La Inspección de Trabajo de Europa, “la Europol”, es la responsable de que los agricultores de cereza del Valle del Jerte estén siendo “acosados” por inspecciones, ha manifestado esta mañana el secretario general de la organización agraria UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas.
Se trata de un dispositivo excepcional que forma parte de un programa estadístico del organismo europeo y que concluirá en esta semana, según ha explicado la subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués, a los dirigentes agrarios en la reunión que han mantenido hoy.
Tras la reunión Huertas se ha mostrado satisfecho con la explicación pero se ha quejado de que se trata “del peor momento” para los agricultores que se encuentran recogiendo los primeras cerezas.
La “Europol” ha elegido el Valle del Jerte, ha indicado Huertas, “al azar”, pero “ha sido en el peor momento posible”, cuando por el fin con el sol y subida de temperaturas la cosecha está ‘explotando’ de golpe.
Los cereceros están viviendo una situación de “acoso y derribo”, dado que en una semana se habrán realizado “cerca de mil inspecciones por parte de doce inspectores” a explotaciones y cocheras.
En una superficie pequeña que agrupa a unas 10.000 hectáreas y que genera en esta época unos 200.000 jornaleros, este hecho “ha creado una auténtica alarma”, ya que los agricultores “han sido tratados como delincuentes”, cuando lo único que han hecho ha sido hacer su trabajo y la medida ha sido “desproporcionada” según UPA-UCE.
No hay multas
La subdelegada, ha indicado Huertas, les ha informado además que de momento no se ha abierto ningún expediente, lo que viene a dar la razón en que “no hay ningún problema y está todo legal”.
En su mayoría se trata de pequeñas explotaciones familiares y que aunque existe cobertura legal para que en determinadas circunstancias trabajen familiares ascendientes y descendientes en ellas “ha creado mucha incertidumbre entre los inspeccionados”. El Estatuto de los Trabajadores permite que abuelos e hijos ayuden en el negocio familiar siempre que convivan todos en el mismo domicilio.
Sin embargo no está bien definido y por ello Huertas ha pedido a los dirigentes políticos que en la Ley Laboral se recoja de manera explícita esta excepción que permite en un momento determinado la colaboración de los familiares.
Además el clima de semanas anteriores, con lluvias y bajas temperaturas, va a provocar que la campaña “no sea buena y se produzca una importante reducción en los beneficios”.
Por eso en estos momentos las administraciones tienen que colaborar y no poner trabas con intimidación y creando alarma. “Si siguen tratándonos como delincuentes no nos vamos a quedar quietos”.
Sobre este blog
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