Gernika quiere el ‘Guernica’
Gernika conmemora hoy el 76º aniversario del bombardeo que destruyó la villa y que supuso el primer ataque sistemático contra una población civil. De aquella barbarie nació el ‘Guernica’ de Picasso, una de las obras maestras del arte contemporáneo. La genial obra del pintor malagueño creada entre los meses de mayo y junio de 1937, se expuso por primera vez en París, y tras varios años de periplo por Europa y América, y con varios viajes trasatlánticos, llegó a España en 1981.
El Ayuntamiento de Gernika lleva años pidiendo el traslado del cuadro a la villa foral, y en los últimos meses ha retomado esta exigencia. Para ello ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas con el objetivo de llegar a recopilar 50.000 firmas. Por ahora llevan más de 21.600.
En el consistorio consideran que el cuadro que se exhibe actualmente en el Museo Reina Sofía de Madrid es un símbolo de paz y libertad que recuerda la trágica masacre, y por ello “debería exhibirse en Gernika-Lumo”.
No se trata de una reivindicación nueva, ni exenta de polémica. En los últimos años también se ha pretendido una acogida temporal en el País Vasco. La respuesta siempre ha sido la misma: “no es aconsejable mover el cuadro”. Voces autorizadas alegan que el equipo de restauradores se opone “por su precaria situación”, a la que ha llegado por los numerosos viajes a los que se vio sometido hasta su llegada a España hace 32 años.
Para muchos gernikarras, que el ‘Guernica’ se establezca en la villa sería la mejor manera de recordar y homenajear a los que sufrieron el bombardeo. Pero no es el único esfuerzo que hacen por mantener viva la memoria de quienes murieron, resultaron heridos o perdieron casas y negocios aquel 26 de abril de 1937.
Participación ciudadana
La Asociación Gernikazarrak lleva 28 años investigando las informaciones que existen acerca del bombardeo. “Llevamos 3 años tratando de cuantificar el número de muertos que hubo aquel día. Hasta hace poco había 156 registrados, hemos podido certificar cuatro más”, relata Txato Etxaniz, miembro de Gernizarrak, y añade: “en ningún caso habrá más de 200”.
Las nuevas generaciones también están implicadas en esta labor. La plataforma ‘Lobak’ (nietos y nietas en euskera), compuesta por cerca de 30 jóvenes de 18 a 35 años, ha tomado la antigua fábrica de armas ‘Astra’ como lugar de trabajo para la transmisión de la memoria histórica. “Somos gente joven del pueblo, de diferentes disciplinas artísticas que realizamos proyectos audiovisuales, de fotografía, entre otros”, explica Oier Plaza, portavoz de la plataforma. Plaza reconoce que la gente responde muy bien a este tipo de actividades “porque hablamos de un hecho muy importante que une a la gente”.
Hoy diferentes actividades rememoran aquel trágico día, pero sin duda el momento más emotivo sucede a las 16:45, hora en la que comenzó el ataque indiscriminado contra los vecinos de Gernika. A esa hora exacta la vieja sirena de la fábrica Astra vuelve a sonar. Lo hace durante cuatro minutos. Entonces, los vecinos de la villa paran en recuerdo de los que sufrieron aquella masacre.
