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Uno de los objetivos sostenibles de los aeropuertos españoles es acelerar el cambio hacia una economía circular

Aeropuerto internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas

Ricardo Arnaiz

El papel de la aviación en nuestra sociedad es esencial ya que nos permite vivir en un mundo más conectado. Por ello tanto los aviones como toda la infraestructura que precisan están inmersos en una fase de transformación que los acerca a un modelo cada vez más respetuoso con el medio ambiente.

Aena, la empresa que gestiona 46 aeropuertos y dos helipuertos en España, está comprometida en hacer su actividad más sostenible. Es consciente de que el actual modelo lineal basado en extraer-producir-tirar debe evolucionar hacia un modelo circular y sostenible, y que solo así será posible alcanzar los objetivos medioambientales y aumentar la resiliencia ante la emergencia climática.

La Estrategia de Sostenibilidad de la empresa estatal se compone de cinco programas en los que además de la neutralidad en carbono, la aviación sostenible, la comunidad y cadena de valor sostenible y el compromiso social, el uso responsable de los recursos es una pieza clave para alcanzar un transporte aéreo sostenible y aumentar la resiliencia ante la emergencia climática. Un plan que cubre todos los ámbitos clave asociados a la sostenibilidad, en el que todos están vinculados para aprovechar las sinergias entre ellos, con el fin de asegurar al máximo los recursos disponibles y las oportunidades que ofrece la economía circular.

Para llevar a cabo esta Estrategia de Sostenibilidad, diseñada para desarrollarse hasta el año 2030, Aena tiene previsto destinar una inversión cercana a los 750 millones de euros. En ella todos los programas serán abordados como un conjunto desde una visión holística para adaptarse a la realidad de los recursos disponibles en la naturaleza. 

En este sentido, la compañía trabaja para optimizar los usos de agua con el objetivo de conseguir una huella hídrica eficiente, así como para reducir al mínimo los residuos generados en sus instalaciones al mismo tiempo que busca incrementar sus porcentajes de valorización. 

Una huella hídrica eficiente: el cuidado del bien más preciado

La compañía es consciente de la importancia de asegurar la disponibilidad y calidad de un recurso tan esencial como es el agua. Por ello, dentro del programa estratégico uso responsable de recursos, Aena ha desarrollado una línea de acción de huella hídrica eficiente que incluye numerosas actuaciones para llevar a cabo una gestión sostenible del agua. 

Para proteger este bien tan preciado, Aena se ha marcado dos objetivos principales: la gestión contra la pérdida de disponibilidad y calidad de agua dulce, y el uso de fuentes de agua alternativas en los aeropuertos. Para el primero, la compañía se ha propuesto reducir el consumo de agua a través de la implementación de medidas dirigidas a la mejora de las acometidas, optimización de los sistemas de gestión del riego de zonas verdes y de los sistemas de redes de abastecimiento, procedimientos de trabajo y gestión del agua potable, así como renovación de instalaciones. 

Mientras que, para el segundo, se busca llevar a cabo una gestión integrada de las fuentes de suministro de agua y de los riesgos derivados del cambio climático, incrementando el uso de fuentes de agua alternativas mediante el estudio y ejecución de instalaciones que permitan diversificar las fuentes de abastecimiento. 

‘Zero Waste’ en 2040

En su programa estratégico de uso responsable de los recursos, además del cuidado del agua, Aena pone también el foco en la gestión de sus residuos. De este modo en su línea de acción dedicada a la economía circular la empresa se ha marcado como objetivo ser Zero Waste en 2040. Para conseguirlo los aeropuertos de la red de Aena en España ya cuentan con programas de separación selectiva de envases en la terminal, puntos limpios y espacios habilitados para el almacenaje de residuos peligrosos.

Para conseguir una mayor eficacia en su reducción de residuos, Aena también ha puesto en marcha otras iniciativas como la construcción de plantas de compostaje, como la que ya existe en el Aeropuerto de Bilbao, o de producción de biocombustibles basados en residuos orgánicos. Sacando así provecho de sus propios residuos y asegurándoles una segunda vida basada en el aprovechamiento.

La innovación como camino a la economía circular

Para conseguir sus objetivos, Aena sabe que tiene la necesidad de reinventarse y que es necesario realizar transformaciones y buscar soluciones innovadoras para salir adelante. Los nuevos proyectos, tecnológicamente más innovadores, hacen de palanca para poner en marcha un cambio de rumbo hacia la economía circular. 

De este modo, Aena apuesta por la valorización energética de los residuos orgánicos tanto para la producción de combustible sostenible de aviación, el conocido como SAF por sus siglas en inglés, así como de otro tipo de biocombustibles. Para la promoción del SAF, la empresa gestora de aeropuertos se está implicando para facilitar su distribución y promover utilización, así como para escalar su producción. Mientras que, en el caso de los biocombustibles, se están realizando estudios para la producción propia de biogás para alimentar la planta de cogeneración ubicada en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Así, la sostenibilidad de los aeropuertos a través de la economía circular está cada día un poco más cerca.

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