'Origen de dos pueblos/Origem de dois povos', la exposición sin fronteras
La antigua provincia de Lusitania, quizá, una de las menos conocidas del Occidente romano, refleja fielmente cómo los avatares históricos son capaces de revolver las fronteras administrativas, pero se muestran romos a la hora de romper en dos cualquier cultura que haya sido compartida por más de un pueblo.
De norte a sur -de Langobriga y Salmantica a Ossonoba- y de este a oeste -de Augusta Emérita a Olisipo-, la provincia de Lusitania fue floreciente, y su cultura, su legado de idiosincrasia y su estilo de vida es compartido hoy por Extremadura, buena parte de Portugal y algunas tierras castellanas.
Bajo estos parámetros, en el que aquel paraguas lusitano recuerda al europeo actual, en el que se comparte y se convive, nace la exposición “Lusitania Romana. Origen de dos pueblos/Origem de dos dois povos”, que ha sido inaugurada en Mérida con presencia de altos representantes de las administraciones lusa y española.
Alrededor de 200 piezas de gran valor histórico-arqueológico, de las que 15 están clasificadas por el estado portugués como “tesoros nacionales”, conforman esta muestra, cuyas puertas, las del Museo Nacional de Arte Romano, estarán abiertas hasta el 30 de septiembre.
Como si se tratara del puente de Mérida o de Alcántara, dos obras que junto a las calzadas ayudaron a estructurar Lusitania, esta exposición ayuda a ligar dos espacios y dos pueblos que tienen un pasado común.
“Es un regreso a la unidad territorial”, ha dicho el secretario de Estado de Cultura de Portugal, Jorge Barreto, que estuvo presente en la inauguración junto al director general de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Cultura de España, Miguel Ángel Recio, la consejera extremeña Trinidad Nogales y representantes del ámbito local y museísticos de los dos países.
Provincia floreciente
La muestra pretende dar a conocer “la verdadera dimensión de Lusitania, alejada de las esferas de decisión, que supo, con su esfuerzo, aprovechar los vaivenes de la política romana y convertirse, con los días, en una floreciente provincia que dirigió los avatares de la Hispania bajoimperial”, según reza en su documento de presentación.
Un total de cuatro museos nacionales, cinco regionales o provinciales, seis municipales y el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida participan en este viaje al pasado.
Entre las piezas expuestas destaca el árula de Endovélico, que se exhibe por vez primera tras su restauración; la estela de Arronches, un ejemplar único de inscripción en lengua lusitana; los frescos del centro interpretativo de la Casa de Mesua, de Alter do Chao, y el brazo de estatua de bronce de Campo Maior, que nunca antes habían sido expuestas.
Además, se exhiben por primera vez fuera de Portugal el sarcófago de las Estaciones del Museu Nacional Soares dos Reis, así como un variado conjunto de bronces provenientes de Torre de Palma y que pertenecen a la colección del Museu Nacional de Arqueologia de Lisboa.
El historiador griego Estrabón escribió: “Al norte del Tajo, Lusitania es el más grande los pueblos ibéricos y el que luchó durante más tiempo contra los romanos”...casi 200 años.
Aquella unificación, no exenta de tragedias y luchas sangrientas, se exhibe en esta muestra con la que se pretende “fortalecer los lazos efectivos y culturales” que desde antaño unen estas tierras.
Tras Mérida, la exposición viajará hasta Lisboa, donde estará abierta al público en la sede del Museu Nacional de Arqueologia hasta abril-mayo de 2016. Posteriormente, se pretende que sea expuesta en Madrid.