Euskadi apela a criterios diferentes a los sanitarios para justificar su propuesta de permitir reuniones familiares en las fechas señaladas de Navidad

El Gobierno vasco reconoce implícitamente que su propuesta de excepcionar en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes para “reuniones familiares” -y solamente familiares, no de otro tipo- la prohibición de encuentros de más de seis personas y de abrir la puerta a una mayor movilidad responde más al deseo de alcanzar un acuerdo político que a criterios estrictamente epidemiológicos. “El único criterio epidemiológico válido es evitar los agrupamientos, que seguirá en vigor hasta que haya una vacuna y una inmunización general”, ha razonado el portavoz del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, Bingen Zupiria, al tiempo que ha asumido que “igual merece la pena ser flexibles en un par de puntos” en aras a “acordar una posición” común para toda España, algo a lo que atribuye “valor pedagógico”.

Aunque la tendencia de la pandemia vaya a la baja en Euskadi, la tasa de incidencia es aún superior a 400 -alerta naranja- y es probable que en Navidad quede aún muy lejos del umbral de 60 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, el considerado como nivel de seguridad. En septiembre ya se produjo un repunte brusco cuando la tasa marcaba 250. Así las cosas, al tiempo que abre la mano para las reuniones familiares en días muy concretos, Euskadi recomienda “reducir al máximo” cualquier actividad social. Es más, adelanta que mantendrán durante “muchas semanas” tanto el cierre de la actividad comercial y de ocio a las 21.00 horas -incluso si se abriera la hostelería el 10 de diciembre- como el toque de queda a las 22.00 horas. Zupiria, de hecho, ha enumerado todo lo que no se podrá hacer en el período vacacional, que va desde cabalgatas o desfiles hasta reuniones con amigos en la calle, según sus palabras y ha llegado a decir que hay “riesgo” en reuniones incluso de cuatro personas.

El plan para Navidad, en toco caso, se perfilará este miércoles en el consejo interterritorial que sienta al Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas. En el caso vasco, la única decisión ya firme es la de reducir los aforos del comercio, al 60% en las grandes superficies y al 75% en el pequeño comercio. La barrera está en los 150 metros cuadrados de superficie de los locales. Se puede leer aquí una guía sobre la propuesta para Navidad y otra sobre las medidas y restricciones en vigor.

486 nuevos positivos; 131 pacientes críticos en la UCI

Estas reflexiones llegan en una jornada en la que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha notificado otros 486 nuevos positivos de COVID-19, el 5,6% del total de pruebas realizadas en la jornada anterior, 8.693, lejos de las 17.000 de capacidad máxima diaria que ha acreditado la Sanidad vasca. La tasa de incidencia en Euskadi es de 443,51, pero Gipuzkoa continúa por encima de la barrera de 500 que se interpreta como umbral de máxima alerta por alta transmisión comunitaria. Y Donostia, la capital, en 628. Dos localidades, Arrigorriaga y Pasaia han visto crecer los casos en las últimas horas y ver de nuevo encendido el metafórico semáforo rojo. Por el contrario, Azpeitia, Errenteria y Tolosa han hecho el recorrido inverso. Los 486 positivos se reparten en 222 en Bizkaia, 186 en Gipuzkoa, 71 en Álava y siete más entre personas de fuera o sin residencia conocida. El denominado R0 -que mide los casos que origina cada infección- sigue contenido por debajo de 1, lo que indica que la cadena de contagios no se multiplica o, lo que es lo mismo, que se necesitan dos enfermos para contagiar a un tercero.

En cuanto a la situación hospitalaria, el descenso no es tan acelerado como el de los positivos. Son 502 los hospitalizados en total, 42 de ellos en las últimas 24 horas. De ellos, 131 están críticos en la UCI, lo que supone un 41% de su capacidad total. Un día más, Osakidetza no ofrece datos de fallecimientos. En cuanto a los centros educativos, hay 61 centros con casos y 114 aulas clausuradas (el 0,65% del total). Ya ha reabierto el colegio Geroa Waldorf de Trocóniz y está cerrado en su totalidad un edificio del instituto de Beasain, donde se ubican los alumnos del primer ciclo de Secundaria. El resto de las instalaciones están operativas.