Un botellón da la bienvenida a 2022 junto a las sedes del Tribunal Superior vasco y del PNV

“Jardines de Albia va a ser el epicentro del coronavirus”, escribía una joven en redes sociales antes del cambio de año. “Ojalá estar en el puto epicentro del puto COVID y no en mi puta casa”, respondía otra sobre ese espacio del centro de Bilbao. Y así ha sido. El principal botellón y las mayores aglomeraciones en Euskadi -en las que medidas preventivas han brillado por su ausencia- se han dado justamente frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), un órgano que 'in extremis' validó las restricciones para controlar la pandemia planteadas por el Gobierno de Iñigo Urkullu y que han implicado el cierre de toda la hostelería a la una de la madrugada en Nochevieja y la imposibilidad de su reapertura hasta las ocho de la mañana. En un lateral se halla también el cuartel general del PNV, Sabin Etxea.

El Ayuntamiento de Bilbao -que se ha significado esta Navidad por ser casi el único en haber prohibido actos como las cabalgatas de Olentzero y Mari Domingi o de los Reyes Magos para limitar las contactos- había cerrado zonas como el parque de Doña Casilda para evitar los botellones, pero los flujos de personas se han trasladado a otros puntos como Licenciado Pozas o Unamuno, además de a la zona de Albia. Sin embargo, a diferencia de en el cambio de 2020 a 2021, este año al cierre de los locales no le acompañaba un toque de queda o prohibición de circulación y las recomendaciones y llamadas a la responsabilidad de las autoridades no han funcionado. A falta de datos más actualizados, la tasa de incidencia del coronavirus supera los 3.000 puntos en Euskadi y es de 6.000 entre los veinteañeros, lo que supone que el 6% de todos ellos se ha contagiado en las últimas dos semanas.

Fuentes de la Ertzaintza, a falta de un balance más detallado de la noche, destacan como principales incidencias de la noche bilbaína otro suceso en la zona de Campo Volantín a las 00.30 horas. Explican desde la Policía que se han producido seis detenidos por atentado contra la autoridad porque este grupo de personas “ha agredido a los agentes”. Serían dos los ertzainas heridos, según esta primera estimación. Igualmente, se ha registrado la quema de algunos contenedores en la Gran Vía bilbaína.

En un comunicado, la Ertzaintza ha indicado que “una patrulla [...] ha detectado la presencia de un hombre lanzando cohetes de gran potencia desde el centro de la calzada, creando una situación de grave riesgo para la circulación al obligar a los vehículos que circulaban por la zona a modificar sus trayectorias”. “Al observar además que las chispas que generaban comenzaban a caer sobre los balcones de un edificio próximo pudiendo causar desperfectos en los mismos, los agentes se han dirigido a él para advertirle de los problemas que estaba ocasionando. Al tratar de identificarle ha comenzado a mostrar una actitud agresiva negándose a facilitar su identidad y haciendo caso omiso de forma reiterada a las indicaciones que se le daban. Mientras se intentaba que depusiera en su actitud varios acompañantes de éste han comenzado a proferir insultos y propinar empujones a los ertzainas, tratando de interferir en la actuación policial. Finalmente y ante la actitud desafiante y agresiva mostrada por el grupo se ha procedido a la detención de seis personas acusadas de sendos delitos de desobediencia grave y atentando a agente de la autoridad”, añaden estas fuentes.

Asimismo, a lo largo de la noche ha habido varias salidas de las diferentes unidades de Bomberos en un contexto de uso muy extensivo de la pirotecnia y temperaturas inusualmente altas para la época del año. Poco después de la medianoche se ha declarado un fuego, por ejemplo, en la zona del monte Ulia de Donostia, junto . En un comunicado, los Bomberos de Bizkaia han explicado que han hecho “34 salidas” en la primera noche de 2022. Una de esas lenguas de fuego se ha dado en la zona del parque de Usategi. También en la zona de Aixerrota o en Sopela.