A Pedro Escobar le piropea el PP con mucha frecuencia y le critican sus compañeros de partido en la calle, cada día con más frecuencia.
Parece el mundo al revés y deja a las claras que la situación de IU en Extremadura está cada día más dividida entre los dirigentes regionales que controlan las agrupaciones de los pueblos de menor población y las agrupaciones de las grandes ciudades que ya no ocultan las críticas más duras hacia la gestión de sus diputados en la Asamblea de Extremadura.
Las divergencias vienen desde muy atrás, casi desde el comienzo de la legislatura cuando IU se abstuvo para facilitar llegada de Monago al poder. Pero la simple abstención inicial ha ido fraguando en sólido pacto de estabilidad durante toda la legislatura. De manera muy gráfica el propio José Antoni o Monago le agradecía la pasada semana a Escobar su apoyo afirmando que gracias a eso “nunca se había sentido en minoría”.
Las visitas de Nogales
Las frecuentes visitas del diputado Alejandro Nogales a los despachos de la Plaza del Rastro, generalmente con destino al despacho de la Vicepresidenta, han ido engrasando la maquinaria de la legislatura cada vez que ha sido necesaria la abstención para sacar adelante presupuestos anuales o normas de cierto calado.
Pero los mimos de la derecha no han provocado demasiada gracia en la corriente crítica La Mayoría, que una y otra vez miran con preocupación la complacencia de sus diputados con la derecha extremeña. Y si la situación era cada día más complicada, el reciente apoyo parlamentario de IU a otra maniobra dilatoria del PP para ralentizar el pago de la renta básica ha enfrentando también a la dirección regional con las plataformas sociales, sindicatos… “No tiene sentido que exista esa dicotomía entre lo que pide la gente en la calle y lo que hacemos en la Asamblea, el espíritu de IU está secuestrado en la Asamblea”, razona Margarita González, miembro de la corriente crítica la Mayoría y dirigente de IU Cáceres.
Un serio problema
Las relaciones políticas entre ambos bloques están prácticamente rotas, incluso las personales. González Jubete y Pedro Escobar llevan meses sin siquiera dirigirse la palabra.
“Tenemos un serio problema”, reconoce Manolo Sosa, concejal de IU Badajoz y otro de los referentes de La Mayoría.
Además de ese tremendo choque de que compañeros de IU hagan escrache a sus propios diputados, los dirigentes locales de IU de las grandes ciudades empiezan a comprobar en sus carnes que la sombra de Escobar, Cascos y Nogales es tan alargada que llega hasta Plasencia, Mérida, Cáceres, Badajoz… hasta aquellas ciudades en las que se vislumbran la posibilidad de buscar alianzas de izquierda de cara a las elecciones locales o autonómicas. “No quieren entrar en ningún acuerdo en el que estén nuestros diputados, confiesa otro dirigente que negocia en estos momentos posibles candidaturas locales.
Guiño al PSOE
Claro que en medio de esos vaivenes, algún militante de IU de la asamblea local de Badajoz, se quedó de piedra en los primeros días de este mes cuando Pedro Escobar se dirigió a sus compañeros y les comunicó que ojo, que en los próximos meses tal vez fuera necesario un cambio de rumbo para acercarse… al PSOE. “La única explicación que encuentro a esa política-ocurrencia es que Pedro quiere hacer méritos para tener una consejería en un próximo gobierno con el PSOE”, dice uno de sus compañeros de la agrupación de Badajoz.
Enfilar en este ambiente la recta final de una legislatura y encarar posibles alianzas electorales parece sumamente complejo.
Y por si fuera poco, todo aún puede subir la tensión en las próximas semanas. A finales de este mes, el domingo 28, hay convocado un consejo regional de IU, y entre los puntos calientes del mismo está el “caso Nogales”, un diputado que en su declaración parlamentaria ocultó que tenía un préstamo de una entidad bancaria, préstamo que al parecer sigue congelada en la entidad desde hace casi veinte años.