Las estrías, ¿pueden eliminarse?
La piel tiene la capacidad de expandirse y contraerse cuando es necesario. Aunque es fuerte y elástica, sus tejidos de soporte pueden dañarse si se estiran demasiado o si lo hacen muy rápido. Y es precisamente esta rápida expansión de la piel la que puede provocar estrías.
¿Qué son las estrías?
Las estrías aparecen cuando se produce una distensión de la piel que rompe las fibras elásticas. El cambio abrupto hace que el colágeno y la elastina, que sostienen nuestra piel, se rompan. Estas placas atróficas lineales se localizan sobre todo en mamas, abdomen, caderas y muslos.
Es más probable que aparezcan tras los estirones de crecimiento que ocurren en la adolescencia, durante el embarazo, tras la pérdida o aumento de peso en poco tiempo, por condiciones médicas como el síndrome de Marfan y el síndrome de Cushing (cuando el cuerpo tiene un alto nivel de la hormona cortisol).
También por el uso prolongado de corticosteroides, que pueden disminuir los niveles de colágeno en la piel. Afectan a un elevado número de personas, sobre todo mujeres, en concreto dos veces más en mujeres que en hombres y en un 77% de las embarazadas.
Los expertos hablan de dos tipos de estrías, en función de la fase en la que se encuentran: las rojas, que es cuando se inician e indican que existe un aumento de vascularización en la zona, con una apariencia ligeramente elevada y con picor; y las blancas, que son las que se encuentran en la fase de cicatrización y son una evolución de las rojas y en las que se observa, además de una pérdida de color, un adelgazamiento de la superficie de la piel.
Es común que, al pasar el dedo sobre una estría de hace tiempo, sintamos una ligera depresión. La dermis, que ya no aguanta la epidermis, aparece arrugada. A su nivel no encontramos ni pelos, ni secreciones sebáceas o sudoríparas.
Generalmente son múltiples y se agrupan en un haz de líneas paralelas a lo largo de las líneas de división cutánea y, a menudo, adoptan una disposición simétrica. Aunque no son dolorosas, pueden afectar a la confianza y la autoestima de una persona y suelen ser un motivo frecuente de consulta debido al malestar estético que generan.
¿Se pueden eliminar las estrías?
Como cualquier cicatriz, las estrías son irreversibles y permanentes. No hay ningún tratamiento que las elimine por completo, aunque algunos pueden hacer que se noten menos. Pero es importante tener en cuenta que no hay un solo tratamiento que funcione para todos.
Como indica la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), para las estrías rojizas, el tratamiento es complejo y no hay uno concreto establecido, pero sí habla de:
- Ácido retinoico: solo es efectivo en el caso de que las estrías hayan aparecido hace poco, no funciona para las estrías blancas. Este tratamiento debe prescribirlo el dermatólogo y no se puede usar en embarazadas.
- Láser de colorante: suele aplicarse láser de rejuvenecimiento fraccional con buenos resultados, tanto para estrías rojas como blancas.
- Principios activos cosméticos: la centella asiático ha demostrado ser el más eficaz, seguido del aceite de rosa mosqueta y el lactato amónico, así como el dexpantenol y el ácido hialurónico.
En el caso de las estrías blancas, los expertos destacan como tratamiento:
- Ácido glicólico y retinoico: estos dos ácidos combinados han mostrado efectividad en las estrías de color blanco, sobre todo si se aplica primero el retinoico y después el glicólico.
- Lactato amónico: además de tener una importante función hidratante también puede prevenir la atrofia por corticoides tópicos.
Debe tenerse en cuenta que, con tratamiento, las estrías mejoran pero no desaparecen por completo. Aunque pueda merecer la pena tratarlas, no desaparecerán por completo, sino que mejorarán de aspecto.
Las estrías, ¿se pueden prevenir?
No siempre es posible prevenir la aparición de las estrías. Si bien la investigación aún tiene que encontrar el producto para prevenir las estrías, controlar los cambios en nuestro cuerpo puede ser una buena manera para mantener la piel con un aspecto saludable y suave.
Hay una serie de pasos que pueden ayudar a reducir el riesgo:
- Mantener un peso saludable: debemos vigilar el aumento de peso y, en embarazadas, procurar que este se produzca de forma progresiva.
- Hidratar la piel: los cosméticos habituales permiten tener la piel hidratada y, a las gestantes, una recuperación postparto de la zona abdominal más rápida.
- Seguir un alimentación sana y equilibrada: una dieta rica en vitaminas y vitaminas, en particular vitaminas E y C, zinc y silicio, ayudan a mantener la piel sana.
- Practicar ejercicio físico: permite mantener un buen tono muscular y cutáneo, seguir una alimentación equilibrada rica en vitaminas y minerales y mantener la piel hidratada.
Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines.
0