El Gobierno vasco defiende que la actividad de Sader, a la que recientemente se ha ampliado en un 38% su capacidad para tratar residuos, no supone ningún riesgo para la población pese a que está ubicada en el entorno urbano de Bilbao. “Más capacidad o mayor volumen no supone mayor riesgo”, ha señalado en el Parlamento Vasco el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi. Sin embargo, pese a minimizar este impacto y asegurar incluso que no es foco de malos olores, algo que es una queja reiterada de los vecinos de Zorroza, ha reconocido que la nueva empresa del grupo, que se ubicará en el puerto de Bilbao, será “más moderna y eficiente”y “minimizará el impacto ambiental”.
El consejero ha respondido en el pleno de control a una pregunta del parlamentario de Sumar, Jon Hernández, que ha considerado que el Gobierno vasco tiene una “permisividad inaceptable” con Sader y Profersa, ubicadas en el barrio bilbaino de Zorroza, cuya actividad considera que supone un “riesgo evidente para la salud pública y la seguridad” de miles de personas que viven en Zorroza, Basurto, San Ignacio, Deusto e Ibarrekolanda. “Bilbao se está convirtiendo de facto en el mayor basurero químico de la cornisa cantábrica”, ha señalado Hernández, que ha recordado que muchos de estos residuos proceden de Francia o del resto del Estado.
En su respuesta, el consejero ha reiterado que el aumento de capacidad para tratar residuos en Sader “no es un tema de salud pública”. Jauregi ha afirmado que el Gobierno vasco ha revisado y analizado la solicitud presentada “con todo detalle y rigor” y ha asegurado que la valoración técnica es “clara” y concluye que “la modificación es no sustancial”. El consejero ha insistido en que esa ampliación “no aumenta el riesgo para la población” como ha indicado el parlamentario de Sumar. “Y esto lo dicen los técnicos que son los expertos”, ha señalado. Y ha retado a Hernández a que “se siente con los técnicos y digan qué información tienen ustedes que nosotros no tenemos. No se puede venir aquí y afirmar cosas sin datos”, ha señalado.
Jauregi ha indicado que el incremento de volumen de tratamiento “afecta principalmente a la línea de lodos, cuyas aguas residuales se tratan adecuadamente”. “La valoración técnica realizada no prevé que se pueda producir una mayor incidencia ambiental. Señor Hernández, no confunda usted volumen con impacto”, ha insistido. Hernández ha señalado que hay unas 11.000 personas afectadas por los olores persistentes y la mala calidad del aire que generan estas “instalaciones viejas, desfasadas” y que “generan una preocupación constante de la población, a la que parece que no se le quiere escuchar”.
No es origen de malos olores
Jauregi ha replicado que, “por supuesto”, están preocupados por la seguridad y, por ello, hay controles, valoraciones y análisis técnicos “realizados con todo rigor” y que responden “a una legislación también rigurosa en materia de protección del medio ambiente y seguridad de las personas”. Además, ha señalado que cada una de las reclamaciones vecinales se atiende “con seriedad y se actúa siempre que es necesario”. De igual forma, ha indicado que la calidad del aire se controla de manera constante mediante sensores de última generación en la zona y ha precisado que los datos del estudio de olores de mayo del 2025 indican que “no hay incrementos preocupantes ni impactos significativos”. “De hecho, los informes señalan que Sader no es origen de malos olores”, ha precisado. Por otra parte, ha indicado que se realizan inspecciones periódicas y en el año 2024 el grado de cumplimiento fue medio-alto. Según ha precisado todavía está pendiente de cerrar el informe de 2025, pero ha adelantado que, hasta la fecha, “no se han detectado incidencias graves”.
El consejero se ha referido también a la prevista salida de Sader de su ubicación en Bilbao cuando el grupo al que pertenece, Agaleus, ponga en marcha una nueva empresa en terrenos del Puerto de Bilbao, en Zierbena. Una salida prometida desde hace años, pero que no termina de materializarse. El consejero ha recordado que el traslado de esta actividad al Puerto está en tramitación, “con previsión de resolución a principios del 2026”. “Ya sé que hay personas preocupadas por este traslado”, ha señalado en relación a las alegaciones en contra y protestas de vecinos de localidades cercanas a la que está prevista la nueva ubicación, como Getxo o Santutzi. “Quiero compartir un mensaje de tranquilidad. La nueva instalación será más moderna y eficiente, incorporando todas las mejoras técnicas disponibles para minimizar el impacto ambiental, tanto en su entorno más próximo como su zona de influencia residencial”, ha agregado. Por último, ha manifestado que equilibrar la historia industrial y la máxima protección del medio ambiente es “un objetivo irrenunciable” para el Gobierno. “No hay dicotomía entre industria y medio ambiente. Nosotros lo tenemos claro”, ha señalado.