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El 5% de los mayores de las residencias vascas ha fallecido en dos años a causa de la COVID-19, al menos 1.189 personas

Residencia Sanitas San Martín de Vitoria

Iker Rioja Andueza

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La incidencia de la COVID-19 en las residencias de mayores continúa en franco descenso, según los últimos datos semanales ofrecidos por las Diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. De 281 casos activos se ha bajado a 207 y de 46 brotes se han quedado en 29. En la última semana han fallecido, en todo caso, tres personas más que habían contraído el Sars-Cov-2. Ello eleva a 1.189 los decesos totales en las residencias vascas, el 19% de los 6.125 registrados en Euskadi en dos años de pandemia. Un informe del Gobierno vasco cifraba en 21.000 las plazas totales en Euskadi, lo que supone que más del 5% de todos los residentes ha fallecido a causa del coronavirus desde que el 3 de marzo de 2020 se conoció en Sanitas San Martín de Vitoria el primer foco. Un trabajador del centro Caser Alto del Prado de Vitoria es el único profesional que consta incluido en esta estadística.

Por territorios, el mayor volumen de casos activos ahora está en Gipuzkoa, con 110 positivos repartidos en 17 brotes. La última semana se han realizado 2.299 pruebas diagnósticas. Aunque ya no están apareciendo nuevos casos, el brote de mayor importancia en el territorio y en Euskadi sigue siendo el de la residencia Zorroaga de Donostia. Allí ha habido 104 infectados en las últimas semanas, de los que 44 siguen ahora mismo cuarentenados. Las residencias Sanitas Miramón, San José de la Montaña y Villa Herminia, todas de la capital, tienen también más de una decena de casos en este momento. En la última semana han sido dos los decesos en las residencias guipuzcoanas. Eran personas internas en Sanitas Miramón y en el centro Iurreamendi de Tolosa. 68 profesionales de residencias están de baja por la COVID-19

El tercer fallecido era un residente del centro público Ajuria de Álava, aunque se matiza que tenía patologías previas. Esta residencia afronta su séptimo brote en la pandemia. En Álava, los positivos activos han descendido hasta los 14 con un importante volumen de recuperaciones. De todos los infectados no hay ninguno hospitalizado. Los brotes activos son únicamente tres además de Ajuria, DomusVi Ariznabarra y IMQ Igurco San Onofre de Vitoria y San Roque de Llodio. En la semana ha aparecido un caso en la vivienda Adei, pero ya ha negativizado. Los gerocultores de baja han descendido a 20.

En el caso de Bizkaia -que ha ofrecido su parte semanal este miércoles con retraso por problemas técnicos- no se han producido fallecidos en la última semana. Los casos activos han bajado a 83, de los que cinco están ingresados por complicaciones. Se distribuyen en once brotes diferentes, aunque no se precisa a qué residencias afectan. Son 66 los trabajadores positivos y hay otros 20 en aislamiento por ser contactos estrechos.

Precisamente en estos días se cumplen dos años del primer brote de COVID-19 en una residencia. Se produjo en el centro Sanitas San Marín del barrio del mismo nombre en Vitoria. Esteban, un interno, fue el primero de los fallecidos de los 19 que se registrarían en aquella primera ola. Era un octogenario natural de Amurrio que había estado ingresado en el que fue el punto cero de la pandemia, el hospital de Txagorritxu. El 8 de marzo, como se anunció con un cartel en la puerta, se convirtió en la primera residencia de España en cuarentena. Acumulaba entonces 26 positivos: diez comunidades autónomas registraban entonces menos contagios totales que aquel lugar. Hace un año, con motivo del primer aniversario de este brote, un familiar de los afectados explicó que aquellas jornadas fueron “caóticas” y de “incertidumbre”. “No teníamos noticias de nuestros seres queridos”, lamentaba. La cuarentena “se comunicó con un papel en la puerta” de la residencia y los días siguientes fueron una sucesión de malas noticias en forma de nuevos contagios y fallecimientos: “Nos dedicábamos a contar muertos”.

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