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ENISA, fondos NextGeneration y una ley pionera: así se está gestando el auge ‘startupero’ español

Un equipo de trabajo

Tomás Muñoz M.

Con una inversión de más de 1.260 millones de euros en préstamos participativos, esta empresa pública ha respaldado exitosos proyectos como Glovo, MásMóvil y Holaluz. Actualmente, es el brazo ejecutor de la nueva Ley de Startups y la última milla de los fondos NextGeneration a la hora de impulsar la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad en las pymes y empresas innovadoras de nuestro país.

Las compañías nacidas del emprendimiento, con capacidad para escalar y base tecnológica, conocidas como startups, gozan en España de un impulso sin precedentes, debido, entre otros factores, a la aprobación en diciembre de una ley específica y una coyuntura muy favorable enmarcada en la cuarta revolución industrial.

Así lo evidencian diferentes estudios y análisis publicados recientemente, tales como Spain Ecosystem Report 2023, elaborado por Dealroom en colaboración con Kfund, BBVA Spark, Endeavor Spain y GoHub Ventures, donde se recoge que la valoración de las startups españolas creció 7.000 millones de dólares en 2022 hasta alcanzar los 93.000 millones —un 8,6% más que en el ejercicio anterior, pese al contexto de ralentización en la inversión mundial para este tipo de empresas—, o el informe Impacto socio-económico de South Summit en Madrid, elaborado por la consultora PwC, que especifica que en nuestro país había el año pasado más de 12.000 firmas de estas características —un 8% más que en 2021—, que daban empleo a 160.000 personas.

Este boom “no es casual” y solo se explica “gracias al enorme esfuerzo que lleva a cabo todo el ecosistema español y al apoyo determinante de la Administración central”, tal y como apunta José Bayón, CEO de ENISA, la empresa pública adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que desde 1982 participa activamente en la financiación de proyectos viables e innovadores. Bajo su perspectiva, “España ha realizado un avance sin precedentes en los últimos años en materia de emprendimiento. Estamos afrontando la transformación al mismo ritmo que los países de nuestro entorno. Esta vez, la revolución no nos la cuentan, sino que la lideramos en disciplinas como la transición energética o la inteligencia artificial”, asegura. Sin embargo, reconoce que el horizonte electoral “entraña ciertos riesgos a la hora de mantener esta línea”, ya que “existen discursos que cuestionan si tiene sentido o no apostar por el emprendimiento, la digitalización o la sostenibilidad”.

ENISA se ha volcado en los últimos años en la concesión de préstamos participativos, invirtiendo más 1.260 millones de euros, distribuidos en 8.280 préstamos, que han beneficiado a 7.220 empresas. Algunos de los proyectos apoyados resuenan con familiaridad entre la población general y los círculos de inversores: PLD Space, Alvalle, Holaluz, Filmin, MásMóvil, Scalpers, Glovo, Cuideo, Komvida Kombucha, Cooltra, Fractus, Idoven, Genially, Jobandtalent o Ecoalf, son algunos casos de éxito. En estos momentos, la empresa pública cuenta con dos apoyos extra que resultan fundamentales en su labor: la Ley de Startups, aprobada en diciembre del año pasado por el Gobierno de España, y los fondos NextGenerationEU de la Comisión Europea, que tienen líneas específicas de apoyo al emprendimiento, apostando, precisamente, por la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad.

“ENISA es, de hecho, el organismo de gestión de la nueva Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, que tiene como objetivo mejorar el clima empresarial y es una normativa pionera en toda Europa, ya que define jurídica y administrativamente la figura de la startup”, precisa Bayón. 

Pero ¿qué mecanismos articula para potenciar el ecosistema? “La ley tiene tres paquetes principales: uno orientado a simplificar trámites administrativos y reducir costes iniciales; otro que tiene la fiscalidad como protagonista y establece exenciones altas —concretamente en stock options, hasta 50.000 euros—, con el límite más alto de toda la zona euro, empatado con Reino Unido; y, finalmente, un tercer apartado enfocado a la atracción y retención de talento, con la premisa de reducir la brecha que produce la revolución tecnológica”, subraya el CEO de ENISA. Respecto a este tercer paquete, Bayón concreta que “son medidas muy esperadas porque la norma nos encarga certificar startups, analizar visados para emprendedores y emprendedoras extranjeros y trabajar con centros educativos —formación profesional o universidad— para convertir en realidad los proyectos académicos”.

El otro gran impulso llega desde Europa: “ENISA es la última milla de los fondos de la UE porque estamos en contacto estrecho con las pymes y facilitamos todo el proceso”, destaca el responsable de la compañía. “Tanto es así que el primer tramo de NextGeneration nos ha facilitado la apertura de dos líneas nuevas. La primera, destinada a Emprendedoras Digitales, cofinanciada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, que en 2022 dio cobertura a 84 solicitudes, por un importe de más de 12,4 millones de euros y que en este año cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros. Desde su creación se han desembolsado cerca de 130 préstamos, por más de 20,7 millones de euros.

Y la segunda línea, AgroInnpulso, enfocada al sector agroalimentario y dotada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En 2022 se aprobaron 51 solicitudes por cerca de 9,3 millones de euros y, en 2023, su presupuesto asciende a 10 millones de euros. Hasta la fecha, los préstamos desembolsados son un total de 75, por un importe de cerca de 13,4 millones de euros.

Empresas ‘enisables’ y otras líneas

“Los requisitos para que una empresa sea ”enisable“ son que se trate de un modelo de negocio novedoso, innovador o con claras ventajas competitivas y que, por supuesto, sea viable y sostenible por su cuenta de resultados”, especifica el CEO de ENISA. Asimismo, añade que han de ser “pymes con personalidad jurídica propia” y deben “desarrollar su actividad principal en España, donde ha de estar su domicilio social”. Las empresas cuya plantilla supere las 250 personas trabajadoras o cuenten con un volumen de negocio superior a los 50 millones de euros no podrán ser beneficiarias de un préstamo de ENISA: “En todo caso, la financiación está condicionada a que la empresa realice o haya realizado recientemente una aportación de capital igual o superior al préstamo solicitado”, indica.

Además de las dos líneas cofinanciadas por Europa y la labor de canalizar la Ley de Startups, ENISA cuenta con otras cuatro líneas. “Recientemente se ha creado una nueva dirigida al sector Audiovisual e Industrias Culturales y Creativas, cuyo presupuesto procede del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y del Ministerio de Cultura y Deportes, y que en 2023 asciende a 7,5 millones de euros”, puntualiza Bayón. En lo referente al ministerio del que depende la compañía pública, “contamos con tres líneas: Jóvenes Emprendedores, Emprendedores y Crecimiento. En 2022 se aprobaron 507 proyectos, por más de 83,8 millones de euros, mientras que en 2023 el presupuesto asciende a 98,5 millones de euros y se estima que se dará cobertura a unos 470 proyectos empresariales innovadores, con una inversión inducida de más de 170,4 millones de euros”. Mientras estas tres tienen un presupuesto que ha de ejecutarse anualmente, las líneas dependientes de otros ministerios no tienen un cierre determinado, por lo que siguen disponibles de forma continua.

Por último, José Bayón aprovecha para hacer un llamamiento a “todas aquellas empresas y proyectos que cumplan con los requisitos”, ya que “pueden realizar todo el proceso en línea y de forma sencilla. Tan solo tienen que entrar en nuestra web y ver qué opción de las seis se adapta mejor a su proyecto y empezar con el proceso”.

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