Las empresas familiares quieren ahorrarse impuestos invirtiendo en ellas mismas
La Asociación de la Empresa Familiar está satisfecha con la reciente reforma fiscal extremeña, especialmente ante la posibilidad de asignar la cuota del impuesto de donaciones y sucesiones a sus propias inversiones. A la hora de pagar ese tributo, y hay 20 millones de euros en juego al año, los empresarios podrían elegir el dedicar ese dinero a “inversiones empresariales”, pero la ley no aclara a qué tipo de inversiones, y quién tendría el poder de decidir, si el contribuyente o la Administración.
La Asociación de la Empresa Familiar extremeña ha celebrado una reunión para analizar el impacto de la nueva regulación del impuesto de sucesiones y donaciones. Tras estudiar las ventajas e inconvenientes jurídicos, los empresarios han mostrado su interés por la novedad que introduce la reforma. Según la nueva legislación regional, a partir de ahora y en el impuesto de sucesiones (herencias) o donaciones (legado en vida) el contribuyente puede elegir entre ingresar el dinero en la Hacienda extremeña, o asignarlo a inversiones empresariales.
Queda pendiente de un desarrollo reglamentario, aclarar qué significa eso.
Esto supone un gran atractivo para las sociedades familiares según han reconocido, sobre todo si finalmente se reconoce la posibilidad de que dicha inversión se realice en la propia empresa, propuesta que ha sido presentada y defendida por la asociación ante la Junta.
Expectantes
Es grande la “expectación” creada entre los negocios familiares de Extremadura ante la posibilidad de acelerar la transmisión de patrimonio, tanto el empresarial como el personal, a través de donaciones a la siguiente generación. Los empresarios se quejaban de que a la hora del relevo de padres a hijos el pago de esos impuestos dificulta, “y en muchos casos imposibilita”, la continuidad del negocio.
La ley ha quedado aprobada sin detallar ese punto. En el debate parlamentario de la misma, el PSOE presentó una enmienda en el sentido de que se dejara claro en el texto que el dinero sería de gestión pública, es decir, cuando un empresario en vez de pagar el impuesto decide dedicarlo a promover la actividad económica, debería pasar por la Junta.
“Pero el PP nos rechazó la enmienda”, recuerda el diputado autonómico socialista Jorge Amado. En su opinión y la del partido, puede ser positivo que haya un flujo de dinero para promoción empresarial, pero no debe dejarse en manos de particulares la decisión.
Podría darse el caso, si así fuera, de que dos se pusieran de acuerdo, uno invirtiera en la empresa del otro, y viceversa, ambos se beneficiarían; y desde luego los socialistas rechazan que se pueda invertir en uno mismo. Para el presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, Alfonso Pitarch, dentro de que las medidas tributarias adoptadas por el Gobierno de Extremadura buscan la incentivación del consumo y la reactivación económica, “es la reforma del Impuesto de sucesiones y donaciones la que allana el camino para consolidar y dar continuidad a las empresas familiares”.