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Triodos admite que el valor del dinero de los inversores atrapados puede caer más con el nuevo sistema de cotización

Sede Triodos Bank

Diego Larrouy

23 de abril de 2023 22:10 h

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Los clientes de Triodos Bank que invirtieron en la entidad tendrán en dos meses la primera vía para recuperar el dinero tras tres años atrapados. El grupo neerlandés, con implantación en España, comenzará a cotizar los títulos de estos inversores a partir de finales de junio y podrán negociar en el nuevo mercado que se abrirá para tratar de rescatar el capital que invirtieron en el banco. En este proceso, Triodos Bank ha publicado un informe para la salida a cotización de los certificados de acciones en el que desentraña los detalles de esta operación y sus posibles riesgos. Entre ellos, reconoce que los inversores pueden ver una pérdida de valor de sus títulos y una falta de liquidez en este nuevo mercado de intercambio.

Se trata de la salida que Triodos Bank ha trazado para su controvertido sistema de captación de capital de sus clientes. Históricamente, la entidad ha funcionado mediante un sistema de emisión de CDA (Certificados de Depósitos de Acciones) que vendía a sus clientes como un producto de inversión. No son acciones en sí mismas, ya que todos los títulos del banco pertenecen a una fundación, SAAT. Estos títulos, por tanto, no tienen derechos de voto pero sí económicos, reciben los dividendos de la entidad. Hasta la llegada de la pandemia se intercambiaban en un mercado interno y el valor lo marcaba el propio banco en función de la evolución de los resultados y de su actividad.

Con la crisis sanitaria, se produjo un exceso de peticiones de salida que el sistema no podía cuadrar con solicitudes de compra. No había liquidez para que salieran los inversores interesados. Así, la entidad decidió cerrar este sistema en 2020 para buscar una alternativa que funcionara mejor tras décadas en las que había funcionado el sistema que ahora se veía insuficiente. Se reabrió el mercado temporalmente a finales de aquel año, pero se volvió a clausurar. Desde entonces, miles de inversores han visto atrapado un dinero que inyectaron en el banco y que no han podido recuperar.

El grupo neerlandés trazó un nuevo sistema de cotización en un mercado abierto. El proceso es similar al de una salida a Bolsa, aunque estrictamente no es así. Se trata de un mercado secundario operado por Captin. El nombre técnico es Sistema Multilateral de Negociación. En él, los inversores podrán, por fin, vender sus certificados si así lo desean y recuperar, al menos, una parte de lo invertido. Es en este proceso donde se encuadra el 'Information Memorandum', un informe que ha publicado en las últimas semanas y que es similar al folleto de una salida a Bolsa. “Incluye información relevante para un potencial inversor y debe ser tenido en cuenta para una decisión de inversión”, explica el banco en un comunicado publicado junto con el informe. En este documento se da detalle sobre la actividad del grupo y, sobre todo, sobre sus riesgos y los de los CDA.

El banco enumera más de 40 riesgos que debe de tener en cuenta un inversor interesado en la entidad. Una parte de ellos son los habituales en esta clase de documentos, como los riesgos cibernéticos, los climáticos o los de negocio, que se podrían encontrar en cualquier otra entidad que realizase una operación de este tipo. Sin embargo, también se incluyen algunos específicos que afectan a los actuales propietarios de CDA que buscan recuperar su dinero. Uno de ellos alude a los problemas por un posible desajuste entre la oferta de títulos de inversores que quieren vender y la escasez de demanda de compra. “Si estas diferencias ocurren, podría causar una presión a la baja en el precio de mercado de los certificados y podría afectar negativamente a la liquidez en el mercado”, señala el documento. “Estas diferencias pueden ocurrir durante un periodo extendido”, subraya.

Tras haber cotizado con el banco decidiendo el precio y gestionando las entradas y salidas, la cotización en un mercado hará que la situación sea distinta y el propio documento advierte de la volatilidad. “No puede haber garantía de que vaya a desarrollarse un mercado activo de CDA tras la admisión de la cotización o si esta cotización, si se desarrolla, vaya a mantenerse”, apunta. “Si este mercado falla en su desarrollo o su mantenimiento, puede afectar negativamente a la liquidez y al precio de mercado”, subraya el informe que busca advertir a todo inversor interesado de los riesgos del producto. “La falta de un mercado activo puede menoscabar la posibilidad de vender certificados por parte de los inversores o hacerlo a un precio que consideren aceptable”, enfatiza.

Aunque la operación se parece a una salida a Bolsa, no lo es en sentido estricto. Cuando una empresa sale al parqué suele contratar a entidades financieras que, como una especie de seguro, invierten para estabilizar el precio de la acción en sus primeras jornadas. Triodos apunta en el informe que no cuenta con ello, por lo que “puede haber un incremento de la volatilidad en las primeras sesiones”. Además, puntualiza que para poder operar en este nuevo mercado, los inversores tendrán que tener una cuenta en Captin, una plataforma que también tiene licencia en España, lo que puede limitar el potencial interés en la inversión, tal y como apunta el informe.

Casi 7.600 afectados en España

El bloqueo del dinero de los inversores ha provocado una cascada de demandas judiciales contra el banco. Esta litigiosidad es otro de los riesgos que reconoce el banco en su documento previo a la cotización. La entidad señala que tiene abiertos “múltiples” procesos a cuenta de los CDA pero asegura que no es posible aventurar cuál será el potencial coste de esto para su balance.

En total, son 43.545 inversores que son propietarios de CDA y que, por tanto, no han podido hacer uso de su dinero en los últimos tres años. El principal país afectado es Países Bajos, donde se encuentra la sede de la entidad, con más de la mitad de los afectados. Después de encuentra España, donde Triodos cuantifica que tiene 7.599 clientes con CDA.

España es el segundo mercado para Triodos por activos y uno de los que está teniendo más actividad judicial a cuenta de los CDA. Numerosos clientes han acudido a la Justicia asegurando que no se les informó adecuadamente de los riesgos de este producto. No se trata de un sistema de ahorro sino de inversión y cuenta con la mayor nota de riesgo para el cliente: 6/6 . No se han producido demandas colectivas pero si cientos de ellas individuales. Organizaciones como Asufin, con el apoyo del bufete pamplonés Iribarren Artola Abogados, se han movilizado para buscar afectados en España. También se ha movilizado la Plataforma de Afectados por los CDA de Triodos, quienes tildan este producto como las “preferentes verdes”, en referencia a aquel polémico producto comercializado por la banca y el objetivo medioambiental de la entidad.

A la publicación del informe, Triodos tiene abiertas 270 causas por los CDA en España. Sin embargo, son unas pocas decenas de sentencias, todas ellas en primera instancia, las que se han producido. El banco asegura que son 16 dictámenes a favor de la entidad y 12 favorables a las pretensiones de los inversores. El grupo neerlandés ha defendido en todo momento en los tribunales que los productos se vendieron con transparencia, siguiendo las normas para este tipo de inversiones y especificando los riesgos.

La entidad se encuentra en un momento delicado de reputación por estos CDA. Sin embargo, en lo que respecta al negocio, sigue siendo una entidad a pleno rendimiento. En 2020, el año de la pandemia y cuando cerró la cotización de los CDA, obtuvo un beneficio de 27, 2 millones de euros, al año siguiente ascendió a los 50,8 millones y el pasado ejercicio cerró con otros 49,9 millones de ganancias. El banco tiene el objetivo de repartir el 50% de las ganancias en dividendos.

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