La SER ha recuperado desde la hemeroteca una vieja entrevista realizada en 1981 a Francisco Álvarez Cascos. Entre varias perlas, como las críticas a la ley del divorcio y su defensa de la castidad prematrimonial, me han encantado sus encendidos elogios hacia el dictador más sangriento que conoció España: “Franco es una figura histórica que admiro, y que en un momento determinado resolvió una situación crucial en España”.
En la vieja AP, fundada por el que fue ministro de Interior de la dictadura cuando los estudiantes morían por disparos al aire (¿volaban los estudiantes?), la pasión franquista nunca fue un problema. José María Aznar, en sus años mozos, también demostró sus simpatías. Por favor, pasen y lean.
Lo más vergonzoso es que ahora esta gente se atreve a dar lecciones de democracia.