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Ladrillo, perlas, Kelme y una tele de ultraderecha: los negocios en España de un heredero de Carrefour

Algunas de las empresas a las que está o ha estado vinculado el millonario francés Bontoux-Halley.

Antonio M. Vélez

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¿Qué tienen en común la marca de ropa deportiva Kelme, la mallorquina Majorica, una televisión española de extrema derecha o la inmobiliaria Renta Corporación? La respuesta la tiene Gregoire Bontoux-Halley, discreto inversor francés afincado en España desde hace años y descendiente de una rama de la familia fundadora de Carrefour, el gigante galo de la distribución.

Con 56 años recién cumplidos, este multimillonario de perfil bajo, del que no hay apenas fotografías ni entrevistas en prensa, es conocido por haber participado en los supermercados Dia, en cuyo capital entró en 2019 para oponerse sin éxito (salió en 2021) al asalto de su actual dueño, el holding Letterone, del oligarca ruso Mijail Fridman. Más recientemente, ha sido noticia por ser socio de Renta Corporación o haberse adjudicado el conocido fabricante balear de joyería Majorica.

La inmobiliaria, especializada en comprar, rehabilitar y vender edificios en Barcelona y Madrid, es la única cotizada española en la que Bontoux-Halley tiene un paquete relevante. Participa desde 2020 junto a otras fortunas como el empresario asturiano Blas Herrero o Baldomero Falcones, ex del Santander o FCC.

Renta Corporación, conocida en el pasado por los negocios que intentó montar en África junto a, entre otros, Iñaki Urdangarin, y que tuvo hasta 2015 como vicepresidenta a la exministra del PP Anna Birulés, lleva años con su cotización en horas bajas. Su valor total actual no llega a los 40 millones de euros. Bontoux, dueño de un 5%, es miembro de su consejo de administración.

La documentación remitida por la empresa a la CNMV refleja que el inversor francés se licenció en Económicas y Empresariales por el Instituto Weller de París y es diplomado por el Instituto de Consejeros y Administradores (ICA) y MBA por IESE en Barcelona.

“Inició su carrera profesional en Nestlé España, en la división de marketing hasta alcanzar cargos de responsabilidad en dicha área. En 1995 se incorpora a Hipermercados Continente”, hoy Carrefour, donde desempeñó sus funciones en el departamento de operaciones de la división española.

En 2003, “tras la fusión con Carrefour, pasa a dedicarse a la gestión de las participaciones empresariales en Europa y Asia”. Actualmente es accionista “en la firma de joyería Majorica y en la insignia de moda deportiva Kelme, entre otras”, dice la inmobiliaria.

Esas participaciones, como el 5% de Renta Corporación, cuelgan de Clervaux Invest, sociedad con sede en Luxemburgo, algo habitual entre las grandes fortunas. Esta firma declara en las cuentas que depositó hace unos días en el Gran Ducado más de 141 millones en activos. Presidida por Bontoux-Halley, su madre, Marthe Bontoux-Halley, de 83 años y afincada en Suiza, figura como administradora.

Los datos disponibles en el Registro Mercantil español indican que el heredero ha aumentado sus inversiones en España tras fallecer su padre, Gabriel André Bontoux, en 2017 a los 80 años.

Entre ellas, dos préstamos de al menos 2,5 millones concedidos por Bontoux-Halley a Farnesio Ventures SL, la sociedad con la que el empresario inmobiliario José Luis Hernández de Arce, ex consejero delegado de Polaris, se quedó en 2019 la actividad productiva de Intereconomía TV en una subasta tras el concurso de acreedores de la cadena de Julio Ariza. Intereconomía es un fijo en las listas de morosos que publica cada año la Agencia Tributaria. 

Con programas en su parrilla como Ciudadano Cake, Dando Caña o El gato al agua, la antigua Intereconomía, luego rebautizada como El Toro TV, ha sido calificada como “la mayor herramienta de propaganda” de la ultraderecha de Vox. Su relación con Bontoux figura en las últimas cuentas disponibles (2021) de Bcnegocium Business Solutions, 100% propiedad de esa sociedad en Luxemburgo. 

Mediante un contrato privado, el inversor galo concedió en diciembre de 2018 a Farnesio Ventures SL un préstamo de 1,7 millones con vencimiento a cinco años (es decir, el próximo 19 de diciembre) y un interés de Euríbor a 12 meses +1%, con garantía del derecho real de prenda sobre sus acciones, para “financiar la adquisición por parte de Farnesio Ventures, SL, de la licencia de Intereconomía Televisión”. 

El préstamo se amplió en 2020 con otros 800.000 euros, devengando en este caso un interés del 8% anual y con un plazo inicial de 18 meses que habría vencido ya en 2022, cuotas mensuales de 39.939 euros y también con las acciones de la empresa en prenda.

En sus cuentas, Bcnegocium señala que “parece que no se observa en Farnesio Ventures, SL actividad económica suficiente que permita la devolución del préstamo a la fecha de su vencimiento, por lo que procedería dotar deterioro en su totalidad o en parte”. Farnesio declaró unos 191.000 euros en pérdidas en 2022 tras facturar cerca de 4 millones, según sus últimas cuentas, disponibles a través de Insight View.

