Jon Insausti ya es el nuevo alcalde de Donostia y promete en su estreno “ambición” y priorizar la vivienda

A las 12.03 horas, Jon Insausti (Donostia, 1989) se ha convertido formalmente en el séptimo alcalde de la ciudad en democracia. Todos ellos han sido hombres. Insausti lo ha logrado con los apoyos de su partido, el PNV, que accedió a poner fin a diez años de Eneko Goia al frente de Donostia mediada su tercera legislatura, y del PSE-EE, socio de Gobierno. En total, ha sumado 13 votos en el pleno extraordinario motivado por la dimisión del anterior alcalde, tantos como papeletas en blanco, ya que no había posibilidad de votar en contra. Sin mayoría -por la ausencia de un edil del bipartito- pero sin problemas, ha sido proclamado como primer edil por haber sido en las elecciones de 2023 el PNV la lista más votada.

La sesión ha sido breve y solemne. Once cámaras y otro puñado de teléfonos móviles han querido grabar el traspaso de poderes, sorpresivo cuando se hizo público a comienzos de octubre. Antes, el pleno ha dado la bienvenida a dos nuevos concejales. A Idoia Gracia, del PNV, que sustituye en su escaño a Goia, que no solamente deja la alcaldía sino también su escaño. Y a Tomás Pascua, del PP, quien ha tomado el asiento de Jorge Mota. Después de que una funcionaria les recordara la necesidad de acatamiento de la Constitución española y de ofrecer “lealtad al rey”, Felipe VI, la primera ha asumido el cargo “por imperativo legal” y el segundo ha “prometido” y no jurado, tanto en euskera como en castellano.

Después, un ujier ha entregado papeletas y sobres a los 26 ediles presentes para que pusieran o el nombre del único candidato a alcalde -el resto de partidos ha renunciado a disputarle el puesto- o lo dejaran en blanco. La teniente de alcalde de Goia y regidora “accidental” en estos días de transición, Nekane Arzallus, del PNV, ha sido quien ha proclamado a quien tenía sentado a su izquierda como nuevo alcalde después de que prometiera igualmente lealtad al jefe del Estado. Ha sido exactamente a las 12.03 horas, aunque a las 11.47 horas ya estaba realizada la votación. La sala ha prorrumpido en aplausos y Goia se ha levantado de entre el público para ofrecerle la 'makila' de mando. Dos maceros con trajes de gala han custodiado la sesión en todo momento.

“Orgulloso” y “agradecido” se ha mostrado el nuevo alcalde de Donostia o, más bien, “de los donostiarras”, según ha repetido varias veces en su primer discurso, perfectamente bilingüe en ambas lenguas oficiales. Ha citado a Zweig y Murakami, pero también ha llamado por el nombre de pila a todos los concejales de la corporación, incluso a los de la oposición, y agradecido el apoyo de su madre, de su padre y de su hermano, que le regaló un consejo: “Ya te puedes rodear de buena gente”. Igualmente, ha tenido palabras para los funcionarios y “sobre todo” para su predecesor, a quien ha llamado “maestro, ejemplo y amigo”.

En línea con el argumentario del PNV sobre el relevo, ha insistido en que es un alcalde de una nueva generación y para una nueva generación. Un joven que creció en la Parte Vieja y que ahora reside en Altza. Una persona muy implicada en todas las actividades de la ciudad. Políticamente, ha situado la vivienda como una prioridad; y también revertir los ingresos del “impuesto” turístico en la ciudad. Ha mencionado, igualmente, el problema de la seguridad y ha abogado por el empleo de calidad, por ampliar el parque tecnológico de Miramón “por el norte, por el sur, por el este y por el oeste” y por una ciudad amigable en lo cotidiano. Accedió como edil en 2015, precisamente en el equipo de Goia, y ha considerado que en este decenio “las prioridades han cambiado, aunque la ambición es la misma”.

Insausti ha bromeado con que es un alcalde en 5K -por las iniciales en euskera de “comunicación, compromiso, deporte, cultura y kilómetro cero”- y se ha ofrecido a trabajar “a tope”. “Soy el nuevo alcalde de los donostiarras. El alcalde Jon”, les ha dicho a los vecinos, a los que ha pedido ayuda para trabajar de la mano en la mejora de la capital de Gipuzkoa. “Mi misión es unir fuerzas al servicio de Donostia”, ha lanzado también, pensando en la oposición. El regidor, terminado su discurso, ha empezado a recibir abrazos, empezando por el de la nueva teniente de alcalde, su compañera del PNV Olatz Yarza.

La portavoz del PSE-EE, el socio del PNV, Ane Oyarbide, que previsiblemente competirá por la alcaldía en 2027 contra Insausti, le ha felicitado por el nombramiento y ha asegurado que mantendrán hasta el final de legislatura el acuerdo que existía con Goia. “Seguiremos siendo parte de este Gobierno plural”, ha indicado tras desearle “suerte” y “acierto” al nuevo primer edil.

Desde la oposición, el líder de EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, ha recordado que su designación no responde a los resultados electorales. Considera también que lo sucedido este otoño es un “traspaso administrativo” porque “cambia la persona pero está claro que el proyecto para esta ciudad se mantiene”. Ya como exalcalde, le ha recordado el honor del puesto y que es algo que “cambia la vida”. En la misma línea, la coalición Elkarrekin (Podemos e IU) ha “dudado” de que venga un “cambio de rumbo”. Ha sido “una decisión tomada de manera unilateral por intereses partidistas”, según el concejal Víctor Lasa. “Zorionak, Jon! Zorionak, alkate jauna!”, le ha saludado, de su lado, el portavoz del PP, Borja Corominas, que ha puesto en valor la “buena relación personal” que tiene con Insausti y que ha confiado en seguir cultivando aunque representen proyectos políticos diferenciados.