Cañete busca desactivar a Valenciano a base de números
La intención de Miguel Arias Cañete es desactivar a su contrincante a base de números y difuminar su perfil de feminista. El candidato del PP ha llegado a presumir de no haber dedicado mucho tiempo a la preparación de su debate televisivo con Elena Valenciano. Según ha reconocido él mismo, los actos de campaña han centrado toda su actividad antes y después de su suspensión por la muerte de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, y no ha tenido “mucho tiempo para más”.
La realidad es que el candidato del PP ya ha mantenido varias reuniones de preparación con el sociólogo de cabecera del partido, Pedro Arriola. Las dos primeras sesiones tuvieron lugar el fin de semana, cuando el debate televisivo aún estaba previsto para el martes. En las horas previas al cara a cara, permanecerá en la sede del partido con su equipo de asesires para terminar de preparar la cita y repasar todos los datos útiles para sus notas y los gráficos que pueda mostrar. Las últimas horas antes de trasladarse a Prado del Rey las pasará en su casa.
Sus principales bazas consistirán en presumir de su amplio conocimiento del Parlamento Europeo, de su experiencia como ministro a las órdenes de José María Aznar y Mariano Rajoy. A la vez, culpará a la socialista de la herencia dejada por José Luis Rodríguez Zapatero y tratará de dejar en evidencia que su pasado como eurodiputada no le proporciona el bagaje suficiente.
El cara a cara ha estado a punto de irse al traste por uno de los bloques temáticos en los que se divide el debate y que ha provocado tiras y aflojas entre los equipos de PP y PSOE. La aceptación inicial por parte de Carlos Floriano, director de la campaña, de seguir el mismo guión que en los debates de 2009 cambió de pronto y se transformó en exigencia de un quinto bloque temático sobre políticas sectoriales. Los conservadores han usado esta baza para acusar a Valenciano de no tener conocimientos suficientes sobre la política europea y de temer la desenvoltura de Cañete en este área. Así, el plan es descolocar a la socialista con una avalancha de cifras sobre las políticas comunitarias para tratar de ponerla en evidencia.
Arias Cañete, que ha presumido durante la campaña de tener “mucha mili hecha en la garita europea”, pretende evitar los puntos fuertes de Valenciano y, sobre todo, desactivar su consolidado perfil feminista. Así, a la presumible acusación de que el PP es un partido que no respeta los derechos de las mujeres, el conservador repetirá que la legislación sobre la interrupción del embarazo no se decide en Bruselas ni tiene ninguna relación con las elecciones del 25 de mayo, por lo que no debe ser objeto de discusión.
Según fuentes del PP, el conservador da por descontado que Valenciano lo acusará de falta de sensibilidad con los más afectados por la crisis y de no preocuparse por la creciente desigualdad a la que han llevado la situación económica y las políticas de recortes implantadas por el Gobierno de Rajoy. Tampoco descarta referencias a su fortuna personal y a su participación como accionista en el negocio de las petroleras que surten de combustible a barcos y gabarras.
Cañete intentará salir airoso de las acusaciones de poca sensibilidad con los más débiles contraatacando con un buen surtido de cifras y datos que dejen clara su gran experiencia en las negociaciones cuando estuvo al frente de la cartera de Agricultura y Pesca. De hecho, el cabeza de cartel del PP no tuvo reparos en presumir de su gestión desde la misma mesa de Moncloa en la que cada viernes la vicepresidenta informa de los acuerdos alcanzados en el Consejo de Ministros. Hace varias semanas, mientras Cañete aún compatibilizaba su doble condición de ministro y candidato, su exposición se convirtió en un verdadero mitin electoral que levantó mucha polémica.
