Badajoz evita el cierre perimetral gracias a que las UCI aún no están saturadas
La ciudad de Badajoz no sufrirá un aislamiento perimetral gracias que las UCI todavía no están muy saturadas. Están al 29% de su ocupación y no llega, por lo tanto, al 35% marcado por el Ministerio de Sanidad para proceder al cierre.
Sí cumple los otros dos criterios establecidos para las ciudades mayores de 100.000 habitantes que son la incidencia acumulada en los últimos 14 días, que es ya de 529,5 casos en la ciudad, y la tasa de positividad de las PCR, que es en estos momentos del 14%. La capital pacense, con algo más de 150.000 habitantes, tiene en la actualidad 882 casos activos y 1.700 contactos en seguimiento.
Sin embargo aún no se ha llegado al nivel de ocupación de las UCI en esas normas especiales que establece el Ministerio de Sanidad para las ciudades mayores; en esos casos la Comunidad debe comunicarlo al Ministerio, para que éste autorice el confinamiento territorial.
Por lo tanto, se evita el cierre de la ciudad más grande de Extremadura y se mantendrán los aforos establecidos en el nivel 3 de alerta -en el que se encuentra toda la Comunidad- pero se suspenden eventos culturales y deportivos masivos.
El consejero de Sanidad, José María Vergeles; el alcalde, Francisco Javier Fragoso; y la delegada del Gobierno, Yolanda García, han informado en una comparecencia en Badajoz de otras medidas que pasan por una “recomendación” a la población para reducir la movilidad al mínimo, una mayor monitorización de la incidencia durante los próximos 14 días y un cribado en las residencias de Badajoz para proteger a la población vulnerable. Tampoco se modificará el toque de queda de 12 de la noche a seis de la mañana
Las autoridades, además, reforzarán la vigilancia por parte de las policías local y nacional para que se cumplan las normas de prevención sanitaria en las urbanizaciones, parcelas, entidades locales dependientes de la capital pacense y en todo el ocio, nocturno y vespertino. Este dispositivo estará integrado por 80 agentes de uniforme y de paisano, quienes, además, tendrán información de las personas que deben estar en cuarentena por ser positivo o contacto estrecho de un positivo a la espera de conocer el resultado de una PCR.
El consejero de Sanidad ha explicado que con estas medidas se busca un “equilibrio entre la salud y el desarrollo económico y comercial en una ciudad de servicios y universitaria” y ha apelado a la concienciación social antes que a la sanción. Pero ha advertido de que a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “no les temblará el pulso” si deben sancionar a algún establecimiento o ciudadano que incumpla las normas.
Vergeles también ha asegurado que son los “maduritos” quienes más incumplen las medidas sanitarias en reuniones privadas y su comportamiento estigmatiza al sector de la hostelería y la restauración.
Por su parte, el alcalde, Francisco Javier Fragoso, ha señalado que aún “estamos a tiempo de que no se encienda la luz roja en nuestra ciudad”, que haría peligrar “miles” de establecimientos comerciales y de puestos de trabajo de cara a la campaña navideña. Pero también se ha mostrado reticente a un posible cierre perimetral porque “no sabemos si sería efectivo” en una ciudad en la que hay un trasiego importante entre trabajadores y universitarios.
Fragoso ha anunciado que se trabajará con colectivos vecinales y juveniles para que se conviertan en prescriptores de opinión y conciencien a la sociedad en la importancia de cumplir con las medidas y recomendaciones sanitarias.
Finalmente, la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, también ha mostrado sus dudas ante un posible aislamiento que conllevaría destinar agentes a las entradas y salidas de la ciudad “cuando los contagios en realidad se producen cuando esas personas bajan del coche”.
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