5% de Kelme

A esa operación se suma un acuerdo de Bontoux firmado en junio de 2019 para invertir 5 millones en una empresa china, Kelme Global, a cambio de un 5%, en el marco “de una operación corporativa de amplio calado” que desembocaría en su futura cotización “en los mercados bursátiles de China y Hong Kong”. 

Sería de la mano del grupo financiero español Riva y García y del actual dueño de facto de Kelme, el empresario chino Ke Yongxiang, que controla la producción, distribución y derechos del negocio de la marca en el gigante asiático. Yongxiang se hizo en 2018 con el 80% de Kelme Sports Products, que gestiona los derechos de la enseña y sus patrocinios internacionales. 

El acuerdo con Bontoux se plasmó en un contrato de inversión mediante préstamo convertible con garantía hipotecaria que suscribió como prestamista junto a K Global International Limited, vinculada a Riva y García, como prestatario, y, como garante, New Millennium Sports, SL (NMS), heredera del negocio de diseño, fabricación y comercialización de calzado textil y accesorios de la marca Kelme en España, entre otros países.

Las últimas cuentas de Bcnegocium indican que “se mantiene el interés en ejecutar el canje acordado”. Pero a cierre de 2021 no se habían obtenido los estados financieros de NMS ni de K Global International, ni de la china Yongxian, pese haber sido “reiteradamente solicitados”.

Las cuentas omiten que poco antes, en octubre de 2021, NMS presentó concurso de acreedores, tras condenar la Audiencia Provincial de Alicante a la Kelme española a abonar 3,2 millones de euros a su antiguo licenciatario en Panamá. NMS superó el concurso en junio, previa quita del 88% de la deuda con sus acreedores, en otro capítulo del calvario financiero de la emblemática marca.

Históricamente vinculada a Elche (Alicante), y tras llegar a vestir en los 90 al Real Madrid o a los deportistas españoles en las Olimpiadas de Barcelona, tras el estallido de la Operación Puerto de dopaje en el ciclismo Kelme acabó rescatada en 2008 por el gobierno valenciano, que entonces presidía Francisco Camps, con 38 millones de dinero público.

Además de ese acuerdo con Kelme, la empresa española de Bontoux es también dueña de Majorica, el fabricante de perlas de Manacor (Mallorca) que, tras ir a concurso, el multimillonario se adjudicó por 9,5 millones en 2021. La firma confía en superar este 2023 los 22 millones de facturación, frente a los 15 millones de 2022, para alcanzar los 50 millones en 2025 ó 2026, según anunció en febrero.

El inversor, cuya familia tiene propiedades en el sur de Ibiza, según contó Vanity Fair en 2020, declaraba también a cierre de 2021 a través de Bcnegocium, participaciones en dos start-ups: un 20,2% de la barcelonesa Foot Analytics, dedicada a optimizar el espacio en oficinas, y un 2,7% de la murciana Graphenano, que desarrolla diferentes aplicaciones del grafeno.

También contabilizaba otro préstamo de 5 millones concedido en abril de 2019 a Agrícola Aguileña, SL, domiciliada en Águilas (Murcia) y propietaria de dos fincas de más de 33 hectáreas, Peña Rubia y Los Alcázar, sobre las que el inversor francés se garantizó derecho de prenda como garantía. La empresa fue a concurso en 2020 y entró en liquidación en enero de 2021. Las fincas están “bajo embargo preventivo por parte de la Administración Tributaria”, explica la sociedad del inversor francés en sus últimas cuentas disponibles.

Extremadamente discreto, Bontoux-Halley lleva muchos años viviendo en España, a caballo entre Madrid, Barcelona o Levante, aunque tras la pandemia fijó durante un tiempo su residencia profesional en Cascais, una de las zonas más exclusivas de Portugal. Actualmente tiene su centro de operaciones en Madrid en un edificio de oficinas en María de Molina, 39, muy cerca de la que durante muchos años fue sede de la fundación FAES, de José María Aznar.

Clervaux Invest, la sociedad luxemburguesa de la que cuelgan sus inversiones, fue inscrita en Luxemburgo en marzo de 2009 por una firma del paraíso fiscal de Islas Vírgenes, Cabrera Investments Limited, que aportó un paquete de casi medio millón de acciones de la petrolera francesa Total valorado entonces en 17,6 millones. 

Los Bontoux figuran como administradores de esta empresa desde 2015. Gregoire Bontoux-Halley aparece en Luxemburgo vinculado a, al menos, otras dos sociedades: Apollon Invest, dueña del 95,22% de Clervaux Invest y con 123,5 millones en activos; y Aviso Investment, con otros 67,5 millones.

La familia lleva muchos años canalizando inversiones a través del Gran Ducado. Destaca Citra Sarl, liquidada en 2018, que durante años estuvo en manos de una fundación en Amsterdam (Países Bajos), Stichting Comet. En 2008 llegó a repartir la friolera de 3.563 millones en dividendos, según sus cuentas de ese año.

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