según contempla el primer decreto anticrisis, de 2021.
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